No sé si quiero que leas esto,
no quiero que sepas que
me cerré durante mucho tiempo,
tenía miedo de volver a enamorarme
y a querer a alguien que no fuera yo misma.Tenía miedo de volver a querer
y a darlo todo hacia una persona
de la que no estoy segura de si
ella hará lo mismo que yo.
Tenía miedo de destruir
el muro que construí
y me ayudó a sanar
mis heridas con el tiempo.Pero como todos sabemos,
el amor es como un huracán
del cual no sabes en qué
momento exacto volverá a aparecer
y cuan de peligroso será
hasta que llega el momento
de enfrentarse a el cara a cara,
hasta que lo miras de frente
y te interrogas a ti misma,
a tu corazón de si vale la pena
o no correr el riesgo de querer de nuevo,
de aceptar las nuevas heridas (o no)
que te causará entrar de nuevo a la partida.Y piensas,
y te dices,
que todos merecemos un momento,
un motivo de felicidad en nuestra vida,
que vale la pena tomar el riesgo,
vale la pena salir de nuestra jaula personal
porque necesitamos encontrar la luz,
la luciérnaga (que se fueron) que tanto buscábamos,
que tanto anhelamos en nuestro día a día
que nos acompañará cada noche,
en cada momento difícil,
en los momentos de alegría,
siempre a nuestro lado.Porque no queremos estar tristes más,
porque no queremos ver todo a escalas de grises,
queremos que vuelva el sol y que se vaya la lluvia,
la tormenta dentro de nosotros.Porque queremos que deje de doler,
que las heridas que llevamos
y nos arañan la piel desaparezcan
y se queden en el pasado,
que sean sólo eso,
recuerdos, moralejas
y lecciones que nos ha dado la vida.Y por todo eso y más.
Quiero volver a sentir,
a dejarme llevar.
Quiero adentrarme al huracán
y dejar que lo que tenga que pasar pase.Y por eso,
estoy de vuelta al huracán.
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Querencia
PoetryYa no soy la escritora que dibujaba tus labios en mi cuaderno, ya no eres aquel cuadro que veneraba como si fueras la octava maravilla del mundo. Ya no hay pintura que se atreva a dibujar El beso que me dabas al despertar, al amanecer y al a...