Peligro

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Día 13

Dylan no durmió mucho, como era de esperar. Baja a la cocina y encuentra a la hermosa Yue bebiendo una taza de té caliente. Todavía está nevando afuera, y ella parece disfrutar del calor su té mientras admira el clima helado desde la ventana.

Dylan la saluda y finge que está conforme con esta situación, pero su corazón se involucra más con cada mirada, cada contacto, cada sonrisa. Un sentimiento aterrador lo invade cuando hace su capuchino de la mañana y contempla a Yue: ¿Y si ella no siente lo mismo? Sí, últimamente parece cómoda estando a mi alrededor, pero ¿qué significa eso?

Sin saber cómo proceder, decide seguir la corriente y ver qué pasa.

"¿Cuáles son tus planes para hoy?", pregunta casualmente.

"Em, no mucho. Quiero descansar. Debería limpiar, pero el clima es tan relajante que no logro encontrar la energía..." se ríe.

"Sí, yo también..."

Hay un silencio incómodo durante un par de minutos: ambos esperan que el otro sugiera hacer algo juntos. ¿Cómo pueden hacerlo sin sonar pegajosos o desesperados?

De repente, los dos respiran profundamente y dejan salir algo al mismo tiempo:

"¿Te gustaría...?"

"¿Te gustaría...?"

Se ríen...

"Las damas primero..."

"Bueno, ¿te gustaría jugar Scrabble? Tengo otros juegos de mesa también..."

"Vale, me encantan los juegos de mesa, aunque no soy particularmente bueno en Scrabble. Siento que voy a la derrota segura teniendo en cuenta que eres profesora de inglés, pero bueno..." A este punto, él haría cualquier cosa con tal de estar con ella.

"¡Voy a portarme bien contigo!", sonríe Yue con viveza.

"¿De veras? Por alguna razón, no creo que lo hagas..."

"Oh, ¡vamos! No soy la chica mala que pensabas que era, ¿verdad?"

Dylan sonríe. No estaba hablando del juego.

Dylan y Yue pasan el día jugando juegos de mesa, cartas, viendo la televisión y coqueteando sin darse cuenta. Se divierten y transcurren cada minuto del día juntos, excepto cuando la naturaleza llama, y entonces uno de ellos dice: "¡Volveré enseguida!" y el otro piensa ¡Apúrate!

¿Quién podría haber imaginado que el extraño que evitaron durante tanto tiempo sería la persona con la que más se llevarían bien?

Por la tarde, Dylan le dice a Yue que quiere preparar la cena para ella, una especie de primera cita oficial, a pesar de que él no lo dice así. Ella está de acuerdo y se lo hace saber con una enorme sonrisa en el rostro. Ningún hombre ha cocinado para ella, sobre todo porque nunca dejó que nadie se le acercase demasiado. Por alguna extraña razón, Dylan es diferente para Yue; él es distinto de cualquier otro hombre que ha conocido antes; hay algo especial en él. Ella no sabe lo que es, simplemente se siente a gusto con él, de buen humor, incluso cuando no hacen nada relevante.

Dylan cocina apasionadamente. Pone su corazón en sus creaciones; además, también quiere impresionar a Yue. Se están acercando y eso le gusta. No puede olvidar el efecto que sus labios tuvieron en él. Con ella, cada experiencia, cada reacción, es única; pero se mueve lentamente, tratando de no asustarla. Yue le ha dicho muchas veces que no está buscando una relación. ¡Menos mal que no ha mencionado sus visitas nocturnas! Tal vez estaba dormida después de todo...

Yue se percibe que cocinar es algo que Dylan realmente disfruta y parece sobresalir en ello. Hace pollo con miel y ajonjolí, verduras salteadas y arroz frito, e incluso el postre, todas especialidades de él. Los olores invaden la casa y Yue no ve la hora de probar la comida que se le ha prohibido ver hasta ahora.

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