Arma de doble filo

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Como un arma de doble filo,
tan satisfactorio y tan doloroso a la vez.
Así es com el corazón
nos lleva a la ruina
(o a la salvación).

Nos eleva al cielo
cuando el suelo quema
y nos lleva al infierno
cuando más nos aferramos a él.

Un dolor agridulce
que a penas se nota.

Una ilusión que empieza a crecer
y a ser mucho más notoria
cada vez que ves aquellos ojos
que no dejan de brillar
en ningún momento.
Cuando notas que sus manos
esta vez sí encajan con las tuyas
como las piezas de un puzzle,
hechas a medida.

Cuando la media naranja
de la que todo el mundo habla
deja de tener sentido y
empiezas a creer únicamente
en la felicidad y en
el torbellino de sentimientos que tienes,
cuando todo aquellas sensaciones
son buenas, reales, verdaderas.

Es ahí cuando dejas el miedo de lado
y dejas que la ilusión entre por
la puerta de tu corazón,
sin saber muy bien el qué pasará.

Pero da igual.
No importa.
Ya no.

Porque esta vez sí.
Esta vez sí voy a creer en el.

Amor.

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