Jack
Los tambores sonaban en el prado, Fenrir y Aracne eran los primeros en luchar. Mientras, yo intentaba permanecer sereno pese a la impotencia que sentía en ese momento. Nemea me había dado una bofetada en la mejilla que pese no haberme herido, me había dejado en evidencia al no saber que decir tras la misma. Esos ojos me miraban como si fuera 3 metros mas alta que yo y yo solo sirviera para atar los cordones de sus zapatos y eso, eso era algo que me sacaba de mis casillas.
Decidí no pensar en ello y sentarme en uno de los bancos que había en la periferia del prado no muy cerca de Nemea pero tampoco muy lejos pues quería demostrar que no tenia miedo. Mire a los dos oponentes colocados en el cenit del prado, ambos destilaban magia por cada uno de sus poros y con mi olfato podía detectar el aura de ambos. "El lobo contra la araña" la verdad sonaba bastante bien. Ambos se miraron tranquilamente como lo harían dos samuráis en las películas que ponía mi padre y en ese momento sonó la trompa del enano que hacia de árbitro.
Las normas eran sencillas, luchar a muerte. En ese prado, según palabras de Quirón es imposible sentir dolor además de que todas las heridas producidas se curaran al sonar la trompa por segunda vez o al pasar 1 hora incluso en el caso de morir.
Fenrir
"Tu puedes, tu puedes, tu puedes" era todo lo que podía pensar mientras respiraba para relajar mi ritmo cardiaco y miraba a Aracne. No había elegido pelear con ella pero Nemea había insistido en que deseaba pelear con Jack así que finalmente me hallaba frente a la chica de ojos escarlata.
Aracne: Cuando suene la trompa ven con todo, no me contendré.
-Esta bien, daré mi máximo esfuerzo.
La trompa sonó antes de lo que había pensado y en cuanto me transforme, una araña enorme tapaba el sol cayendo hacia mi con las patas preparadas para una agarrarme. Comparado con ella yo era mas grande así que salte para atrapar alguna pata y arrancarla de cuajo.
Aracne: No será tan fácil.
Con un ágil movimiento Aracne esquivo en mitad de su descenso mi mordida y callo sobre mi espalda sacando dos hilos y envolviéndolos alrededor de mi cuello. Su agilidad era sorprendente, sin embargo no estaba dispuesto a perder nada mas empezar la batalla.
Rodé hacia la izquierda forzándola a saltar al lado contrario para no ser aplastada y cargue en su dirección con mis garras de las patas delanteras, ella esquivo el ataque por poco pero al caer brinque por encima de ella para atraparla.
El combate se alargaba una y otra vez, ella era mucho mas rápida que yo y pese a ser un prado y no tener lugares por los que trepar se movía dando saltos y usando sus telarañas para limitar mi movimiento de forma que casi daba la sensación de que volara. Por otra parte mis golpes eran mucho mas fuertes pero también mas predecibles y lentos. Al cabo de cuarenta minutos ambos estábamos agotados, sin embargo me daba la sensación de estar en bastante mejor situación que ella.
La araña es una criatura que dedica la mayor parte del tiempo de la caza en planificar como atrapar a un insecto en su telaraña y donde colocarla, un ser lleno de técnica la verdad. Sin embargo los lobos podemos estar incluso días persiguiendo una presa para que ante el mas mínimo error...
Salte hacia la derecha y vi como ella se preparaba para golpear mi punto trasero izquierdo como había hecho otras veces pero en ese momento yo ya había sufrido ese movimiento varias veces.
Este salto fue un mero señuelo ya que era corto y enseguida vire para atrapar su abdomen con mis garras y con mis dientes.
Aracne: Me rindo
La chica me sonrió con satisfacción y tras sonar la trompa sus heridas se curaron instantáneamente. Yo, el lobo Fenrir había ganado.
La chica que nos miraba desde la grada aplaudió con entusiasmo, tenia las piernas cruzadas y su sonrisa era segura como si ella fuera nuestro entrenador.
