La colona entró a su habitación sumamente molesta y con ganas de golpear algo, mientras se decía así misma entre dientes.
-Es un degenerado, ¿Esta loco?, ¿Cómo se le ocurre hacer algo así?, ¡ay no!, ¿Qué voy a hacer si le menciona algo a España?.
-¿Qué estás diciendo?
Mencionó Granada, la contraria brinco del susto, con sarcasmo le mencionó.
-¡Granada! Pasas mucho tiempo en mi habitación, ¿No quieres mudarte aquí?.
-No lo creo, tener que compartir una habitación tan cerca de España seria algo que no me veo aspirando.
Añadió para dar unas palmaditas en la cama indicando que su hermana se sentara, esta obedeció, para que seguido le abrazara como un koala.
-Bueno, cuéntame ¿Qué pasó?
-Trece Colonias
Al mencionar este nombre oculto su cara, la rubia preguntó entonces:
-¿Qué pasa con él?, ¿Te hizo algo malo?
Esta asintió, para volver a mostrar su rostro y contar lo sucedido con bastante resumen
-Vio los latigazos, ¿Qué voy a hacer?
-¡¿Cómo?!, ¿Cómo se dio cuenta?.
Antes de que la contraría mencionara cualquier cosa una voz masculina dijo con cierta burla.
-Si españita, ¿Cómo? Cuéntanos.
Se trataba del hermano de ambas con una actitud escasamente sería. La crespa contestó a la defensiva.
-¡Plata!, ¡tu y tú estúpida mala maña de no tocar las puertas!
-Cálmate, no estaría aquí si no fuera por que España quiere verla.
Mencionó mientras señalaba a la mestiza.Sin más la castaña soltó un grito de angustia y volviendo a esconder su cabeza en Granada dijo con preocupación.
-¡¿Cómo le dijo tan rápido?!
La rubia acaricio la cabeza de su semejante buscando calmarla, con una voz serena respondió.
-Debe ser algo más, ese joven se ve serio, no creo que lo comentara tan rápido.
-¡No lo conoces!
-Y adivino que tu tampoco.
Dijo para reírse de su hermana, seguido se paro apartandola de si para ofrecerle su cálida mano.
-Vamos, te acompañare, no ha de ser algo malo.
Clamó con dulzura, sin embargo el hombre bramo arruinando el momento.
-No creo que esté sea el caso, España pidió que ella fuera sola.
Seguido de esta afirmación la castaña volvió a gritar de susto, para tapar su cara con las manos arrepentida de lo ocurrido, sin embargo no podía huir de esto, así que tomó coraje para ir a donde estaba el español, la rubia la acompaño hasta la puerta, al separarse esta le dio una bendición haciendo que la contraria comenzará su trayecto, al llegar al punto acordado se asombro, pues Acadia se encontraba ahí, reposando en un pilar, con mirada seria, simplemente se le notaba nervioso.
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Guerra de Orgullo
RomansTras una estrategia exitosa del inglés el español concuerda con el un compromiso entre las colonias de ambos. El británico buscara beneficiarse de este compromiso a futuro, sin embargo su mujer Francia hará lo posible para anular el matrimonio entre...