Friends • SoonHoon •

I am under your control

La tarde se hacía presente con un descenso de la temperatura y la bajada del sol temprano lo cual indicaba que ya habían pasado mucho tiempo trabajando y quizás era hora de irse.

—Pediré que los lleven a sus casas.—mencionó Soonyoung mientras acomodaba sus cosas.

—No esperaba menos de Kwon.—una gran sonrisa estaba implantada en el rostro de Junhui.

Jihoon quería irse rápido de aquella casa antes de que se lanzara hacia los brazos del castaño. Él podría estar tranquilamente guardado sus cosas, pero su mente le gritaba que estaba en la misma habitación con el hombre que quería, que fuera a sus brazos y le rogara porque no lo dejara nunca más.

—¿Vamos?—Jihoon miró a Junhui con su mochila puesta y listo para salir.—andas más distraído de lo normal, vamos Lee nos esperan.

—De hecho.—la voz de Soonyoung era relajada.—tengo algunas cosas que hablar con Jihoon.—la cara confundida del bajito le hizo sospechar al mayor.—el auto te espera a ti.

—¿Estarás bien?—Jihoon asintió con duda a la pregunta de Junhui.—entonces te veo mañana.

Soonyoung como buen compañero y dueño de la casa lo acompaño hasta la salida, esperando a que el auto se fuera para regresar al interior de la casa y enfrentarse a Jihoon.

—¿Ahora si hablaras conmigo?—la voz del castaño sorprendió a Jihoon quien se encontraba sentando en uno de los sillones.—Junhui no estará aquí para salvarte ni enojfir que me hables.

—Junhui no lo impedía.—el tono frío del bajito era algo que lastimaba al mayor.

—Yo no planee que esto pasará, jamás pensé que me tuviera que ir por días.—Soonyoung intentaba ser muy claro con el otro.—me moría por regresar y verte, pero siento que tú no querías lo mismo.

—Te fuiste sin decir nada.—la fría distancia que Jihoon estaba marcando era demasiado evidente, pero al menos su tono de voz ya había cambiado.—aquel día solo me dejaste ir.

—No tenía forma de comunicarme.—respondió el alto.

—Te llevaste a Jeon no puedes decir que no tenías como comunicarte.—Jihoon tenía una mirada triste que intentaba ocultar viendo el paisaje por el gran ventanal de la casa de los Kwon.—yo no quiero siempre estar compitiendo con el, sé que siempre ustedes han sido unidos y yo no puedo contra eso.

—¿Competir? Eso jamás, Wonwoo es mi mejor amigo y la persona en la que más confío.—Soonyoung tomo por los hombros al bajito para hacer que lo viera.—pero al único que realmente quería tener a mi lado era a ti, te necesite todos estos días.—con temor de ser rechazado el castaño acaricio la mejilla de Jihoon quien no hizo nada por alejarse.

—No sabes lo mal que me sentí aquel día donde por alguien más me enteré que te habías ido con alguien más y lo peor sin considerar en lo más mínimo que yo estaba aquí pensando que no era suficiente como para estar a tu lado.—Jihoon dio un paso atrás buscando sentirse de nuevo seguro de sí mismo, pero en cambio sintió el frío de estar lejos del alto.

—Eres todo lo que necesito.

Soonyoung dio un paso hacia Jihoon para atraparlo entre sus brazos, ya no quería hablar más solo quería demostrarle que todo lo dicho era cierto. Él se tomó su tiempo para recorrer el rostro del bajito, su piel tan tersa era un placer para el castaño, sus ojos brillaban como nunca y lo miraban fijamente, en ese momento al tenerlo tan cerca ya no hacía falta nada pues teniendo a Jihoon ahí, en sus brazos lo tenía todo.

—¿No es aquí donde nos besamos?—Soonyoung no pudo evitar no sonreír ante el comentario del bajito.

—Quiero dejar en claro que eres todo lo que necesito, eres realmente por quien puedo seguir.—Jihoon le creía y su corazón también, si bien había pasado días terribles por su ausencia, pero no podía evitar amarlo.—jamás dije que sería sencillo estar conmigo, pero te ruego que no me dejes ahora.

—Jamás.

Con un solo beso Jihoon estaba rendido ante Soonyoung siempre lograba bajar todo tipo de defensa que tuviera, sabía que aquello era peligroso y más después lo que habían pasado, pero nada importaba en ese momento pues era suyo.

El mundo podía acabarse y a ellos no les importaría pues teniéndose el uno al otro nada más debía tener su atención.