A donde tú voz me lleve

S2 CAP 2

A partir de la llegada de Oikawa todo empezó a moverse demasiado rápido, tan rápido que mi mente no lograba asimilar la cantidad de cosas que había logrado como solista y como parte de un grupo de k-pop. Desde nuestro debut como GPlaneT, hasta lo último que me había sucedido que era mi canción como solista. Cuatro años y medio después y no éramos consideradas BlackPink, pero sí nos iba bastante bien con cada nueva promoción y especialmente me había ido bien con la única canción que mi agencia había aprobado de mi autoría que se convertiría en mi debut como solista.

Por otro lado Tooru rotaba por Asia e Europa en partidos amistosos y en preparación a la V-League de Volleyball, lo veía una dos veces por semana pero eso era suficiente para ambos, suficiente para saber que seguíamos cerca el uno del otro, siempre incondicionalmente, sin fallas ni perjuicios.

Lo más bonito de aquello es que en nuestras horas de descanso, dentro de esas cuatro paredes, seguíamos siendo los mismos de siempre. Y que alivio, que paz... pero como todo no puede ser perfecto en la vida de alguien, siempre sucede algo, cuando menos los esperas.

– Tooru...

Susurré mientras me agarraba del marco de la puerta, muy mareada. Como era de esperarse, no pudo oírme desde la cocina. Lo último que supe fue el golpe seco de mis rodillas contra el suelo.

...

Me giré y me hice un ovillo, me dolía mucho la cabeza y un poco las rodillas... carraspeé y alcé la mano para llegar al vaso con agua que me hacía ojos desde la mesa de noche.

A rastras y con una incomodidad insoportable noté que estaba canalizada, pero seguía en la comodidad de mi cama. ¿Qué carajos? ah... me desmayé. Pero igual no tenía ningún sentido, porque teniendo en cuenta todo lo que había hecho como idol ninguna dieta y ninguna coreografía habían sido capaces de derrumbarme de esta manera, claramente me cansaba como cualquier persona normal, pero nunca así... Papá estaría decepcionado, esta no es la hija sana que crió.

Cogí la bolsa con el líquido del que me tenían canalizada con una mano, y arrastrando la pierna de la rodilla que más me dolía llegué a la sala en donde Oikawa parecía mortificado.

–¿Por qué no está la luz encendida Tooru? ¿Pasa algo?

Se giró a verme y enseguida noté que tenía el alma en los pies, abrí los ojos y me acerqué al sofá para tomar asiento.

–¿Tengo algo grave? ¿Por eso estás así?

Negó y me tomo con ambas manos la cara.

–Haremos lo que tú quieras, ¿okay? sí... yo no tengo palabra aquí...

–Tooru me estás asustando, por favor dime qué pasa

Mi voz ya sonaba un poco desesperada, ¿a qué demonios le estaba dando tantas vueltas?

–Apenas oí el golpe de tu caída te puse sobre la cama y llamé a tu manager, el llamó inmediatamente a un médico que a simple vista dijo que solo había sido un desmayo pero aún así te pinchó el brazo como 8 veces para sacarte sangre...

Giré ambos brazos y efectivamente, tenía curitas en ambos. Volví a verle la cara y siguió hablando.

–Descartó varias cosas que ya no recuerdo el nombre pero Umi... preciosa... estás embarazada.

Comenzó a darme un ataque de hipo, me agarré en cuello de la camisa, sintiéndome aprisionada, sofocada, nerviosa, cualquier emoción que una mujer embarazada debe evitar a toda costa.

–¡¡¿Quéhip...qué haship... qué has dichohip?!!!

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¿Me tomé mi tiempo para volver, no? lo siento por eso. De antemano también agradezco a las(os) que esperaron por tanto tiempo este capítulo.

Un poco brusco, lo sé, pero quiero llevar la historia por este lado.

Espero, como siempre, que les haya gustado el capítulo y también, como siempre, recibo sugerencias que me ayuden a mejorar y a complementar la historia.

¡Las(os) quiero mucho!

Por último, créditos a la o él artista que hizo la imagen del capítulo, que no sé quien es porque en la descripción no decía. (La saqué de Pinterest)

¡Adiós! besitos.