Capítulo XI

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Mía Galti…
En mi intento por tratar de no hacer ruidos para no tener que dar explicaciones en medio de la noche, out por regla. Alex está sentado en el islote de la cocina con una copa de vino en mano, sin camisa y con un mono gris, bueno, eso creo; la linterna del celular opaca mi visión.
—Sé que eres mayor de edad técnicamente, pero recuerdas que compartimos piso y ¡yo! soy tu ¡best friends!
—¡Alex no, por favor, ahora no! —suplique aún sabiendo que no funcionaría mi táctica.
—Desapareces veinticuatro horas, llegas fresca como una lechuga y ¡quieres irte a dormir!
Se bajó del islote para acomodarse en el sofá. Con una mano sujeta la copa de vino y con la otra daba golpecitos ligeros señalando para que me sentara a su lado. Tengo que pensar rápido ya es muy tarde y necesito dormir.
—Mía, te vi llegar en la Indian que es de tu madre y con un chico en otra motocicleta ¿Es tu nuevo boss?
—Corrección, la Indian ya no es de mi madre ¡mi padre no puede saberlo, ok!
Me siento al lado de Alex. El olor a vino dulce me repugna cuando revuelve su copa.
— ¡No sé cómo puedes beber algo tan dulce, por dios! Vas a terminar en un coma diabético.
—Alex ¡es que no sé por dónde empezar, en serio!
— ¿Tuviste sexo con ese chico? —preguntó con cara de carnero degollado.
Alex me conoce tan bien que es imposible esconderle algo, por más insignificante que fuese.
—Alex, mañana empiezo las prácticas en la “Editorial Letras Eróticas”. Mi nuevo jefe ¡Matías Demetrius! por tal motivo no puedo llegar tarde en mi primer día ¿sí? Mañana a la hora de almuerzo te llamo y te cuento todo con lujos y detalles, por favor, solo déjame descansar esta noche…estoy súper agotada.
—No quiero ser desplazado por él… ¿al menos me vas a responder si fuiste al Gym? —haciendo pucheros confesó con un grado de azúcar en la sangre mi querida conciencia.
— ¿Al Gym? Es que hoy estoy tonta como el Luisma, me dices que significa eso.
—Por dios, nena. Tuviste sexo con ese chico ¿sí o sí?
—Si…después de tanto tiempo no pensé que fuera a suceder…
—Mía, sabes que yo no soy igual que mi hermano. Él está en el lugar correcto. Ya es hora de que te des una oportunidad en el amor. Llevas cinco años esquivando a santo hombre que intente una historia contigo.
—Thiago es diferente. La física que hubo entre nosotros fue instantánea. No lo pensé dos veces para pedirle esta noche que fuera mi novio…
— ¡Enhorabuena! —con una risa fingida cubierta por celos dijo. —Es que hasta tu madre llegó a preguntarme si eras gay…
No pude contener una risa chillona.
— ¿Gustarme las mujeres a mí? ¡No, qué va! Estuve a punto de replanteármelo —digo con un tono sarcástico. —Honey, ya voy a dormir. Mañana te escribo para quedar en la hora de almuerzo.
—Dulces sueños… ¡Ah! Escojo yo el lugar. —saliéndose siempre con las suyas afirmó.
Asentí y le di un beso a mi celoso amigo. Fui directo a la bañera. Necesito una ducha para poder irme a descansar. Me desvisto rápidamente y le doy play a mi lista preferida. Luego de veinte minutos debajo de la ducha, busco la toalla y me percato de que la había dejado en la habitación. Llamo a Alex con la intención de que me hiciera el favor de alcanzármela, pero fue en vano. No daba señales de vida. Salgo en puntitas de pie corriendo hasta mi habitación. Entro y la oscuridad me impacta, un silencio incómodo hace estremecer a mis nervios. Divago buscando el interruptor…
— ¡Thiago! ¿Qué diablos haces aquí, eh? —lazándole una percha vacía le pregunté con los pelos de punta por el impacto de verlo acostado en mi cama.
— ¡Joder Mía! —esquivando la percha protestó. —Pensé que te alegraría la idea de pasar la noche con tu futuro esposo. —Su voz sonó ronca, pero literalmente sexy.
— ¿Cómo coño entraste? —respiro hondo. —Apenas asimilo que somos novios y ya me estás hablando de ¡MATRIMONIO!
Trago un buche amargo que casi vomito.
— ¿Sra. Steve puede venir hasta su cama un momento? —ordenó en un susurro.
Le reviro los ojos y eso le provoca una risa burlona, con un toque de malicia en el fondo.
—Shhh Thiago. — con mi dedo índice pegado a mis labios, le ordeno que haga menos ruido. —Si Alex se entera que estás debajo del edredón que me obsequió, me asesina sin piedad alguna.
