El último deseo (Dofía)

ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ 7

Dos semanas pasaron para Dove y Sofía, quienes tuvieron que seguir como si nada hubiese pasado tras ese beso, al menos eso hizo ver Dove, quien había evitado a Sofía por los pasillos de Carrington University. A pesar de ello, clara estaba una cosa, y era que ese beso habría hecho volver parte de la magia que seguiría existiendo entre ellas. Quizá todo era complicado y antes tendría que pasar un tornado para que luego todo volviera a la normalidad; para que estas almas volvieran a unirse, pero si bien se sabe: algo que está destino a ser; que nace desde el corazón, nunca acaba por desaparecer, ni por más largo y lleno de piedras que esté el camino.

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POV DOVE

Hoy era sábado, había despertado temprano para hacer ejercicio, comer sanamente y hasta había ayudado a recoger mi propio cuarto. En realidad, mis planes normalmente eran esos todos los días, me hacía sentir de alguna forma bien. En ocasiones entraba al despacho de mi padre y le ayudaba a organizar algunos papeles, yo solía ser muy organizada y allí siempre había algo qué hacer. Hoy no fue la excepción.

—Chlo... —Jay había tocado, antes de entrar al despacho y observarme sospechosamente—. ¿Qué haces aquí?

—Acomodando unas cosas.

—Pero si tú detestas este lugar.

—No lo detesto.

—Como digas. —Se sentó frente a mí—. ¿Tienes planes para hoy además de hacer todo el trabajo a Alicia?

—Hablas como si no hiciera nada más que esto.

—Pues hace mucho que te veo que no sales de casa ni haces otras cosas.

—Pues porque ahora tengo diferentes intereses. —Me crucé de brazos.

—Haré como que te creo. —Suspiró y subió los pies sobre un banco—. Vengo aquí porque quiero salir...

—¿Y a mí qué me dices? No soy papá.

—Lo sé, pero... reprobé algebra y papá no quiere que salga y me quitó la tarjeta de crédito.

—Apruebo la emoción.

—¡Chlo!

—¿Qué? —Sonreí hermosamente.

—Que quiero ver a alguien hoy en la noche...

—Dianne.

—Sí...

—Jay.

—Por favor, quiero verla y eres la única capaz de convencerlo y decirle que saldré contigo. Ustedes las chicas siempre usan esos métodos de "niña de papito" y esas cosas.

—¿Y yo qué gano?

—No es de ganar, es de que tu hermano quiere salir y no vivir una vida tan aburrida como la tuya. Además, puedes venir, te vas a divertir, tus amigas Sarah y Dianne van a estar allí.

—Ellas no son mis amigas...

—Ayúdame, por favor. Papá no debe saber que salgo con Dianne.

—No entiendo por qué no le dices la verdad.

—¡No! Sabes cómo es, quiere saber todo y no quiero que luego la rechace como te rechazó a So-

—No te atrevas a decirlo.

Mi celular timbró y Jay lo agarró antes de que yo pudiera hacer algo.

—¿Con que "Joey King"?

—¡Dámelo ahora mismo!

—"¿Quieres hacer algo hoy?" —leyó y sonrió—. Hermanita, tú no pierdes el tiempo.