Only the brave • Larry Stylinson [AU]

I.

" Ten cuidado con lo que deseas,
      se puede convertir en realidad. "
–Oscar Wilde.

Marzo 07, 2020. Londres.

Todos los que estaban dentro de su vida, le decían cuan especial era; que su mirada, sus facciones o su forma de ser. Lo hacían sentir hermoso pero, nunca lo entendió, nunca comprendió el tremendo apoyo que siempre recibió desde pequeño.

Desarrolló una sorprendente personalidad, una autoestima alto, claro, pero recordemos que cada uno tiene su límite. Hay momentos en que se llega a perder por distintos motivos y en el caso de Louis Tomlinson, era por su orientación sexual.

No entendía porque tenia que existir personas externas que lo quería ver mal, destruido e indefenso. Odiaba que lo insultaran.

¿Por qué no simplemente seguían con sus vidas? ¿por qué no se preocupan de ellos mismos y lo dejaban en paz?

Louis con el tiempo aprendió a ignorar y no dejar que nada lo atormentara.

Creció de la mano de su hermana Elizabeth, ya que sus padres murieron cuando era muy pequeño. Ella se encargó de educarlo con amor y respeto, siempre le decía las cosas como son, sin agregarles decorativo, le hacia ver la vida como era y lo hacia aprender a afrontarla solo, porque no en todo momento iba a estar ella y Louis se lo agradecía de todo corazón.

También estudió para ser chef, pero mencionar que la vida no le a sido muy favorecida en ese trabajo, nunca le salían las cosas como quería. Aunque tratara de verle lo positivo a la situación, le era complicado.

Empezando el día aproximadamente a las siete de la mañana, miró su reloj con cierto desagrado pero luego solo soltó un suspiro, no le quedaba de otra.

Era el primer día de clases en el colegio donde comenzaría a trabajar, una pequeña cafetería que se encontraba en este.

Era algo raro que siendo chef, empiece a trabajar sirviendo mesas, pero todo tenia una explicación. 

–Hey, Rachel. –saludó Louis son una sonrisa a su amiga y compañera de trabajo que se encontraba en el mostrador de la cafetería.

–Hola, Louis. –dijo ella respondiendo también con una sonrisa.– ¿Listo para el primer día?

–Claro que si, hoy los chicos entran a su primer día de clases, este lugar estará muy lleno. –dijo mientras acomodaba sus pertenencias en un casillero largo que se encontraba a un lado del mostrador.

–Esperemos que si, no quiero que pases un mal momento en este lugar. Prefiero estar mil veces aquí que con el hijo de puta de nuestro antiguo jefe.

Louis soltó una mueca.

–No me lo recuerdes, de solo pensar en ese hijo de puta me dan ganas de golpear algo.

La cosa era así; Louis estuvo trabajando en un restaurante durante algún tiempo. Todo resultaba de maravilla; los clientes estaban a gusto con su comida, siempre recibía muy buenas críticas y el restaurante se llenaba sorprendentemente gracias a su trabajo y estaba feliz por eso.

Pero no todo resultó bien cuando un hombre  reclamó diciendo que no podía comer algo que había preparado un homosexual.

¿Ósea que mierda? ¿Cuándo sería el día en que no pase por eso? La respuesta es nunca.

–"Quizás que le echaste."

–"¿Y te lavaste las manos en todo momento?"

–"De solo verte caminado de esa forma se me pierde todo el apetito."