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Hueningkai se encontraba a sí mismo frente al espejo observándose, su rostro, su cabello y su cuerpo. Sus ojos brillando en el contraste de sus lágrimas cayendo por sus mejillas, le dolía demasiado estar enamorado.

Quería estar feliz, porque Soobin era su mejor amigo y se veía tan brillante junto a ella, se veía tan radiante que Hueningkai quería sentirse bien con eso, pero no podía... porque dentro de su pecho el dolor crecía, se propagaba cada vez más quitándole el sueño.

Y él no sabe... no sabe cuándo terminó tan enamorado de Soobin, no entiende cuándo ya no pudo apartar la mirada de él, no notó que su corazón aceleraba sus latidos solo con escuchar su voz llamándole. Él no podía ver sus propios ojos brillar como si guardarán una galaxia entera al tener enfrente a su mejor amigo.

"A ti te queda mejor mi"

Se repetía una y otra vez, se observó frente al espejo  de pies a cabeza. Su maquillaje, sus labios rosados, la falda  blanca cayendo desde su cadera hasta llegar a cubrir sus muslos y el gran suéter gris cubriendo la mitad de su cuerpo. Sonrió con nostalgia y lentamente se retiró todas las prendas quedando únicamente en ropa interior.

Camino hasta su armario sacando el uniforme escolar, se alistó y bajó a desayunar fingiendo estar completamente bien le dedicó una sonrisa a su madre.

.

Las siguientes semanas fueron una completa tortura para Hueningkai; se sentía patético al intentar odiar a MinJi... cuándo notó lo feliz que se veía Soobin se le hizo imposible.

MinJi era perfecta; su cuerpo era una obra arte, su rostro parecía tallado a mano por los ángeles, por la irreal belleza que cargaba, y su maldito cabello castaño que le daba un aspecto de princesa salida de un cuento de hadas.

Hueningkai se sentía incapaz de competir contra ella, ni siquiera era la mitad de lindo que ella.

-Hola Kai.- ya ni siquiera podía mirarla a la cara, estaba harto de sentirse insuficiente a su lado.

Se puso de pié decidido a irse cuando Soobin llegó a su mesa y lo obligó a sentarse nuevamente.

-Necesito que hablemos.- le había casi gritado haciendo que en su pecho algo se sintiera pesado- Cariño, espero no te moleste...

-Lo entiendo.- beso sus labios y le sonrió antes de irse dejándolos solos.

Pasaron varios minutos en silencio entre el tumulto de gente en la cafetería, Kai quería salir corriendo porque podía notar que Soobin estaba enojado y no quería pelearse con él. No necesitaba eso justo ahora.

-¿Estamos bien?- cuestionó tratando de sonar tranquilo pero sus ojos demostraban lo inseguro que se sentía acerca de lo que el menor podía responder.

-Soobin-Hyung no entiendo de qué habla ¿por qué estaríamos mal?- murmuró con la vista clavada en el centro de la mesa.

-Kai ni siquiera me miras a los ojos- ahí estaba otra vez, por qué ese tono triste solo lo usas conmigo-¿Es por MinJi?

-Escucha;  no voy a estar detrás de ustedes como un mal tercio, estoy feliz por usted hyung, lo juró, pero es difícil porque antes solo éramos tu y yo... me siento estúpido por-

-No lo noté-  lo interrumpió y el menor lo agradeció internamente porque estuvo a punto de confesar sus sentimientos y no lo había pensado de esa forma-, lo siento Hueningkai

¿Cómo ibas a notar algo de mi? Ella te tiene hipnotizado y yo ni siquiera te importo.

-Está bien, tienes pareja ahora- aseguró sonriendo con timidez, trataba de creerse que estaba bien y que no le molestaba ese dolor incrustado en el centro de su pecho-, no debería preocuparse por mi, hyung.

Cerró los ojos y suspiró... para Soobin él no era más que un amigo, sabía que el mayor lo veía como un hermanito, era solo un año menor que él y eso era algo que le jugaba en contra, Soobin lo veía como un niño. Siempre lo trataba como si fuera un niño pequeño e indefenso...

-Te voy a compensar- soltó de la nada, sus ojos se iluminaron, había encontrado el plan perfecto- ¡Ya sé! La feria abrirá este fin de semana y vamos a ir juntos- gritó llamando la atención de todos, hablaba sin parar de todo lo que harían mientras agitaba sus brazos al aire.

Hueningkai se sonrojo hasta las orejas y solo pudo murmurar aquello, que había causado que su corazón latiera acelerado

-Juntos...

-Solo tu y yo.

Su pecho se llenó de ese sentimiento cálido nuevamente haciéndolo sonreír, era extraño todo lo que podía cambiar en él solo con que Soobin le diera un poco de atención.

In your sweater 1 [sookai]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora