Narra Emily
Abro la puerta de mi casa y entro. Mi mamá esta en la cocina y en cuanto me ve me saluda.
- Hola, hija. ¿Como estas?
- Bien, ¿y tu?
- Bien. - suspira. - Hoy no vamos a poder ir de compras ya que me llamaron hace unos minutos y me dijeron que tendré que ir a trabajar hasta el final del día.
Suspiro y le digo.
- Esta bien, no te preocupes. - me sonríe, coje su bolso, me da un beso en la mejilla y se va.
Me sirvo un jugo de pera y subo al cuarto. Prendo la computadora y me pongo a revisar las redes sociales. Entro a Facebook y después de unos minutos me llega un mensaje de Derek.
"Derek: Por favor Emily. No voy a pedir que vuelvas, solo necesito aclararte algo."
Bueno...
"Emily: Esta bien. Dime"
"Derek: Necesito decírtelo en persona. Mañana después del instituto, ¿ok?"
"Emily: Ok"
Mañana será un día difícil.
Alguien toca el timbre.
- Pero yo no estoy esperando a nadie. - me digo a mi misma.
Bajo y abro la puerta a la visita no esperada. Abro los ojos como platos cuando veo que es Johnny.
- Hola. - me saluda con una sonrisa amistosa, lo que es bastante raro. Mayormente el usa una sonrisa seductora para hablar con las mujeres, pero ahora veo que el solo quiere ser mi amigo.
- Hola. - les saludo. - ¿Que te trae por acá? - le pregunto confundida.
- ¿Me dejaras pasar? - me dice ignorando mi pregunta. Eso me quilla.
- No, hasta que me digas para que viniste.
- Ok. - suspira y mira el suelo. - Vine a invitarte a pasear un día conmigo. - me mira con cara de esperanza de que acepte, pero yo no pienso hacerlo.
- No, gracias. - le digo enojada. - Ahora te puedes ir.
El me mira confundido y después dice.
- El sábado, en el parque central, a las 5:30. - sonríe. - Se que vendrás. - me guiña el ojo y se va.
Yo me quedo parada en la puerta como una estupida pensando en ¿que fue eso?
Sacudo la cabeza para quitar mis pensamientos raros, cierro la puerta y vuelvo a subir a mi cuarto.
Cojo mi laptop y me siento en la cama. Tengo un mensaje nuevo. De... ¡Alicia!
"Alicia: ¡¡¡Mujeeeeeeer!!! Voy a volver a vivir con ustedes en California."
¡Dios mío, que noticia! Alicia es mi mejor amiga desde que tengo memoria. Siempre éramos muy unidas. Pero un día sus padres tuvieron que irse a vivir a Australia. Paso un año desde que ella se fue y por fin regresa.
Ella es hermosa. Tiene el pelo rubio y ojos tan azules que parece que usa lentes de contacto de este color.
"Emily: ¡¡No te imaginas cuanto me alegro!! Me imagino que se quedaran en mi casa por un tiempo, ¿no?"
"Alicia: Siii"
"Emily: Tengo muchas noticias. Te las contare cuando llegues."
"Alicia: Ok :)"
***
Ya son las 10 de la noche y mi mama no ha llegado todavía. Qué raro. Parece que de verdad tiene mucho trabajo. Eso me alegra y me aterra al mismo tiempo. Me alegro porque no tenemos problemas económicos, pero me da miedo que le pase lo mismo que a papa.
El trabajaba aun mas que ella. Siempre venia cansado, estrezado, pero nunca lo ha demostrado. Siempre me trataba de la mejor manera y no me llenaba la cabeza de las cosas de los adultos.
Un día el llego mucho peor de lo normal. Mi mama lo llevo al medico a regañadientes y el doctor dijo dos palabras que me arruinaron la vida.
"Tiene cáncer" - dijo el doctor.
Me acuerdo de ese día como si fuera ayer. Ya han pasado dos años y todavía lo extraño. Quisiera tenerlo al lado mío ahora.
Mis ojos se llenan de lagrimas ante ese recuerdo y me las seco rápidamente ya que alguien toca el timbre.
"Espero que sea mama" - pienso.
Abro la puerta y es ella. Feliz, bella y joven.
- Hola, mama. ¿Por que llegas tan tarde? - le saludo y ella entra. Cierro la puerta.
- Mi jefe últimamente me esta llenando de trabajo. No se porque. - me dice con una voz cansada.
- Pues vete a dormir. Se nota que estas agotada. - le digo.
Ella me sonríe y dice.
- Te pareces tanto a tu padre. - le sonrió y la abrazo.