Nemea: Increíble, vale que Aracne no sea especialmente fuerte pero ha entrenado bastante mas que tu, sin duda tienes talento chico.
Me dio una fuerte palmada en la espalda que casi me hace caer al suelo y después miro a Jack con superioridad.
Nemea: Ahora te enseñare lo que soy capaz de hacerle a un lagarto como tu.
Jack
Sin vacilar me coloque frente a nemea y le pregunte antes de que sonara la trompeta.
-Tienes algo contra mi?
Nemea me miro y sonrió orgullosa mientras calentaba sus músculos.
Nemea: Los leones son los reyes del reino animal, sin embargo si hay otra figura que se considere igual de majestuosa esa, es el dragón. Los leones y los dragones son las criaturas mas orgullosas que han existido jamás y yo voy a demostrarte quien es la reina aquí.
La campana sonó antes de que pudiera formular ningún tipo de respuesta y con la velocidad y la fuerza de un trueno Nemea se abalanzo hacia mi, por suerte me dio tiempo a transformarme y a alzar el vuelo. Aproveche que no podía alcanzarme para analizar su transformación.
Nemea ahora era un enorme leona del tamaño de un caballo grande, poseía una mirada penetrante y ardiente como el mismísimo sol y pese a claramente ser una leona poseía una voluminosa melena de león macho.
-Ya no eres tan imponente ahora que estoy en el cielo.
Dije con un tono de burla, sin embargo mi alegría duro poco tiempo. La leona creo unas espadas doradas etéreas que me lanzo como balas. Las primeras cuatro las esquive como pude encogiendo las alas y virando hacia la derecha, sin embargo, cuando fui a esquivar la quinta calcule mal y me rozo en una de las patas traseras. Nemea sonreía mientras veía como goteaba sangre de la herida. Las siguientes espadas las esquive bastante justo y finalmente expulse una bocanada de fuego hacia ella.
Con la agilidad de una gacela Nemea esquivo mi llamarada y dio un brinco cayendo sobre mi, ambos caímos al suelo ella sobre mi.
Cuando me quise dar cuenta ella estaba mordiendo y rompiéndome el ala derecha, después me mordió con fuerza el cuello mientras yo intentaba quitármela de encima.
Había perdido, mi cuello estaba gravemente herido y mis fuerzas comenzaban a desaparecer mientras la leona mas pequeña que yo, reía sobre mi.
Nemea: Ouh Jacky, parece que solo eres una lagartija insignificante, pero mira el lado bueno, te va a vencer una chica guapa.
Mis ojos se entrecerraban mientras intentaba gritar "me rindo" cuando la vi. Victoria, el unicornio de mi clase que tan mal me había tratado, acababa de llegar y parecía estar mirándonos con seriedad.
"¿Voy a perder, delante de ella? ¿Nemea y Victoria me van a oír rendirme?" Eso era lo que no paraba de pensar mientras mi vista se nublaba. "No de ninguna, de las maneras".
Me enfoque en la rabia que sentía, en la impotencia, en la ira, en el orgullo, todo esos sentimientos que abrasaban mis pensamientos, deje por primera vez en mi vida que tomaran el control. El gruñido que solté hizo temblar el prado aquel día, mi cuerpo se triplico en cuestión de segundos y cuando me quise dar cuenta tenia una envergadura de 20 metros de ala a ala.
Mi voz sonó tan grave y profunda como las entrañas de una montaña mientras de un furioso movimiento aplastaba matando a la leona en el acto contra el suelo.
-SERAS EL REY DE LOS ANIMALES, YO SOY EL REY DE LAS BESTIAS.
Solté una llamarada hacia el cielo con la fuerza de un volcán y me desmaye en el acto, a lo lejos me pareció escuchar una trompa y los pasos de Fenrir y Victoria corriendo hacia mi.
ESTÁS LEYENDO
El Instituto La Santa Irial
FantasiaEsta historia cuenta con referencias a "Memorias de Idhún" y a la mitología nórdica y griega, sin embargo ,la historia se entiende por si misma y no es necesario conocer de ninguna de las referencias para entenderla. Una historia de criaturas duales...