Marcando territorio

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Lusi es una mujer curiosa, incluso entrometida, y pronto se da cuenta de que sus anfitriones no actúan para nada como un matrimonio: tienen habitaciones separadas y se comportan como vecinos durante el día, todos educados y amables, no muy normal en una pareja joven casada. ¿Dónde están las riñas tontas, los besos, la cercanía física que es típica de un muchacho que desea a su joven y hermosa esposa? Debería estar encima de ella todo el tiempo... Esta situación es muy extraña.

Lusi además es muy coqueta, es por eso que la tía Simone le dijo a Lusi que se quedara con Yue con la esperanza de que se ponga celosa, porque no hay duda de que Lusi empezará a coquetear con Dylan, ¿quién no lo haría? Es rico, guapo, inteligente, amable... Y así sucesivamente... '¡Tal vez esto ayudará a Yue ver de lo que se está perdiendo! ¡Yue necesita un empujón!' la señora Shen le dijo a su marido cuando se enteró de la situación de Lusi.

Y las madres rara vez se equivocan, especialmente cuando se trata de sus hijos.

Como era de esperar, Lusi no tarda mucho en encontrar una abertura, la grieta en la relación inexistente.

Pero, en primer lugar, nota a Dylan, este chico atractivo, pudiente, sofisticado y educado, que trata a Yue con respeto y casi un toque de devoción. Tal vez a él le guste ella, Lusi reflexiona, pero ella sabe que su prima es demasiado terca y orgullosa para ver lo que está justo en frente de su nariz. Yue nunca admitiría estar enamorada de un tipo guapo como Dylan. ¡Bien por mí! ¡Su pérdida es mi ganancia!

Así, en sus primeras horas con la pareja, Lusi se da cuenta de que el camino al corazón de Dylan, o a su cama, lo que suceda primero pues no es exigente, está despejado. ¡Que empiecen los juegos!

Primer paso: mostrarle lo deseable, pero linda y vulnerable, que es, artimaña clásica de los dramas que Lusi conoce tan bien; ¡esos interminables días de trabajo leyendo guiones y actuando no pueden haber si todos en vano!

Día 20

Tan pronto como llega la mañana, Lusi grita, llamando a Dylan para pedir ayuda. Dylan se asusta mientras se lava los dientes y corre a su habitación tan pronto como sea posible.

"¿Qué pasa?"

"¡Hay una araña enorme en mi cama! ¡Es negra y peluda y me tocó el brazo! ¡Ayyyy!", expresa la mujer traviesa, mintiendo descaradamente.

Esto debería ser suficiente para hacer que un hombre se sienta fuerte y servicial, rescatando a la damisela en apuros.

Dylan revuelve todo para tratar de encontrar la araña, pero lo único que ve es la sensual ropa interior de Lusi tirada en el suelo, casi puesta a propósito, y una foto de ella posando en la mesita de noche. ¿Viaja con una foto de sí misma? ¿Qué ridículo es eso? ¡Todos están locos en esa familia!

"No veo nada. Lo siento."

Lusi se ríe y flirtea en pijama.

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