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Entre las estrellas.

[...]

P.O.V; Starfire

Nos despedimos de mis amigos, no sin antes acomodar la comida y arreglar el comunicador en la sala correspondiente.

—Muchas gracias.—Dije por ultima vez, despidienome con un beso en la mejilla y un apretón de manos.

Me sentía mal, ellos habían hecho mucho por mi, por nosotros, y lo único que podía ofrecerles era un apretón de manos.

—¿Están seguros de que no quieren venir con nosotros?—Volvi a preguntar.

—Tamaran ya no es mi hogar.—K'tten nego por décima vez, igual que Orn y Depalo.—Nosotros seguiremos viajando por el espacio, aún hay lugares que no conocemos.—Abri la boca para decir algo, ella me detuvo.—Tenemos naves de contingencia.

Cerre los ojos y nege con una sonrisa.—Si alguna vez piensan en vacacionar, vengan a Tamaran o la Tierra.

—Esta bien.—Orn poso su mano en mi cabeza, en forma de despedida.—Ten cuidado con el teletransportador.

—De acuerdo.

Depalo me ofreció su mano, y eso fue todo. El era...diferente a cualquier cosa que hubiera conocido, con el no era necesario hablar.

Me subí a la nave y caminé por los pasillos que parecían de cristal. Uno de esos 'Deja Vu' vinieron a mi mente. La nave Starifre simpre perteneció a la casa real, y a cierta edad mi padre me enseñó a como manejarla, antes de que la guerra llegara a Tamaran. Me entere de que los Gorgonianos poseían la nave tiempo después.

Al llegar a la sala de navegación, los nervios florecieron nuevamente.

Si bien no podía verme, podía sentir mi cara roja de la vergüenza.

—Hola.—Salude, camiando hacia la silla principal.

—Esta nave es gigante.—Menciono Chico Bestia, amagando a tocar todos los botones.

—Estoy en el paraíso.—Me reí por lo bajo, viendo a Cybrog mirando enamorado las distintas funciones.

Sin darme cuenta choque con Robin. Voltee a mirarlo, y gire mi cabeza otra vez. Mi respiración era agitada y no podía parar de repetir en mi mente lo que había pasado.

—Hola.—Saludo.

—Hola.

¿En serio?¿No se me ocurría nada mejor?

Inconscientemente rose mis labios, y por un momento sentí el calor que emanaban hace unos minutos atrás. De verdad lo había hecho, el me había besado y yo a el. Eso significaba que me quería ¿verdad?

Raven carraspeo detrás nuestro, causando que diera un pequeño salto en mi lugar. Me pareció extraño que Robin grueñera muy disimuladamente.

—¿Podemos irnos antes de que Chico Bestia toque algo?—Cuestiono, poniendo una mano en su cadera de forma desinteresada.

—Umm, si...si.—Arregle mi cabello y procedí a sentarme.

Los chicos hicieron lo mismo, se sentaron en sus respectivos lugares. Gracias a que la nave era diez veces más grandes que la nuestra y en vez de tener cápsulas separadas tenía sillas en en cada parte importante de la máquina, como los propulsores o los cañones principales.

Viaje Interestelar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora