9.

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La realeza.

[...]

Están vivos, están aquí. Estoy aquí.

No podía verme, pero estaba segura de que tenían los ojos hinchados de tanto llorar. Y aún lo estaba haciendo.

Con algo de miedo toque el rostro de mi padre, que contaba con algunas arrugas en su frente, aún seguía con su cabello pelirrojo, largo y esponjoso, también su barba igual de roja. Mire a mi madre, y no pude evitar soltar un jadeo. Ella se veía igual desde la ulimta vez que la vi, solo que con el rostro algo hinchado por aver estado llorando.

—Estoy en casa.—Susurre, aferrandome más a ellos.

Estaba tan asustada, tenía miedo de enfrentarme a algo que no estaba segura de poder manejar. De gobernar, de dejar a los Titanes, a Robin.

Agradeci a X'Hal que ellos estuvieran ahora mismo abrazandome y que no estuviera imaginando todo esto.

Eso significaba que Blackfire estaba mintiendo, siempre lo había hecho. Me sentí tonta por haberle creído en un principio, pero gracias a esa gran mentira me había quitado la duda y al fin pude reencontrarme con mi familia.

—Te pareces tanto a tu madre.—Me reí entre lágrimas, porque era cierto.

Me separe de ellos momentáneamente, recordando con quiénes habia vendio.

Voltee a ver a Robin con una sonrisa y corri a abrazalo, entre lagrimas me aferre también a su cuello y el tomo mi cintura.

—Gracias.—Dije entre sollozos.

Ahora no me importaba en lo absoluto estar llorando frente a el.

—No tienes que agradecer.—El acaricio mi cabello.

—Gracias a todos.—Extendi mi brazo y lo demas se metieron formando un abrazo.

Me separé de ellos, dejando un espacio entre mis padres y los Titanes.

—Padres, ellos son lo Tianes, Titanes ellos son mis padres.—No pude evitar soltar una risita.

—Myand'r, Luand'r, Ryand'r.

Sonreí levemente al darme cuenta de que todos nuestros nombres temrinaban en "and'r", incluso Komand'r y Koriand'r.

—Yo soy Robin, lider de los Teen Titans, Raven, Chico Bestia y Cyborg.

Se quedaron en silencio, yo miré de reojo a Robin.

—Tienen que hacer una reverencia.—Murmure serca de su oído.

Abrieron los ojos en grande y lo próximo que hicieron fue inclinarse en señal de respeto hacia mi padre.

Myand'r dio un paso adelante y los hombres temblaron, ahora que están a unos pocos metros de distancia, se notaba la gran diferencia de altura y la masa muscular. El rostro serio de mi padre no ayudaba alivianar el ambiente.

—¿Ustedes son lo que trajeron a mi hija devuelta?—Preguntó, firme.

Robin trago saliva ¿acaso tenía miedo?—Si, rey Myand'r.

Su semblante serio fue remplazado por una sonrisa y sus grandes brazos atrapo a los Titanes en un gran abrazo.

—Lo de no inportarles el espacio personal es hereditario.—Comento Raven, claramente incomoda.

Viaje Interestelar.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora