Only the brave • Larry Stylinson [AU]

III.

  " Intenté ahogar mis dolores,
      pero ellos aprendieron a nadar. "
–Frida Kahlo.

Y ahí estaba Harry fuera del departamento de Louis, dándose el valor de si tocar o no tocar la puerta.

¿Que estaba haciendo? ¿Porque había aceptado la invitación de Louis? ¿Porque se ponía nervioso?

Tantas preguntas surgían por su cabeza en ese momento.

Cuando se dio la vuelta listo para irse de ahí, se escuchó la puerta del departamento abrirse y se pudo ver a un Louis vestido de forma casual que acomodaba su cabello hacia un lado.

–Harry. –dijo Louis con una sonrisa y luego alza una ceja.– ¿Porque no tocabas?

Harry lo miraba de forma nerviosa y Louis bajo la mirada hacia las manos de Harry dándose cuenta que traía una botella de vino.– Que detalle, muchas gracias. –dijo acercándose a él y tomando la botella de vino.- ¿Vas a entrar o te tomo de la mano y te obligo a entrar?

Harry se tocaba el cuello de forma nerviosa y luego de unos segundos asintió con la cabeza entrando al departamento viendo cómo Louis le sonreía y lo miraba de reojo cuando Harry entraba. Una vez dentro echaba una que otra mirada a el hogar de Louis.

No era un departamento tan grande pero se veía cómodo; las paredes de color blanco acompañado de cuadros donde se podía apreciar fotos de Louis posiblemente de los viajes que a hecho a lo largo de su vida, ya que en uno notó la torre eiffel y en otro el taj mahal. También se encontraba una pequeña cocina al fondo, le seguía un comedor de seis sillas y más cerca de la puerta estaba la sala de estar donde se encontraba un gran sillón de cuero acompañado con una mesa de centro.

–Ponte cómodo, Harry. –dijo Louis mientras iba a la cocina.– Traeré unas copas, espérame un momento.

Harry asintió y luego se sienta en el sillón mientras juega con sus manos nervioso. Notó que en la mesa de centro había un cuadro donde se podía ver a Louis junto a Lucy y Santiago sonriendo, lo que le llamó la atención fue ver que en el hombro de Louis se encontraba un pequeño mono.

Sonrió tomando el cuadro para poder mirarlo con más detenimiento.

–Esa fue cuando viajamos a México. –dijo Louis una vez que había salido de la cocina con dos copas en las manos. Harry al escuchar su voz deja el cuadro en su lugar rápidamente y Louis soltó una risa.– Hombre por favor, tienes que relajarte.

– Uhm, si. Lo siento. –dijo recibiendo la copa que Louis le había extendido.

El oji azul lo miraba de reojo con una sonrisa en su rostro y abrió la botella de vino para luego echar un poco de vino en ambas copas.

–Entonces, cuéntame. –dijo Louis mientras tomaba un sorbo de la copa y se sentaba al lado de Harry.

Harry tomó un sorbo del vino y luego de relamió los labios para disfrutar más el sabor de este.

Necesitaba hablar con alguien y no tenía a nadie en la ciudad. Se sentía demasiado solo, desde que Carol se fue tenía una vida demasiado aburrida, del trabajo a la casa y viceversa. No hablaba con nadie, prefería cerrarse en su mundo.

–Bueno... –dijo mientras agachaba la mirada.– Hace seis meses, mi esposa me dejó.

Louis abrió los ojos de par en par y no pudo evitar sonreír. En ese momento agradecía que el oji verde tenía la mirada baja para que no notara su alegría en ese momento. Se aclaró la garganta antes de decir algo y deja la copa en la mesa de centro.

–Uhm, ¿porqué? ¿qué pasó? –dijo Louis apoyando la cabeza en la parte superior del sillón sin dejar de mirar a Harry.– digo, si se puede saber.