XI

1 1 0
                                    

Y aunque cada día trate de hacerme la fuerte,
hay noches como las de hoy en que ya no puedo más.

Todas las emociones y remordimientos
que guardo cada día dentro de mí, salen sin parar,
como una bomba, como un torbellino,
como una tormenta que no quiere parar
y que con el tiempo va a peor.

Y aunque me trague todo lo que quiero decirte
hay días en que no puedo más.

Porque todo me afecta de una manera u otra.
La tormenta invade todo mi ser,
la lluvia se convierte en granizo que no deja
de golpearme con cada recuerdo o sentimiento
que llegaron a dolerme tanto.

Intento ser fuerte.
Ganarle la batalla a los demás,
a aquellas personas que no dejan
de criticar todo lo que hago.

Intento dejar de lado todo lo malo
pero he tocado fondo,
no puedo más.

Y me prometí a mi misma no volver a llorar
por nada ni por nadie,
a serme fiel y a quererme
tal y como soy.

Pero a veces,
todo vuelve,
todo choca contra mí.

Y necesito gritar,
llorar y decir que no puedo más.

No puedo seguir haciéndome la fuerte
la que sonríe por todo
la que no le importa nada
cuando es todo lo contrario.

Porque cuando tocas fondo,
necesitas saber por qué te lastimaron
pero sabes que no tendrás respuesta alguna
y eso es lo que más nos atormenta
en nuestros pensamientos.

Eso es lo que no nos deja ser libres del todo.
Eso es lo que nos hace prisioneros de nosotros mismos.

QuerenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora