ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ 𝟷𝟹

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SOFÍA

Dove pasó el resto del fin de semana en mi departamento, no hicimos nada que no fuera ver películas juntas, y luego la llevé a casa. Las cosas iban bien, el fin de semana fue como si todo hubiera vuelto a la normalidad. No significaba que hubiera olvidado todo, pero una gran parte de mí ya la había perdonado. Y de algo que nunca habría dudas, era del amor que nos teníamos.

Hoy regresábamos a clases luego de todo el desastre que hubo el fin de semana, ahora me sentía más confiada de volver a la escuela, en especial porque iba a ver a Chlo. En lo único que habíamos quedado fue en que íbamos a actuar normal; preferimos hacer como si todo estuviera normal, y fuera de la escuela seríamos ella y yo.

Aunque en la mente no podía dejar de pensar en una cosa: Joey King. No le había contado a Chlo todo lo que me había dicho, antes debía estar segura de mis sospechas. La primera iniciaba en cómo Joey supo de Sabrina, la segunda fue en si sus intereses eran otros cuando se trataba de Dove. Por un momento entre la discusión de la fiesta, me quedé pensando en cómo metió a Chlo y a Sabrina en una misma cosa y luego quiso acusarme a mí por su muerte. Dove tampoco me había dicho algo y ahora también pensaba en si ella le habrá dicho algo.

Flashback

—Ya le dijo mi hija que no tiene nada que ver con la muerte de esa jovencilla —peleó el señor Hosterman, al detective que se encargaba de la muerte de Sabrina Carpenter.

—Escuche, señor Hosterman, necesitamos únicamente que su hija nos diga dónde escondió el arma. Tenemos testimoniales que están seguros de haberla visto caminando detrás de China McClain justo antes de dispararle a la señorita Carpenter.

—¡¿Testimoniales?! —gritó el señor Hosterman, golpeando la mesa del enojo que sentía—. Los Hosterman no somos asesinos. Lo demandaré con difamación.

—¿Tiene alguna acción judicial previa para decir que la señorita Hosterman realmente estuvo ahí? —preguntó el abogado de los Hosterman.

Dove se mantenía callada, no podía decir nada, tenía miedo, no solo por ella, sino que sabía que esto no la afectaría solo a ella.

—Ya les dije a ambos que tenemos testigos.

—Pues tráigalos, los quiero contrainterrogar.

—Me temo que fueron anónimos, no podemos darles esa información por su seguridad. —El detective vio a Dove—. Escucha, si nos traes el arma, quitaremos los posibles cargos a los que te están acusando. Solo queremos que esto termine y llegar al fondo de ello.

—Mi hija no dirá nada. —El señor Hosterman se levantó—. Nos iremos a juicio.

—Pero papá.

Dove sintió un nudo en la garganta. ¿Cómo sería capaz de confesar algo así de grave cuando no había sido capaz en meses de decirle la verdad a Sofía? Por eso lo juró, juró que le diría, no ahora, pero juró que iba a vengar la muerte de Sabrina y después de ello le contaría todo a Sofía y luego a la policía.

—¿Cómo te fue? —Jay abrazó a Dove, una vez llegaron a la casa después del interrogatorio.

—No estoy segura. Solo sé que no tienen pruebas de nada. ¿Y a ti cómo te fue?

—Les dije que no sabía nada, pero parece que alguien me vio cerca ese día.

Flashback dentro del flashback – El último deseo: continuación

Jay venia caminando con el bate de beisbol luego del entrenamiento, cuando Sabrina apareció, y sin darse cuenta se estrelló con ella.

El último deseo (Dofía)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora