On that cold rainy night

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—No todo gira a tu alrededor Kwon.—Jihoon quería evitar a toda costa mirar al otro.—no todos morimos por ti.

—¿Alguna vez lo hiciste?—Soonyoung no sabía qué quería conseguir preguntando aquello.—¿te llegue a interesar?

Jihoon no resistió más y lo miró encontrándose con la mirada intensa de Soonyoung.

—¿Habría algún cambio si algún día me gustaste?—Jihoon agradecía porque su voz aún era estable aún estando bajo la mirada del alto.

—Quizás.—Soonyoung se había acercado más Jihoon.—aquí es cuando nos besamos.

—No lo harías.—murmuró el bajito.

—Nadie lo sabría, pero ocupas decirme que te gusto.—la mano de Soonyoung acariciaba el cabello oscuro del otro.

—Siempre me has gustado.—Jihoon no podía creer que de sus labios había salido aquello.

Una sonrisa adornaba todo el rostro del castaño, él jamás se comportaba de aquella forma con nadie, pero Jihoon era como una pausa de su complicada vida. Jamás había besado a nadie e imaginaba que el bajito tampoco.

—¿Vas a besarme?—pregunto Jihoon casi como una súplica.

Soonyoung no estaba seguro de lo que hacía en ese momento y mucho menos había estado en sus planes tener su primer beso con Lee Jihoon, el raro de la universidad, el chico listo.
Todo parecía ir más lento en ese momento y todo estaba tan tranquilo que parecía un chiste, el más alto se dedicaba a ver cada parte del rostro de Jihoon hasta que termino en sus labios y sin pensarlo más lo beso. Era el beso más torpe de la vida pues los dos era inexpertos en aquello, pero les gustaba.

—Soonyoung.—aquel beso había terminado en cuanto se rompió la paz del lugar al escuchar la voz del señor Kwon, ambos se habían alejado intentando parecer normales.—aquí estas.—Soonyoung miro a su padre con un elegante traje gris y su cabello perfectamente acomodado.—y con compañía.

—Estamos haciendo un trabajo.—respondió fríamente Soonyoung.

—¿Ya comieron?—una sonrisa amable apareció en el rostro del señor Kwon.

—Sí, ahora queremos seguir trabajado.—Jihoon se sentía bastante incómodo estando en medio de los Kwon.

—Claro.—el padre de Soonyoung los observó un momento más antes de desaparecer de su vista.

Claramente el ambiente era tenso y difícilmente podría volver a ser cómodo. Jihoon no sabía toda la historia de porque Soonyoung tenía una relación tan mala con su padre, pero seguramente era algo demasiado fuerte pues el hijo miraba con bastante desprecio al padre.

—Hay que seguir y después te llevo a tu casa.—dijo Soonyoung mientras iba al otro extremo del lugar.

El tener a Jihoon en el equipo había sido lo mejor para Soonyoung pues él se estaba encargando de casi todo y confiaba en todo estaba perfecto pues siempre le iba bien en todo, y aunque varias veces intento ayudar el pequeño no lo dejo así que solo se quedó viéndolo mientras trabajaba. Aún no podía creer que lo había besado y no entendía porque lo había hecho si jamás había sentido algo por el a decir verdad pocas veces lo hacía en su vida.

—Jihoon.—el bajito no respondió, pero Soonyoung sabía que lo escuchaba.—me gusto.—Lee sonreía un poco.—pero nadie debe saberlo.

—Claro, quieres mantener tu reputación y no dejarías que alguien como yo lo arruinara, eres el rey de la universidad.—extrañamente Jihoon sonaba dolido.

—No no.—Soonyoung se había acercado al bajito, casi estaba encima de él.—no lo decía de esa forma.—sus miradas se habían encontrado.—quiero tenerlo todo contigo, pero quiero mantenerlo privado, por tu bien.

—¿Por mi bien?—el mayor acariciaba la mejilla de Jihoon y eso no lo hacía pensar bien.

—Eres del tipo que te gusta pasar desapercibido.—Soonyoung quería explicarle de la mejor manera al otro para no herirlo.—hacer público nuestra relación solo causaría que te dieran demasiada atención.

—¿Estamos en una relación?—preguntaba Jihoon incrédulo.

—No lo sé, solo no quiero volver a sentirme solo.

Soonyoung le dio un corto beso esperando que el bajito no sugiera pensando que se avergonzaba de él o de lo que sentían.

—Será nuestro secreto.—susurro Jihoon.

—Solo será por un tiempo, hasta que encuentre cómo decirlo sin que te afecte.—prometió el castaño mientras Jihoon sonreía.

—¿Volverás a besarme?

—Te daré todos los besos que quieras, pero debes prometer que solo serán míos.—ambos sonrieron.

Ninguno de los dos entendía bien cuál sería su relación ni entendían bien los términos pues no se habían declarado como pareja realmente, solo estaban siguiendo la emoción que sentían y sus decisiones eran tomadas por la adrenalina del momento. Les gustaba la idea de tener algo en secreto.

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