CAPITULO. 27

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Ya estaba dentro de la limusina, Ava estaba a mi lado al igual que mi suegra, habría deseado que Riley estuviera aquí, es mi mejor amiga desde siempre, solo que ya no se le permite volar por que ha estado delicada y jamás me perdonaría si algo malo le pasara a ella o a mi sobrina o sobrina, no han querido saber el sexo del bebe, Ron está muy feliz, se dice que si es niño le llamaran Wesley y si es una bebita le pondrán Sophie, el tampoco vendrá pero sé que de poder ambos lo harían.

-No estés nerviosa linda tu padres llegarán- me dijo mi suegra, mis padres volarían desde los Ángeles, California, un largo camino, me habría gustado que mama estuviera conmigo para ayudarme a la preparación de la boda, a elegir mi vestido, decirme lo bien que me veo y que me diga que todo va estar bien.

-Lo sé, ellos lo prometieron- Ava iba muy callada, se que lo hacía por respeto a Lydia, mi suegra, que aunque sea bastante agradable en muchas ocasiones es un poco imprudente.

Se detuvo la limusina, los nervios que creí que ya habían desaparecido volvieron pero está vez más intensos, no podía hacer esto sola, necesitaba a mis padres, sentir su apoyo.

Se abrió la puerta de la limusina, mire a quien me tendía la mano para bajar y me encontré con mi padre, estaba muy guapo, con un traje negro, camisola blanca y corbata gris, le mire y me lance a sus brazos, me fue algo difícil porque mis vestido era bastante pesado, tenía muchas ganas de llorar pero eso arruinaría mi maquillaje.

-Estas hermosa cariño, debo decir que ahora estoy pensando si debería o no dejarte cruzar esas puertas- me reí, mire a mi suegra que me miraba con ternura, ella era una persona bastante sentimental, papa tomo mi brazo, ya era hora de entrar al templo, mis piernas estaban como gelatina, de no ser porque mi padre me sostenía ya estuviera en el suelo.

-Y mama también ha venido?- se qué diría que sí, ella nunca me dejaría en una ocasión como esta pero también sé que su trabajo es de tiempo completo y no lo deja varado por nada.

-Sí, ella espera adentro, esta con Killian y Mats, el es un gran chico, solo Ron y Riley no vinieron pero ya sabes por qué, Ry no se ha sentido bien, ya está por dar a Luz en dos o tres meses pero ha tenido amenazas de aborto-

-Lo sé, es mejor que este en reposo, no me perdonaría que mi sobrino o sobrina le pasara algo- el asintió, caminamos a la entrada, las puertas se abrieron, todo está decorado con rosas rojas, era hermoso, las personas se pusieron de pie, estaba muy lleno ahí dentro, no recuerdo conocer a tantas personas.

-Lista- dijo mi padre.

-Sí, es ahora o nunca- dije, comenzamos a caminar, pensé que solo en esas películas románticas tocaban la típica canción cuando la novia entra al templo, pero no era así, la misma canción la estaba tocando un viejita en un piano, yo estaba más que nerviosa, sentía que cuando estuviera frente a Joel me desmoronaría, miraba y sonreía a las personas que pasaba, ya casi llegando en la primera banca estaban mi madre, ella estaba hermosa, Mats y Killian iban vestidos de la misma manera, smoking negro, camisa blanca, se veían tan bien.

-Cuida de ella- le dijo mi padre a Joel cuando ya estuvimos frente al cura, mi papa beso mi mejilla y se retiro, mire a Joel, estaba guapísimo, el tomo mi mano y ambos nos giramos para ver al cura, el era un ancianito con el cabello blanco, tenia cara de buena persona, de esos ancianitos que te trasmiten confianza, el nos miro y sonrió.

-Queridos hermanos, tengan ustedes un excelente día, en esta ocasión nos hemos reunido para celebrar la bella unión de dos jóvenes, que el amor los ha traído este día a querer unirse en sagrado matrimonio- trague grueso cuando dijo que el amor era lo que nos tenia ahí, eso no era del todo cierto, si fuese el amor no estaría en ese momento ahí.

ALGO INESPERADO (Marco Reus) EDITANDODonde viven las historias. Descúbrelo ahora