Mew Suppasit y Gulf Kanawut son una pareja inmensamente feliz. Años después, esa felicidad se ve truncada debido a un grave accidente de tráfico en el que la memoria de Gulf se ve seriamente afectada. Esto hará de ellos dos extraños, por lo que les...
Los días pasaron y también las semanas y mientras Gulf siguió teniendo sueños donde Mew era el principal protagonista y que luego plasmaba en su libreta, el abogado siguió entre juicios, cigarros y cerveza para apaciguar sus terribles y solitarios demonios.
El moreno ya no estaba seguro de nada, ni tampoco sabía el orden que esas imágenes que lo asediaban, por lo que prefería no contárselo a sus padres y mucho menos a su marido, por aquello de que le daba miedo que este se ilusionara y quisiera recuperar una mutua vida pasada, la cual él no tenía ninguna intención de vivir por el momento.
Sentía como si esos recuerdos fuesen fotografías de otras personas, aunque él se reconocía en ellas, no recordaba posar tan feliz junto a el guapo hombre de hermosos ojos.
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Tanto el neurólogo como el psicólogo que llevaban su caso, cada vez estuvieron menos esperanzados en su recuperación pues todo dependía de la disposición de éste, la cual era casi nula.
El moreno se autobloqueaba por miedo a "lo desconocido" y en sus sesiones en cuanto escuchaba el nombre de Mew, se negaba a concentrarse y relajarse para intentar recuperar sus recuerdos.
De nada sirvió la insistencia de los profesionales y de sus progenitores, Gulf se negaba y cerraba en banda, escondiéndose tras una infantil pose.
Tras seis meses de terapia y múltiples recuerdos desordenados en su cabeza, el moreno seguía viviendo con sus padres en su casa a pesar de que su marido había insistido, junto con sus médicos y progenitores para así poder avanzar y adaptarse a una vida juntos.
Gulf decidió emplear su tiempo en algo productivo, así que comenzó a estudiar nuevamente, ya que al no recordar nada de su etapa universitaria, seguía teniendo el mismo sueño de convertirse en maestro.
Aunque estudiaba en casa, de vez en cuando acudía a clases de oyente en la misma Universidad donde se había sacado la carrera, al mismo tiempo de Mew se había sacado la suya.
A pesar de que recorrió los pasillos del lugar, respiró el mismo aire e incluso recibió saludos de muchos profesores que aún lo recordaban, ningún recuerdo pasado volvió a su mente.
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Por su parte, el abogado pensaba en su esposo cada día, intentando mantener el contacto mutuo, aunque no era todo lo que le hubiese querido, por aquello del miedo a las reacciones de este.
Aún así, Mew se acostumbró a esa vida solitaria pues entendía el bloqueo que el moreno ante esa situación pero también tenía la esperanza de que este algún día recuperase sus recuerdos al fin.
Sin embargo muchos intentaron tener algo con él pero él no cayó en nada de eso pues a pesar de que no estaba junto a su esposo, seguía completa y profundamente enamorado de él.
Eso era por parte del abogado pero por el lado de Gulf no estaba la cosa tan segura, ya que quizás todo podía llegar a cambiar pues el olvido y la distancia, podrían dejar entrar a terceras personas en el corazón del moreno y eso lo aterraba y mortificaba cada día.
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