Mi cabeza daba vueltas...algo últimamente no iba bien con Judit, y no sabía el porqué. Decido ir a su casa, hablar con ella, quizá porque será mejor que seamos amigas, porque cuando algo no tiene futuro, mejor dejarlo, aunque antes mi pensamiento era luchar, ahora ella no tiene interés por nada, simplemente pasa de mí. Duele ver esto después de tres años.
Llegando a su casa, saco las llaves del bolso, solía tener las llaves de casa de Judit porque solía estar arriba y no se enteraba de mucho. Abro la puerta. Y cuál fue mi sorpresa. La ropa interior de Judit tirada por abajo, pero no era sólo de ella. Siento a Judit gemir, y una voz muy cerca de ella gritaba más todavía. Subo arriba y me encuentro lo peor de mi vida. Judit y Ana. Lo sabía, joder, y no era de ahora, si no de mucho tiempo.
-ZORRA DE MIERDA. -Digo gritándole.
-Elena...escucha...-Me dice poniéndose algo de ropa.
-Déjame en paz, no me hables jamás. -le digo tirándole un cojín que encontré en el suelo.
-Eh, tú, gilipollas de mierda, vuelves a insultar a mi novia y te juro que te quedas sin pelo. -Qué decía? Su novia?Ana no me caía bien, pero al decirme esto me dieron ganas de partirle la cara.
-A ti nadie te ha dado vela en este entierro, zorra. -Digo lanzándole una mirada asesina. Ana y Judit eran pareja. Y yo todo este tiempo como una gilipollas, haciendo el tonto, Judit era la culpable. Até cabos y me di cuenta de porqué Judit pasaba tanto tiempo con ella.
-Elena, cálmate. Estás fuera de quicio. -Me dice esbozando una sonrisa falsa.
-Mira Judit, ni me llames, ni me hables, ni nada, vale? Olvídame, no quiero saber nada más de ti en tu asquerosa vida. Voy a ser feliz en otros brazos, no quiero saber nada que tenga que ver contigo. Zorras, seguid que me marcho.- Y aproximándome al cuadro que tenía Judit conmigo, y acércandome a la puerta lo tiro contra el suelo hasta romperlo. Salgo de esa casa y rompo a llorar, había sido estúpida, era una cornuda gilipollas. Llevaba mucho tiempo siéndolo y no me daba cuenta. Pero me acordé de ella, de Malú. Y ahora más que nunca iba a luchar por ella. Porque he encontrado la respuesta. La quiero conmigo para el resto de mis días.
Saco mi móvil, y la llamo. Necesitaba tenerla cerca.
-Cari, dime. -Dice con esa voz sexy.
-Ven a mi casa, por favor. Mi madre está en el hospital con mi padre, luego iré a verlo.
-Eso está hecho bonita. Te encuentro rara, qué ha pasado?-me dice con un tono de preocupación.
-Te cuento cuando vengas. -Y dándole la dirección de mi casa, colgamos.
No habían pasado ni 10 min de llegar a casa yo, cuando llaman al timbre. Abro y me la encuentro, con esa sonrisa que me mataba. Me lanzo a ella y comienzo a llorar.
-Ei, ei, qué ocurre mi vida. -Me dice cerrando la puerta. La guio a la planta de abajo, donde pasaba los días. Y nos sentamos en el sofá que tenía.
-Malú, soy una cornuda, desde hace mucho tiempo. -Digo llorando.
-Que...qué pasa?-dice con la voz temblorosa. Le cuento todo lo ocurrido, y me abraza, muy fuerte, puedo sentirla muy cerca y eso me reconforta. -Olvida a un personaje así, lucha por todo aquello que te saque una sonrisa, mi vida, no por lo que te haga llorar. -me dice besándome la frente.
-Malú, me he dado cuenta de que quiero compartir el resto de mis días contigo, que eres la única que me hace sentirme con verdaderamente soy, eres la niña de mis ojos. Que lo que pasó ayer fue lo más bonito de mi vida, que te quiero, y que eres eso que no quiero perder jamás. -Se le caen dos lágrimas de los ojos.
-Alguien que me quiere de verdad...que me respeta, y que me mima. Te necesito porque me valoras mi reina. -Era tan bonita. Quería vida. Vida junto a ella. Porque era eso, mi vida.
-Ven aquí mi amor. -Y siendo yo la que se acerca a ella, la beso. Me corresponde con un beso muy suave, pero intenso, su lengua hace maravillas en mi boca. Sus besos me volvían loca, esta mujer era impredecible, increíble.
-Esto...no he desayunado...y veo aquí un bombón como tú...me dan ganas de hacerte de todo. -Me dice mordiéndome el cuello. Sube a mi oreja y la muerde, me susurra cosas que mi cabeza no asimila en es ese momento. Me ponía, me ponía muchísimo.
-No me digas eso por favor. -Y sin darme cuenta se me escapa un gemido. Noto que se excita y que quema, quema muchísimo.
-Para porque me mojo si haces eso. -Y entonces no aguanto más.
Me acerco a ella, mucho más, le muerdo la oreja, y gime, suspira. La coloco encima mía, desabrocho su pantalón y acaricio su zona íntima. Gime en mi oído. Entonces, sin quedarme atrás le digo algo que hace que la saque de sí.
-Entonces...será mejor que pare un poco...te encuentro acelerada. -Le digo con una mirada pervertida.
-Hazlo ya, por dios. -Me dice acelerada.
Y lo hago, introduzco uno de mis dedos en ella, haciendo que grite. Mis embestidas son grandes, enormes, pero paro en seco, quiero ponerla a prueba, me encanta. No aguanta, la saco de sí. -Por dios, sigue!-Me dice con la cabeza hacia atrás. Y lo hago. Subo hasta su boca y la beso mientras sigo con mi tarea. Le susurro, y no la dejo gemir porque la beso cada vez que lo hace. Le muerdo de nuevo la oreja, muy fuerte. Empieza a temblar y un grito de placer enorme me confirma que había tenido un orgasmo. Era increíble de qué manera lo había tenido. Estallido de placer era corto comparado con lo que acababa de pasar. Era increíble hasta en el sexo.
-No puedo contigo nena. -Me dice exhausta. -Nadie puede conmigo. -Digo levantándome. Me coge del brazo, y me empieza a dar besos por el cuello.
-Ahora me toca a mí. -Me dice acariciándome la barriga. No llegaba a tocar mi intimidad porque sabía que me excitaba más. Justo cuando iba a hacerlo el sonido de mi móvil lo impide. Debía cogerlo, podía ser algo de mi padre.
-Sí?-Digo descolocada todavía. -Mamá..que ya voy vale? Sólo ha pasado una hora, joder. Le cuelgo borde.
-Fea, qué ocurre?
-Mi madre, que vaya al hospital, que si blablablá. Dios, esta me la paga. -Le digo mientras me dirijo al baño y me lavo las manos. Malú hace lo mismo que yo, riéndose.
-Cariño, lo que te pasa es que tu calentón es exagerado. -me dice besándome.
-Já já. Qué risa. -Digo cogiéndo las llaves.
-Vamos anda, que te llevo al hospital. Dame un besito porfi. -me dice riendo.
-No, no hay beso, por lista. -Y salimos de casa.
-Enfad...-La callo con un beso.
-Te sirve, no? Pues ya. -Y sonriendo como nunca me acaricia el brazo. Llegamos al hospital y cuál era mi reacción al ver a la persona que menos podía ver en este momento. No, no quería.
-Estoy contigo, mi vida.-Me susurra Malú.
Y en se momento me doy cuenta de que estoy enamorada, enamorada de Malú.
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~Un asalto al corazón~
RomanceNovela ficticia, creada con todo el respeto y admiración hacia la cantante Malú. Elena, una chica un tanto especial, jugará un papel muy importante en su vida.