Extra.

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Habían pasado dos semanas desde que Tamaki y tu se habían casado. Ahora estaban con Nejire y Mirio en una reunión de amigos en su nueva casa.

—Yo siento que debes de coger chido,pero que has de besar culero —Le dijiste a Tamaki,quien literalmente sacó el café por la nariz.

Después de que se recuperara se sonrojó levemente y suspiró.

—N-Nos podemos besar sin problema
—Murmuró,haciendo reír a Mirio y Nejire.

—Es que en la boda,en la boda sin querer le toqué el pulpo a Tamaki y neta,una vergota enserio-

La peliazul se comenzó a reír junto con el rubio.

—¡L-La cara de Tamaki! —Gritó Nejire,poniendo sus manos en su estomago.

Miraste a Tamaki,quien estaba sonrojado,haciéndose chiquito en su lugar.

—Ya mi amor —Sonreiste tomando sus mejillas,besando su frente.

—N-No digas eso,me da v-vergüenza
—Susurró,mirándote con ojitos de perrito,poniendo sus manos sobre las tuyas,acariciandolas con cuidado— T-Te quiero...

—Y yo a ti,Tamaki.

Media hora después sus invitados se fueron y ambos se fueron a dormir,pero no podías evitar hacerle una broma,sacudiste a Tamaki,despertándolo levemente.

—Mi amor —Susurraste,evitando reirte— Mi amor,tienes que irte,hay viene mi marido.

Se despertó levemente,sus ojitos estaban un poco cerrados,su nariz roja y su cabello aun más revuelto,que hasta incluso te dio penita despertarlo.

—¿Qué? —Susurró adormilado.

—Hay viene mi marido tienes que irte,anda,tienes que irte.

Cuando se levantó se puso su bata de dormir,tomó las llaves de la casa y saltó por la ventana y tu estabas cagada de la risa,te asomaste por la ventana viendo como un tentáculo estaba en la pared,te tiraste a la cama para seguirte riendo cuando escuchaste la puerta principal abrirse y alguien subir las escaleras. Después abrió la puerta,te diste cuenta de que tenia pedazos de pasto en el pelo.

—Hay mi amor perdón —Susurraste quitándole el pasto del pelo.

—Yo soy tu marido —Dijo mientras te abrazaba por la cintura con cuidado.

—Lo se —Susurraste mientras reías levemente,acomodando con cuidado sus cabellos.

—Estaba tan dormido —Murmuró caminando hacia la cama contigo aun en brazos.

—Perdón —Soltaste una risita al momento que te recostó en la cama,quedando arriba de ti— ¿Te pegaste? Tienes las mejillas calientes.

Negó con la cabeza. Ahogaste un quejido cuando sentiste los labios del azabache sobre los tuyos moviéndolos con rapidez,arqueaste levemente la espalda apretando las sabanas debajo de tus manos,rasgandolas levemente por tus uñas largas. Siguieron hací un buen rato,separándose de vez en cuando,estabas segura de que tus labios estaban hinchados y levemente rojizos.

Por inercia,abriste las piernas debido a una pequeña incomodidad,jadeando en silencio al sentir como se metía entre tus piernas,levantando levemente tu cuerpo hasta que tu trasero terminó encima de su pelvis. Mordiste tus labios con la intención de retener los jadeos involuntarios por los leves roces.

—¿Qué te he dicho de las bromas hací? —Te preguntó con la voz algo ronca.

Negaste con la cabeza. Jadeando cuando sentiste como apretaba tu cintura,sabiendo que seguramente quedaría una marca.

¿Me vas a amar después de mis Canciones? [Tamaki Amajiki]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora