Un monstruo

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Día 14

Dylan se levanta, aunque no pudo dormir mucho. No podía dejar de pensar en Yue, sus labios, su cuerpo, su sarpullido...

Apenas se alista, va a verla a su habitación y la encuentra aún durmiendo. ¿No tiene que trabajar?

"Shen Yue, ¿cómo te sientes? ¿Estás mejor?", pregunta sentado a su lado en la cama, queriendo darle un beso de buenos días, pero su salud es más importante en este momento.

Yue entreabre los ojos y mira a Dylan. Los medicamentos que le dio la marearon un poco y tuvo que llamar al trabajo para decir que no daría sus clases porque no podía levantarse de la cama. Además, le tomó una eternidad dormirse después de ese beso alucinante... Nunca ha sentido su estómago retorcerse de esa manera y su corazón martillar como anoche. ¿Quién iba a lograr dormir después de eso?

"¿Cómo está la alergia?" Dylan pregunta preocupado.

Yue saca sus brazos de debajo de las sábanas y se los muestra: parecen estar mucho mejor y Dylan se siente algo aliviado. Le dice a Yue que descanse y que le traerá el desayuno en la cama. "No tienes nada de qué preocuparte. ¡Estoy yo aquí!"

"Gracias, doctor..." ella dice bromeando con un tono débil.

Yue está conmovida por su cuidado, realmente es un buen chico. Por lo menos el abuelo Wang no la obligó a casarse con un ogro, eso tiene que admitirlo.

Dylan pasa el día chequeando a Yue, llevándole comida y bebidas calientes, y además estudiando para su máster. El semestre está a punto de terminar y necesita concentrarse en los últimos dos exámenes.

Terminando la tarde, Yue finalmente se siente lo suficientemente bien como para salir de la cama. Baja a la sala y encuentra a Dylan viendo la televisión, está esperando una cena que ha ordenado porque no tuvo tiempo para cocinar una gran comida hoy.

Cuando Yue se une a Dylan, llega la comida.

"Oye, ¡te ves mejor! ¡Me alegro! ¡Y llegas justo a tiempo para cenar! Ven aquí, pedí para los dos... ¡Sin semillas de ajonjolí! Espero que no seas alérgica a nada más..."

"No... - se ríe ella. – Lo siento por no decírtelo."

"Lo que importa es que ahora estás bien."

"Gracias por cuidar de mí."

"Ni lo digas", responde Dylan con un guiño.

Comen sentados en el suelo frente a la televisión, viendo un programa de comedia y riendo.

"¡Solo te gusta ver deportes, series de comedia y documentales médicos! ¿Podemos ver una película?"

Dylan la mira satisfecho con su petición, significa que quiere pasar más tiempo con él.

"¡Claro! ¿Cuál quieres ver?"

"Déjame ver..." Yue navega por el menú por un rato, pero esta indecisa sobre qué escoger.

"Sería bueno elegir algo antes de que nos durmamos..."

"Es que, no sé, es difícil elegir..."

"¡Solo pisa uno, Shen Yue! - se ríe. - ¿Qué tan arduo puede ser?"

"Muy bien, este entonces..."

"Si es una mala película, ¡tendrás que sufrir una penitencia!", dice Dylan fingiendo estar serio.

"¿Qué? ¿Qué tipo de penitencia?"

"Hmmm... Lo pensaré... Ven aquí, vamos a ver la película..."

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