Sin retorno

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Día 11

Hoy es sábado. Dylan se despierta alrededor de las 8 am y baja para tomar su café de la mañana. Su boca está saboreando el espumoso capuchino incluso antes de entrar en la cocina. Cuando llega allí, se detiene y parece perturbado por lo que encuentra: Yue ha invadido la mesa de la cocina con materiales para hacer manualidades; está concentrada dibujando algo y hay lápices de colores, sellos, pegatinas y papeles por todas partes.

"Ejem... Hola... ¿Qué es todo esto?", el ordenado y limpio Dylan no entiende lo que está sucediendo.

"¡Oh, hola! – Yue lo saluda con una sonrisa de "perdóname" en su rostro culpable. – Estoy haciendo tarjetas para mis estudiantes, familiares y amigos. Los extraño y quiero hacérselos saber... Ayuda con el encierro..."

Mmm... ¡Eso es tierno! Dylan piensa mirándola y reflexionando sobre sus buenas intenciones. "Bueno, es un lindo gesto; la cosa es, que te has apoderado del lugar, y necesito desayunar, así que... Tenemos que buscar otra solución".

"No tengo espacio en mi habitación. Mi escritorio es pequeño y ya está lleno de cosas de trabajo, y mi computadora".

"¡Ajá! ¡Escritorio! – Dylan exclama levantando el dedo índice. – ¡Ven conmigo!"

La ayuda a recoger los materiales y la lleva a su estudio. "Aquí; puedes usar la mitad de mi escritorio. Es tan grande y nunca uso ese lado de todos modos".

"¿Estás seguro? Quiero decir, es muy generoso de tu parte, pero eres tan organizado y ordenado... ¿No te importaría mi desorden?"

"Em, ¿qué tal si te doy un cajón para guardar todas tus cosas una vez que termines por el día? ¿Puedes manejar eso?", pregunta con una expresión inteligente.

"Claro. Gracias", responde ella dudosa sobre la situación.

Yue se conmueve de que él esté dispuesto a compartir su estudio, su escritorio, y una gaveta con ella... Todos los prejuicios que tenía sobre Dylan han desaparecido lentamente. Ha sido más que amable con ella hasta ahora, no ha habido ninguna razón para ser cruel con él, ni un pretexto para sentir alejarlo. Tal vez ser amigos no es tan malo. Es un tipo interesante, estoy segura de que será entretenido ser amigos... ¿Qué tan arriesgado puede ser?

Dylan deja a Yue trabajando en sus cartulinas y regresa a la cocina para desayunar. Después de unos minutos grita: "¡Shen Yueeeee! ¡Ven aquí!"

"¿Ah? ¿Me está llamando? Eso es raro... ¿Qué quiere?"

Como tiene curiosidad, procede a la cocina de inmediato. Allí, Dylan le presenta una hermosa taza de capuchino con espuma a forma de hoja y corazón: "¡Ay, es tan hermoso! ¡Es una pena beber esto! ¿Es para mí?"

 Allí, Dylan le presenta una hermosa taza de capuchino con espuma a forma de hoja y corazón: "¡Ay, es tan hermoso! ¡Es una pena beber esto! ¿Es para mí?"

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Dylan asiente con la cabeza mientras está disfrutando de su propio café y ella puede ver en sus ojos que está sonriendo detrás de la taza. Está orgulloso de su creación.

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