Victoria
Me encontraba en el bosque cuando escuche el estruendo de un combate en el prado, imagine que serian los de segundo entrenando y la curiosidad me pudo por lo que me dirigí hacia el lugar.
Me lleve una sorpresa al ver que los estudiantes en el campo de batalla eran Yandrak, el dragón dorado y Nemea, la leona invencible. Mi compañero de clase Jack, Yandrak, como se diga, se encontraba en el suelo mientras que la leona lo miraba mientras se movía en círculos con aspecto triunfante, esperaba su rendición o despellejarlo allí mismo.
Nemea era la mas fuerte en combate de segundo año y era considerada toda una prodigio, era imposible que Jack ganara, solo era un chico impulsivo sin mucho cerebro a mi parecer, era imposible que el y yo nos lleváramos bien: los dragones y los unicornios siempre han sido enemigos.
Los dragones son impulsivos, valientes y valerosos, pero también son violentos, orgullosos y destructivos. Los unicornios en cambio son dubitativos, pacientes, sabios, pacíficos y creativos.
"Bueno, ahora ya no quedamos ni mas unicornios ni mas dragones" pensaba mientras me perdía en la imagen de aquel dragón derrotado, de pronto, al mirar sus ojos, sentí una corriente cálida como la de una chimenea de una cabaña perdida en el monte y los ojos del dragón se abrieron con ira, allí estaba el poder y la perdición de los dragones. Los dragones, nunca saben cuando darse por vencidos.
El cuerpo de Yandrak creció en cuestión de segundos llegando a lo que parecían veinte metros.
El dragón, rugió con el poder de un volcán y cada uno de mis pelos se erizo frente a la magna criatura que tenia ante mi.
Jack: ¡SERAS EL REY DE LOS ANIMALES, YO SOY EL REY DE LAS BESTIAS!
El dragón lanzo una gran llamarada apuntando al cielo extasiado en ira y arremetió con sus zarpas aplastando a Nemea contra el suelo. Eso no podía ser bueno, todas las heridas se curan, pero ese esfuerzo realizado por Jack... era muy grande.
Corrí hacia el en cuanto sonó el cuerno dando la victoria a Jack, este se hizo humano y callo en el suelo desmayado mientras Nemea con el cuerno resucitaba y ya en su forma humana sonreía el cuerpo de Jack. Parecía satisfecha con el encuentro.
Entre Fenrir y yo llevamos a Jack en brazos hasta la enfermería situada en el Edificio de la Magia, no me creo que este ayudando a este imbécil.
Quirón no tardo en llegar y tanto Fenrir como yo le contamos lo que había sucedido. El centauro parecía bastante feliz hasta que mencionamos que Jack había llegado a los 20 metros, entonces giro su cabeza nervioso mirando al chico de pelo rubio.
Quirón: Este chico, sin duda es lo que se podía esperar del ultimo dragón, sin embargo, no esta acostumbrado ni ha entrenado su transformación lo suficiente como para usar sus poderes como debería, en unas dos semanas debería estar bien.
Fenrir asintió mas tranquilo, sin embargo yo no podía parar de recordar aquel rugido, ni de pensar en que, era imposible que solo necesitara reposo.
Cuando aparte la mirada de Jack me tope con los ojos de Quirón que parecieron entender mi situación porque añadió.
Quirón: Podréis visitarlo todo lo que queráis, siempre y cuando no seáis mas de dos personas y no sea en horario de clases.
La semana paso con tranquilidad, mis notas eran las mas altas del grupo con mucha diferencia (aunque ahora solo éramos tres), todos los días por la noche cuando me aseguraba de que Jor y Fenrir no se encontraban en la enfermería me dirigía para ver al chico de ojos verdes, sin embargo ese día no me lo encontré solo. Junto al cuerpo aun inconsciente se encontraba una alta, fornida chica con cola y orejas de león: Nemea.
Nemea: Hola, tu debes de ser Victoria.
Dijo sin apartar la vista de Jack.
-Exacto.