Obedezco de mala gana su modo imperativo, voy hasta la cama. Le doy un beso casto, con el rabillo del ojo izquierdo diviso la almohada que está usando y con un movimiento veloz, se la arrebato. Recuerdo mi etapa de niñata cuando jugaba con mis padres a los almohadazos a la vez que ataco por sorpresa a Thiago.
—Quién da primero lleva ventaja ¿no? —digo a la vez que siento el calor de su cuerpo desnudo pegado al mío.
Thiago está haciendo hasta lo imposible por romper el record de romance eterno que trasciende el tiempo de “Romeo y Julieta” a Thiago y Mía…
—Desde que nos conocimos solo hemos follado duro. Recorriste el mapa más viejo e imprescindible de la historia: tu propio cuerpo…
—Thiago…necesito tiempo para esas confesiones. Hoy te propuse ser algo más...es que no soy capaz de estar lejos de ti…
—Mía…yo no estoy en condiciones de exigirte absolutamente nada. Siempre voy a estar para ti, en realidad, no pienso exigirte etiquetas ridículas…tú cuerpo y tú alma, me pertenecen mucho antes de tenerte.
Mi cara refleja lo que siento. Thiago no se merece pagar los platos rotos de mi pasado. Ahora, él es mi presente…y le he empezado a querer, aún sin saber quién es y de donde viene.
Sus dedos recorren mi cintura y con un solo movimiento, sus labios y los míos se funden en un beso profundo y sí, porque no…perfecto beso. Su forma de tocarme, de agarrar mi labio inferior para succionarlo hasta oírme gemir en su oído; su forma de rozarme los senos hasta quedarse tiesos de placer me hacía divagar en la lujuria de nuestras almas.
Me di cuenta que este viaje no se trataba de quién intenta dominar al otro, sino que desde abajo, disfruto de cada caricia que me obsequia. Sus embestidas saben a gloria y nuestros cuerpos temblaron más que un volcán en erupción…una vez más, jadeando nuestros nombres en un orgasmo infinito; cayendo sobre mi cuerpo sudado.
—Thiago, en realidad fue má-gi-co —en un bostezo alcancé decir.
Sentí como besó mi frente y se acomodó a mi lado. Mis ojos luchan contra un sueño irrefrenable...
—ésta noche fue fantástica. —dije y escuché la risa de Thiago al decir ...yo también...
Mi garganta arde como un rallador seco. Logro escapar de los tentáculos de Thiago para ir por un vaso de agua. Regreso al cuarto con mi piel hidratada por tomar casi un litro de agua sin poder parar y me recuesto con los pies cruzados en la cama. Recién me percaté de que todo el tiempo estuve desnuda, entonces mis manos juguetonas siguen el hilo de mis pensamientos…me ruborizo al recordar su lengua rebelde recorriendo cada una de las grietas que arropan mi vientre y luego, como si no fuera suficiente, las que marcan mis caderas.
—Si yo fuera Dalí…ni con la licorería más refinada de toda España, hubiese podido empezar a plasmarte en el lienzo más fino…
Su voz me hace estremecer. Dejo los ojos cerrados…pero una risa estalla en mi cara. Me agarra por la pierna y me tira encima de él.
—Sabes que puedo pasar la noche besando sin cesar cada una de ellas —mordisqueando mis labios dice, y yo…me derretía levemente.
—Thiago, necesito dormir. Mañana voy a estar como una zombie… ¿qué pensarán de mí?

It’s a quarter after one, I’m all alone and I need you now.
Said I wouldn’t come but I lost all control and I need you now.
And I don’t know how I can do without, I just need you now.

Lo voz de Lady Antebellum resuena en la habitación como una noche en “el California”… se inclina sobre el borde de la cama, saca del bolsillo del mono que esta tirado en el suelo su celular, su cuerpo se tensa y su rostro refleja que algo no anda bien…
#númeroprivado.
                           —Te estoy esperando en la pista de siempre…mocoso.
                                         PD: ¡Demetrius!

— ¿Es Andrea, verdad?
¡Una corriente me recorre por toda la columna vertebral! Los ojos de Thiago se incendian.
—Mía me tengo que ir. Mañana te busco a la salida de la editorial, sé muy bien cual es…
Se viste como un remolino. Luego se acerca a mí y se despide como si fuera el último beso entre él y yo…un dolor en el pecho me alertaba a que iba a correr y Andrea estaba involucrada, sin duda alguna.

Mis Amores🇨🇺🌵🌻👑💎💍
¡Nuevo maratón! »Sombras de un Demonio»

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Muchas gracias de antemano y por favor, ténganme un poquitillo de paciencia…

¡Muchas bendiciones!

»Sombras de un Demonio»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora