Charlotte Wayne
Esto no está pasando.
Repetí una y otra vez en mi cabeza, no había experimentado tanta vergüenza desde el colegio, aquel día que mi padre había decidido que convertirse en un espía, no fue buena idea para mi primera cita con un chico. La sutileza y permanecer de incógnito no eran parte de Marshall Wayne. Arruinó mi cita con Bob, el pobre chico solo intento el movimiento de estirar el brazo en el cine y eso fue todo para que papá saltará de inmediato.
La vergüenza no vino de inmediato sino en el momento en que papá hizo que Bob pasara al asiento de al lado para que él se sentará en medio de los dos. Toda la película. Realmente papá arruinó mi primera cita. Obviamente Bob no volvió a intentarlo. Y ningún otro chico, porque, ¿quién quería tener una cita con Charlotte y su padre? Además, que Chad se convirtió en el informante de papá y ayudó a alejar a los chicos.
Fue de esta manera hasta que me fui a la universidad, lejos del colegio, de mi familia y del rumor de mi padre en mis citas.
En la universidad tuve un par de citas, pero parecía que los chicos con los que salía eran unos completos imbéciles, que pensaban que era una rubia tonta y fácil de llevar a la cama. Era realmente difícil encontrar a alguien que se interesara más en la conversación en lugar de manosear.
Después de mi décima cita dejé de intentarlo y me concentré en mis estudios. Cuando finalmente me gradué, los hombres no eran mi prioridad, ni siquiera un tema de mi interés. Mi objetivo principal era el trabajo.
Obviamente trabajar en la empresa de la familia era mi ideal, aunque sabía que debía ganarme el puesto. Mis padres querían que estuviera segura de mi decisión por eso tomé el trabajo con Kylie.
Desde ese momento Matthew se convirtió en mi compañero, y cuando finalmente regresamos a casa siguió de la misma manera.
Estábamos listos para empresas Wayne y lo demostramos. Nos llamaban el nuevo dúo maravilla. Aunque sabíamos que debíamos obtener algo mayor para tomar el control de la línea de hotelería.
Así que suplicamos por venir a Inverness. El tío Noah quería el castillo de la luciérnaga en las filas de empresas Wayne.
Desde el momento en que el tío aceptó que tomáramos su lugar en esta reunión, como digna hija de Ashley inicie mi investigación. Había visto fotografías del lugar en su página web, aunque la verdad no se podía comparar con la realidad, era un lugar de cuento. Si el paisaje me impresionó, nada más llegar, el interior era indescriptible, las paredes emanaban historia.
Pero nada de mi investigación sobre el hotel de lujo me preparó para una reunión al aire libre.
Sabía que Inverness era un lugar lluvioso, por eso había comprado botas de montaña por si salíamos de excursión. Obviamente pensando en el después de la reunión con Luke McKellen. En su oficina, ya sabes dentro del hotel, donde mis Christian Louboutin no se hundieran en el fango.
Realmente traté de seguir adelante, aunque sólo conseguí hundirme más y tropezar, de no ser por el brazo de Matthew seguro mi cara estaría llena de lodo al igual que mis zapatos.
Sin embargo, tal vez eso no hubiera sido tan vergonzoso como ser llevada en brazos como una damisela en apuros. Matthew incluso bromeó sobre mi peso el muy idiota, sabía que me mataba en el gimnasio.
Cuando finalmente llegamos a la mesa redonda sentí como mis mejillas se calentaban. Todo por el hecho de que las personas reunidas tenían la mirada fija en nosotros.
—Matt ya puedes bajarme —dije tímida, aclaré mi garganta y respiré lentamente mientras Matt me bajaba de sus brazos—. Siento el espectáculo —dije aún avergonzada.
—No te preocupes además es agradable ver el acto cariñoso de tú caballero de brillante armadura —respondió la mujer castaña al lado del señor McKellen.
—No sé si podría llamarlo mi caballero de brillante armadura, a veces suele ser más un bufón que otra cosa —respondí tomando el control de la situación y dejando de lado mi nerviosismo inicial, la mujer me regalo una media sonrisa.
—Supongo que son Matthew y Charlotte Wayne —dijo el señor McKellen, quien tenía un tremendo parecido con el actor Sam Heughan, Matthew tomó la mano que le ofrecían—. Soy Luke McKellen y ella es mi esposa Kate. —Señaló a la mujer castaña a su lado tomé la mano de Luke y después acepte la mano de la señora McKellen. Mi mirada fue a los demás asistentes de esta reunión, me encontré con la copia joven de Kate, pero de cabellos pelirrojos. Seguí mi recorrido y me topé con una mirada azul intensa. De inmediato sentí un tirón en mi estómago ante esa mirada de aquel hombre—. Y mis dos hijos mayores Emma y Tyler.
Continuó el señor McKellen con las presentaciones. Si alguien alguna vez dijo que los hombres pelirrojos no eran atractivos es porque no conocían a Tyler McKellen. Con solo jeans y un suéter gris, que moldeaban cada músculo de su cuerpo, era suficiente para parecer un modelo de las montañas. Tenía un poco de barba sobre su mandíbula cuadrada, nariz recta. Aunque su atractivo principal eran sus increíbles ojos azules. Agite mis pensamientos sobre lo atractivo que era el hijo de los McKellen y volvía a la realidad.
Acepté la mano de Tyler, sentí calor en mi palma y de repente se formó un nudo en mi garganta. Me libere de su mano, porque me asustaba lo que su toque estaba produciendo en mí.
Pase a agarrar la mano de Emma, la cual tembló ligeramente. Fue un apretón fugaz, y todo este tiempo podía sentir los ojos de su hermano sobre mí.
—Lo siento...yo...yo... —tartamudeo Emma—, yo olvide que recibiría un paquete importante —dijo ella dirigiéndose a sus padres—. Los veo más tarde.
Y con eso se fue, me pareció que no era propio de ella. Más por el desconcierto de los señores McKellen.
Aún sentía la mirada de Tyler así que lo enfrente. Era un hombre atractivo y todo en el gritaba aventura. Pero también peligro, más por la expresión de furia en su rostro.
Me extrañaba la necesidad que sentía por entender a Tyler. Negué lentamente, esto era confuso.
Siempre fui una chica que buscaba las respuestas, sin embargo, tenía miedo de encontrar la respuesta a esto.
Finalmente, Tyler dejó de mirarme y yo volvía a respirar con normalidad.
—También debo irme, si quiero llegar a tiempo para preparar mi caballo, el equipo e ir a explorar la nueva ruta —dijo Tyler, después al igual que su hermana desapareció del jardín, dejándome con un dolor en el pecho el cuál ignore la mayor parte del tiempo, incluso cuando regrese a Seattle.
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Halloween Love
RomanceMatthew Wayne Solo era un viaje rápido a Escocia, se suponía que solo era conseguir firmar un contrato y volver a mi vida en Seattle. Eso suponía hasta que la vi y todo cambio. Charlotte Wayne Nos llamaban el nuevo dúo Wayne, acompañar a Matt y obt...