No era necesario añadir nada más pues era obvio que sabia que la conocía, además por algún motivo encontrarla allí me había puesto de mal humor.
Nemea me sonrió y se acerco al cuerpo de Jack para depositar un beso en su mejilla.
Nemea: Hasta otra Jacky.
Después se aparto levemente mientras arrastraba uno de sus dedos por su brazo y finalmente salió de la enfermería.
Si antes estaba molesta, ahora lo estaba mas "¿Qué se había creído esa? ¿Intentaba ponerme celosa? Para empezar, a mi no me gusta Jack". Mire al chico y sentí unas profundas ganas de darle una bofetada por haberse dejado besar por Nemea, pero luego pensé en que estaba inconsciente y que además podía recibir besos de quien quisiera.
Sali de la enfermería a la dos horas, sin duda era el momento de irme a dormir, mañana era sábado.
Jack
Desperté con el sonido de los pájaros anunciando el amanecer, aun no había abierto mis ojos pero sentía que había alguien sentado al lado de mi cama en un sofá pues había oído como lo hacía. No recordaba nada, solo haber luchado contra Nemea y... o si la transformación, pero después nada, no se si gane o perdí el combate. Abrí con esfuerzo los ojos y mire a mi derecha, donde esperaba encontrar a Quirón, Fenrir, Jor, incluso a Aracne pero en ese lugar, en ese lugar estaba Victoria.
-¿Victoria?
La chica dio un pequeño bote, creo que la había asustado y se giro para mirarme pues estaba leyendo algún libro de la biblioteca. En sus ojos encontré confusión, creo que no pretendía estar el día que levantaba.
Victoria: Om si, venia a ver como estabas para no dejárselo todo a Jor y a Fenrir.
En ese momento no pude evitar reírme, me parecía una excusa muy vaga, pero enseguida mi risa fue interrumpida por mi cansancio.
Victoria parecida molesta, muy molesta y se levanto para dirigirse a la puerta.
-Espera, quiero decirte algo.
Victoria paro, y giro para mirarme a los ojos.
-Gracias, gracias por preocuparte por mi.
Victoria
No, no, no esto no debía estar pasando, porque demonios tenia que despertar a la semana ¿No se suponía que serian dos? sea como fuere el chico había dejado de reírse como un retrasado y ahora estaba agradeciéndome mi cordialidad, supongo que no hay nada malo en eso.
-No es nada Jack...
En ese momento debería haber dejado de hablar pero sencillamente no pude.
-Pero has sido un idiota, debes tener mas cuidado con tu poder, podrías hacerte daño de nuevo.
El chico se sorprendió en un primer momento y después me dedico una agradable sonrisa.
Jack: Gracias a que me he hecho daño como tu dices por fin me hablas con algo de simpatía.
En ese momento solo podía pensar en lo cálida que era su sonrisa y en que no entendía en absoluto su situación.
-Jack, eres un dragón, y yo un unicornio, no podemos ser amigos, los dragones quemáis, nosotros curamos, los dragones sois guerreros, nosotros intentamos ser pacíficos, por mucho que insistas eso no cambiara es nuestro instinto.
Jack asintió, parecía comprender lo que decía.
Jack: Sin embargo, somos los últimos de nuestras respectivas especies, no hay ningún unicornio que te vaya a juzgar ahora, y yo, yo no lo hare tampoco.
Sus mejillas se tornaron algo mas rojizas y es muy posible que las mías estuvieran igual. Desde lo mas fondo de mi, no pude evitar dejarme llevar por el corazón por un momento y decir:
-En eso tienes razón.
El chico parecía sorprendido y orgulloso de que le hubiera dado la razón y simplemente dijo.
-Entonces ya somos amigos.
ESTÁS LEYENDO
El Instituto La Santa Irial
FantasiaEsta historia cuenta con referencias a "Memorias de Idhún" y a la mitología nórdica y griega, sin embargo ,la historia se entiende por si misma y no es necesario conocer de ninguna de las referencias para entenderla. Una historia de criaturas duales...