Capítulo 12

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Charlotte

Meses más tarde

El día que casi pierdo a Tyler descubrí que nunca lo dejaría. Y sabía que dejar mi vida en Seattle sería difícil, en especial la distancia con mis padres. Mi trabajo lo podía hacer desde Firefly solo viajaría si era necesario.

Oficialmente me había mudado a la cabaña de Tyler.

Me encantaba despertar a su lado mientras me regalaba una sonrisa ladeada y un beso que ponía en marcha todo mí cuerpo.

Entonces los meses con él, fueron el descubrimiento del amor, la confianza y sobre todo la comunicación.

—¡Nena! —El grito de Ty me hizo salir de mis pensamientos, me pareció bastante raro que volviera a casa tan temprano—. Nena, ¿Dónde estás?

—En la oficina —dije en todo de burla, la cabaña era pequeña y mi oficina también era nuestra habitación. Ty planeaba expandir la cabaña, pero mientras eso ocurría nos las arreglábamos.

Mí hombre de montaña entró en nuestra habitación-mí oficina con una sonrisa enorme.

—Tienes que ver esto —señaló una hoja en sus manos. Luego me la entregó parándose a mí lado.

—¡Oh por Dios! —Miré la ecografía emocionada—. De verdad es...

—El Potrillo de Val y Thor.

Al final esos dos terminaron amándose, y crearon una pequeña vida.

—Es increíble Ty, te apuesto a que se parecerá a Val.

—Pobre de mí si es así, si mimar a Val es toda una odisea hacerlo con una versión mini y combinada con los genes del salvaje Thor, estaré en graves problemas.

—Tienes razón además no puedes permitirte más tiempo en los establos porque tu mujer te necesita en casa —dije dejando el eco de Val en mí escritorio y levantándome de mí silla.

—Tienes razón.

Acercó mí cuerpo al suyo deslizando su mano por mí espalda hasta mí trasero, bajó lentamente su boca a la mía dándome un beso cargado de pasión. Cuando terminó nuestro beso, paso su pulgar sobre mí labio inferior.

—Mmmmm, parece que hoy no regresaremos al trabajo —dijo sonriendo y mirándome con deseo. Sin pensarlo me arrojó sobre la cama.

****

Tyler

Toda la familia Wayne llegó para celebrar Halloween, de acuerdo con Charlotte era la fiesta favorita de su tía Margaret. Al parecer todos complacían felices a la tía Maggie. Y aquí estábamos en la gran fiesta de los Wayne con los McKellen. Las luces se movían al ritmo de la música.

—No puedo creer que Marshall te obligara a hacerlo —dijo el tío de Charlotte, Noah, con esa voz ronca característica de Batman. Se había tomado en serio el papel del caballero de la noche.

Encogí los hombros, mirando el teléfono móvil que tenía entre sus manos.

—Perdí el juego y soy un tipo que paga sus apuestas.

—Sabes que Marshall siempre hace trampa en el póquer.

De hecho, lo sabía, pero le debía una al hombre. Porque él vio a su pequeña ser tomada por mí, sobre su puerta.

—No fue tan malo.

—Vaya realmente amas a la pequeña Lottie, porque estar dispuesto a tatuarte su horrendo rostro, es increíble. Te has ganado mi aprobación chico.

Halloween LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora