~Extra~

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En una tarde soleada, bajo una sombrilla, se encontraba un albino malhumorado, y a su lado estaba un preocupado moreno.

Gon: Killuuuaaa...no puedo creer que hayas cancelado tu reunión, solo para quedarte en casa, ¿no crees que estás exagerando un poco?~El albino chasqueo la lengua y respondió prácticamente al segundo.

Killua: Pues... ¡yo no encuentro que este exagerando! ~Dijo el albino desviando la mirada, y a la vez cruzó sus brazos.

Gon: ¡Claro que estás exagerando!, cancelaste tu reunión solo para quedarte en casa y así poder vigilar a Suki, cuando yo mismo te dije que estaría...es como si no confiaras en mí... ~En ese momento el albino dejo toda su rabieta de lado y se centro en Gon.

Killua: Cariño...perdóname, no te lo tomes así...no es que yo no confíe en ti, es solo que...no me gusta mucho ese "amiguito" que tiene Suki... ¡siempre andan muy juntos!, y tu eres...emm, un poco ingenuo. ~Dijo el albino mirando el suelo, esperando que el moreno lo fuera a regañar, porque sabía que lo haría.

Gon: ¡Por dios Killua! Suki ya tiene 15 años, no 2. Es normal que tenga muchos amigos y que le guste alguien o viceversa, está en plena adolescencia, además... yo puedo ser ingenuo, pero si se trata de mi hija no. ~Dijo el moreno haciéndose el ofendido, aunque realmente no lo estaba, porque a él tampoco le gustaba mucho que su hija estuviera con ese "amigo", por lo que comprendía al albino, pero quería hacerlo sentir un poquito mal por llamarlo ingenuo.

Así es, ya han pasado 13 años y Suki ya tiene 15 años, mientras Killua y Gon tienen 42 años. El tiempo para esta familia a pasado volando, pero para Killua es difícil asumir que su niña está más grande y a Gon le sucede lo mismo, solo que él trata de disimularlo un poco más que el albino. Ya que sería mentira si dice que también no le agrada mucho el "amiguito" de su hija.

De la nada se escuchó como fue abierta la puerta principal, lo cual significaba que había llegado Suki con su amigo y amigas.

Gon: Killua...por favor compórtate, ¿me lo puedes prometer? ~El albino de malas ganas asintió con la cabeza.

Suki: ¡Ahí están mis padres!, esperenme un poco por favor, les avisaré que llegamos. ~Dijo la dulce adolescente.

*Suki era una chica de estatura media, su cabello era largo a la altura de su cintura, de color blanco y se ponía unas cintas de color verde para sujetarlo.

Suki: ¡Papá! No sabia que estarías acá, pensé que tenías una reunión importante...¿sucedió algo? ~Preguntó la chica intrigada. (Cuando dice "papá" se refiere a Killua).

Gon: Hola mi niña... emm tu padre tuvo que cancelar la reunión, debido a que los accionistas no podían asistir, por eso está acá. ~El moreno sabía que Suki era muy inteligente y si le decía que el albino canceló de la nada la reunión, sabría que fue por su causa.

Killua: Así es hija, fue un gran caos tener que cancelar todo, pero...al menos gracias a eso puedo estar hoy en casa. ~Dijo el albino mostrando una bella sonrisa, la cual convenció a Suki, pero no al moreno, de hecho el soltó una pequeña y sutil risita, debido a que si fue un caos cancelar la reunión, pero lo fue porque Killua inventó millones de cosas.

Luego de esa pequeña conversación con sus padres, los tres ingresaron a la casa, para así poder saludar a los invitados (los amigos de Suki). Al entrar los ojos del albino se dirigieron directamente hacia un joven de estatura alta, cabello café, al igual que sus ojos. Era el mismo chico con el que la había visto conversar fuera de la escuela.

Suki: Bueno chicos... ellos son mis padres. ~Dijo la chica, con mucho orgullo y ternura. –Papá, papi... ella es Yuki y ella se llama Sakura, son hermanas gemelas. ~Ambas chicas se inclinaron hacia adelante para mostrar respeto. –Y por último, él se llama Hiroto. ~Dijo la chica con una sonrisa al haber presentado a sus tres amigos.

Un amor difícil, pero no imposible ~ (Killugon♡) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora