𝘄𝗼𝗿𝘁𝗵 𝗶𝘁

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━━  𝐄𝐋 𝐀𝐈𝐑𝐄 𝐃𝐄 𝐋𝐎𝐒 𝐂𝐀𝐋𝐀𝐁𝐎𝐙𝐎𝐒 𝐃𝐄 𝐒𝐋𝐘𝐓𝐇𝐄𝐑𝐈𝐍 era muy, demasiado, helado. te encantaba tu sala común pero cuando llegaba el invierno tenías que pelearte con tus compañeros de casa por un lugar frente al fuego del hogar. esto llevaba a que varios estudiantes de slytherin se resfriaran y enfermaran en estas épocas, siendo vos también un objetivo fácil, ya que te enfermabas cada dos por tres y hasta cuando no hacía tanto frío. en cambio tu afortunado novio, draco malfoy, no se había enfermado siquiera una vez desde que pisaron hogwarts en su primer año. lo único bueno de todo esto es que él siempre era el que te cuidaba y te trataba como a un bebé cuando estabas enferma, y te hacía sentir muy bien.

el viento frío soplaba las hojas de los árboles de hogwarts de tal forma que te arrastraría si salieras al parque.
te habías levantado temprano, casi muriendo de frío en el intento de levantarte de tu cama, pero haciéndolo porque tenías mucha tarea para hoy. ahora mismo te encontrabas en uno se los sillones de la sala común de slytherin, acurrucada entre una gruesa manta delante de la fogata mientras terminabas el ensayo de herbología. la habitación completamente en silencio y sin distracciones pero las palabras que escribías con tu pluma en el pergamino te hacían confundir cada vez más del tema que estabas viendo. te encontrabas muy cansada. sinceramente, no sabías por qué tomabas esa clase porque no te interesaba mucho. esto causaba que las palabras que leías en el libro se perdieran en tu mente creando un párrafo que no tenía sentido y que debías leer una y otra vez. decidiste que estabas lo suficientemente estresada para tomar un descanso. levantaste tus libros y los metiste en tu mochila que descansaba apoyada en el sillón y te deslizaste suavemente fuera de la manta. apenas perdió contacto con tu cuerpo tus piernas cubiertas con tus finas medias por debajo de tu pollera tableada se congelaron, tus brazos sentían la fría brisa de invierno que entraba por tu fino suéter verde y tus dientes tiritaban constantemente. esto hizo que te cubras nuevamente con tu manta y te la lleves encima hasta llegar a tu caliente cama.

llevabas un paso lento al subir las escaleras, intentando no pisar la manta mientras caminabas ¡vaya suerte tenías de que las habitaciones de prefectos estén en el último piso! lo único bueno de ser prefecto era tener tu propia habitación. llegaste a tu piso y al pasar por la puerta de la habitación individual de draco, que se encontraba justo al lado de la tuya, lo escuchaste toser estrepitosamente y sonarse la nariz de vez en cuando. te preocupaste tanto entonces sin pensarlo, abriste la puerta, que para tu suerte estaba sin el cerrojo.

– ¡¡draco!! ¿qué te pasó? ¿te encontrás bien? – dijiste con un tono preocupado cuando viste al rubio tirado con su cabeza tapada con una de sus almohadas y con tres mantas encima. además, tenía pañuelos por todo el piso de su habitación y tosía de a ratos. apenas te vió levantó su cabeza de repente. su pelo desordenado y podías distinguir que seguía con su pijama.

– ¡t/n! ¿dónde estabas? te estuve buscando por todos ladossssss – protestó sonando como un bebé, las pocas veces que se enfermaba era demasiado dramático – ¡te necesitaba y no te encontraba por ningún lado! – pretendió que lloraba volviendo a poner la almohada sobre su cabeza.

– ¡no seas dramático draco! probablemente sea solo un resfriado.

– ¡¿RESFRIADO?! ¿no ves que me estoy muriendo? – se levantó de su posición para sentarse contra el respaldo de su cama y te miró fijamente.

– te ves muy hermosa hoy, por cierto – tosió – ahora; por favor, por tanto que quiera abrazarte y besarte necesito que te vayas para que no te contagies. ya te enfermaste demasiadas veces y no voy a estar para cuidarte si lo hacés de nuevo – se levantó y comenzó a empujarte suavemente hacia la puerta – ¡fuera!

– ¡no me voy a ir! vos siempre me cuidas cuando me enfermo, no voy a dejarte solo ahora – al ver que dejó de empujarte te dirigiste hacia su cama lentamente. hizo una cara de enojado cuando te sentaste allí entonces seguiste hablando – sin peros. me quedo – te acostaste con tu cabeza sobre el respaldo de la cama y abriste los brazos indicándole que te abrazara. parece que entendió tu señal y se acercó nuevamente a vos para acurrucarse lentamente en tus brazos mientras rodeaba los suyos en tu cintura. sus piernas entrelazadas en las tuyas y su cuerpo brindándote calor al instante. colocó su cabeza en el espacio de tu cuello y te susurró un "necesitaba esto, gracias por insistir. te amo" en el oído. te dió un beso en la mejilla para luego volver a su posición. le sonreíste y los tapaste a ambos con una de sus frazadas acurrucándote y dejando que el calor te envuelva de nuevo, mientras apoyabas tu mejilla en su cabeza sintiendo el aroma del suave cabello del chico. permanecieron ahí casi todo el día, olvidándose del ensayo y las clases. disfrutaban muchísimo la compañía del otro. y, como era de esperarse, terminaste enferma también; pero valió la pena.

𝐎𝐅𝐅 𝐓𝐇𝐄 𝐓𝐀𝐁𝐋𝐄 ; draco malfoy's preferences & imagines ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora