hermano.

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Jiang Cheng.

Activaron el código RESUS** por el altavoz, anunciando el arribo de por lo menos 5 personas heridas por armas de fuego. Jiang Cheng, siguiendo las indicaciones de su padre, había ocupado una sala y estaban en espera a que Wei Ying se alistara para atender en otra. Los dos pacientes más graves serian intervenidos por ellos.

Cuando los paramédicos entraron, comunicando el estado de la paciente que le correspondía a Jiang Cheng, jamás se imaginó que sería la misma Wen Qing.

Había sido el anestesiólogo, quien había intubado a la paciente el que reconociera a su colega de trabajo.

Jiang Cheng sintió su suelo desmoronarse. Según el reporte de los paramédicos, Jiang Cheng ya había prácticamente perdido la esperanza en salvarla, para el seria solamente el caso de una desconocida que no lo había logrado. No es que fuera inhumano, jamás en la vida, pero uno, al ser médico, aprendía a valorar y estudiar la situación de los pacientes, el uso de recursos y la calidad de vida de ellos tras cualquier evento.

Si su paciente desconocida, a la cual ya le habían dado RCP por más de 25 minutos, y había perdido más de un litro de sangre, lograba sobrevivir, quedaría como un hermoso vegetal postrado en cama, que generaría el uso de materiales, colocación de estomas, desgaste lento y agotador de su mismo organismo y de su familia hasta finalmente fallecer.

No era indiferente al dolor de la familia, pero siempre había preferido arrancar los curitas de un solo jalón que de muchos pequeños, alargando la pena.

El anciano que intubó, para mantener la vía aérea permeable y el cerebro oxigenado fue el que anuncio con rostro pálido y los ojos brillosos de un llanto retenido.

-Doctor... ella... ella es la Doctora Wen...-

Aquellas palabras congelaron el corazón de Jiang Cheng. Su cerebro corrió a mil. Pidió tantos paquetes de sangre como le autorizaran, soluciones expensaras de volumen, abrió la carne de su pierna que alojaba la bala, ¡había tanta sangre!

Cuando finalmente Wen Qing había caído en paro, Jiang Fengmian fue el que detuvo a su hijo, que seguía dando compresiones de manera desesperada al cuerpo sin vida de su cuñada.

¡No podía morir! Ella no debía morir... tan solo a un par de puertas más allá, Wei ying estaba operando a otra persona, dando todo de sí para cumplir con su deber de médico... él no podía fallar.

-A-Cheng... ya basta... declárala-

Obstinado, el joven niega mientras continua dando compresiones, ya no tan rápidas, ya no tan profundas, su cuerpo comienza a cansarse y el sudor perla su rostro pálido, el uniforme quirúrgico esta obscenamente manchado de sangre.

-¡A-Cheng...! –

Su padre le ha gritado y eso llama la atención del joven, quien finalmente se detiene y le mira con locura en los ojos almendrados. Niega incapaz de declarar la hora de la muerte, se quita el gorro y la falta de aire hace que prácticamente se arranque la bata quirúrgica desechable, ve la cubeta de patada y vomita el poco contenido de su estómago entre arcadas profundas, gimoteos dolorosos y respiraciones agitadas.

Tenía años que su padre no lo abrazaba como lo hace en ese momento. Acaricia su cabeza como cuando era un pequeño de 8 años al que felicitaba por un logro, es una pena que en esta ocasión lo haga para consolarlo.

Jiang Cheng se resguarda en los fuertes brazos de su padre y su garganta duele cuando grita, quebrantado por el dolor.

Es Jiang Fengmian quien declara la hora de la muerte de A-Qing. Con sollozos silenciosos, varias enfermeras recogen el material quirúrgico, desconectan equipos, cubren el cuerpo delicado y frio ahora sin vida.

También es Jiang Fengmian quien le da la mala noticia a Wei Ying. Y justo como minutos antes con su hijo, también consuela al chico que adoptó amorosamente. Cuando Wei Ying pierde el conocimiento, es el quien le hace compañía y tan pronto como su muchacho pide ver el cadáver de su esposa, es el quien está a su lado.

Jiang Cheng no sabe cómo demonios fue que se pudo bañar. Todo es un borronazo de eventos, salir del quirófano, cambiarse, reprimir el grito desesperado que exige desgarrar desde lo más profundo de su corazón su garganta temblorosa.

Corre.

Aunque está prohibido correr dentro del hospital, por medidas de seguridad. Jiang Cheng corre. Atraviesa los pasillos y sale al lobby donde va y prácticamente se choca contra alguien que estúpidamente también venia corriendo.

Jiang Cheng cae de sentón sobre su culo y es inevitable que un par de amargas lágrimas boten de sus ojos anegados.

-mis disculpas... no estaba poniendo atención al camino...- el interlocutor ayuda a Jiang Cheng a ponerse de pie, levanta el pequeño maletín que llevaba con él y entonces el médico pone atención.

-¿se encuentra bien?- unos ojos color avellana, anegados en lágrimas le miran gentilmente. Es ridículamente estúpido que dos hombres, pasados de los 30's se choquen en un lobby y ambos estén prácticamente llorando.

Jiang Cheng asiente sin más y sale corriendo de ahí, queriendo huir de aquella horrible pesadilla.

No le da importancia que en el suelo se ha dejado su gafete de trabajo y la billetera botadas.

** Esta explicación será laarga pero solo es para aclarar esta parte...

El código RESUS es una alerta que se activa en los hospitales y en cada país puede variar el nombre, pero el propósito es la identificación y el actuar rápido durante este tipo de emergencias, cabe aclarar que en todos los hospitales hay diferentes tipos de códigos.

En este caso, el RESUS habla del arribo masivo de pacientes en estado crítico. Para los que no tengan ni idea de cómo es el movimiento en una sala de urgencias les daré una explicación breve:

Un paciente de urgencias puede llegar por sus propios medios, es valorado y de ahí lo canalizan a la zona que compete su atención, es decir, puede ser desde un tratamiento en casa, una hospitalización, una cirugía o alguna interconsulta especifica. En este caso, Wen Qing y Lan Zhan están llegando en ambulancias, ya hay un reporte previo de su estado, la prioridad por emergencia es atenderla a ella que es la paciente más grave.

Por eso es Jiang Cheng el que la opera, recordemos que Wei ying está terminando la apendicectomía. Los paramédicos dan prioridad a la atención médica que a la identificación de la paciente, la mayoría de las personas que llegan en una situación así, lo hacen como desconocido 1 o como X1, x2, x3... sucesivamente.

Cuando le dicen a Jiang Cheng el estado en el que está llegando la paciente desconocida 1, su parte clínica, aquella que ya tiene experiencia en urgencias, sabe que lo más humano para ella y para los familiares es hacer un único esfuerzo para valorar si su condición es compatible con la vida o no, era obvio que no. Pero Jiang Cheng involucra sentimientos y emociones porque ella es la esposa de su hermano, no le importa gastar materiales, sangre, equipo humano.

Una de las características de una RCP o reanimación cardiopulmonar es que las compresiones en el tórax sean fuertes, rápidas y profundas para hacer que el corazón siga trabajando y lance sangre a todo el cuerpo, por si no lo saben, es super cansado hacer eso, yo solo he logrado hacer 3 ciclos seguidos de 20 compresiones en 40 segundos y enserio, me empape de sudor... Wen Qing ya estaba muerta y Jiang Cheng prácticamente hasta el cansancio, quiso resucitarla.

Imagínense la culpa que carcome su corazón. Por un lado sabe que ya no era una vida viable y que si por algún extraño milagro llegará a quedar viva, seria en estado vegetativo, por otro sabe que rompió la ética profesional al gastar recursos por un familiar. Todo un caos.

Si tienen alguna duda o no fui clara, con gusto pueden dejarme un comentario y con gusto respondo.

Segunda oportunidad.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora