Reencuentro inesperado.

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-Mamá, ya estoy en casa!-Le grito. A pesar de que nuestra relación no era especialmente buena, la echaba de menos.

-Ay, hija, vienes muy pronto. -me dice.

-Mamá, llevas 2 semanas sin verme, y vengo pronto. Te juro que odio cada día más vivir en esta puta casa. Si vivo es por Papá, porque está enfermo y no se merece darle disgustos. Una voz de hombre hace que pare de hablar.

-Laura, cariño, ven para la cama. -Veo a un hombre de unos 40 años, desnudo. No podía ser. Mi madre se los estaba poniendo a mi padre.

-Esto...Antonio...ahora voy.

-Vergüenza de tenerte como madre. Eres una puta. Aprovechas que papá salga para tirarte a otro, eres asquerosa, de verdad, te odio, te odio!- Digo llorando. Salgo de casa sin esperar respuesta, me dirijo a casa de Judit, me había vaciado por el camino con mi llanto. Echar de menos a mi madre? Le importaba una puta mierda. Era una zorra, eso era.

Llego al piso de Judit, vivía sola, y no me iba a vivir con ella porque mi padre estaba muy enfermo del corazón. Y cuando discutía con mi madre, se alteraba mucho. Era policía jubilado, por su enfermedad. Vivíamos en una casoplón, lo admito. Tenía la planta baja, para mí. Gracias a mi padre, que quería que no me sintiera agobiada, lo quería a rabiar.

Llamo al timbre, y me abre mi niña, tan guapa como siempre.

-Mi niña, te he echado de menos. -me dice dándome un beso largo, con ganas. Seguido de un abrazo.

-Sabes? Eres lo más bonito de mi vida, todo sin ti se hace nada. -Rompo a llorar.

-Oye Ele...qué pasa?-me dice sujetándome la cara. Le cuento todo lo ocurrido con mi madre. Ella flipa.

-Tu madre es gilipollas, cariño.

-Lo se...por eso no pienso volver a casa esta noche, mi padre está en el barco, pescando, y no volverá hasta mañana porque le encanta dormir dentro. -le digo sentándome en sus piernas.

-Esta noche no duermo sola?-Me dice dejándome besos por el cuello. Me estaba dejando mal, muy mal, sabía mis puntos débiles.

-Lo dudabas? -le digo susurrandole y mordiéndole la oreja después. Sabía que le ponía, muchísimo, y era gracioso.

-Para Ele, que no me hago responsable.

-Sh, calla. -le digo mordiéndole el labio. Eso acababa de matarla. Sin pensárselo dos veces se había puesto encima mía. Consiguió hacer que tocaramos el cielo, y de qué manera. El movimiento de sus dedos me volvía loca, muy loca. Estallar era poco en ese momento.

-Jugar con fuego es malo-Me susurra colocándose encima mía.

-Ts...puta morenaza. -le digo dándole un beso suave.

-Te quiero idiota. -Y con besos, nos quedamos dormidas profundamente.

-BUENOS DÍAAAS!-Me dice gritándome. Judit y sus despertares. Yo y mis despertares, todo un show.

-Coño que manía! Déjame dormir!- le digo metiéndome bajo la cama. No encuentro respuesta, dónde estaba? Esta mujer...estaba fatal. Siento A Prueba de Ti sonar a todo volumen. Me levanto de un salto, y me viene a la cabeza lo vivido con Malú. Judit la seguía algo menos que yo, pero le gustaba.

-Te ha dado por la marcha desde por la mañana?-Le digo riéndome.

-Cada día descubro que estoy a prueba de ti. -Me dice dándome un beso.

-Esto...Judit, vamos a hablar un momento, vale?-le digo mientras me siento en la mesa bebiéndome un trago del café.

-Dispara.

~Un asalto al corazón~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora