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Hinata Hyuga despertaba... ¿En su cama?, lo único que recuerda es que anoche el se apareció en la habitación, la llevo a aquella cabaña y finalmente se quedó dormida en sus brazos, —Debió traerme de vuelta mientras dormía— se dijo para sí misma tallando su rostro, “Esto está muy mal, primero me beso con ese tal obito y luego acepto dormir con ese asesino, Tobi o madara... Ni siquiera se su nombre”, —¿En que clase de mujer me estoy convirtiendo?, yo amo a Naruto, no puedo hacer estas cosas—
Mas tarde Hinata fue llamada a la oficina de Tsunade, ¿Alguna misión, quizá?, la ojiperla se preparó y acudió al llamado de la Hokage, —Hinata, que bueno que llegas, necesito que acompañes a Kakashi, Obito y Naruto a una misión— Pará Hinata no podía ser nada más incómodo que encontrarse en la misma oficina con su novio, el hombre con el que se beso y el hombre que los descubrió en plena infidelidad o al menos ella se sentía infiel por ese beso con obito, además tenía que salir de misión con ellos por quien sabe cuanto tiempo, —La misión durará aproximadamebte un mes— la rubia miró el rostro afligido de la ojiperla, —¿Estas bien Hinata?— ella asintió, —La misión consiste en rastrear al supuesto Madara— el rostro de Hinata palidecio aún más de lo que normalmente es, esto cada vez se ponía peor, —Hinata, insisto en que te ves algo mal—
—Yo estoy bien, es solo que no desayune—
—¿Ese tal madara es muy peligroso?— Preguntó Obito con algo de preocupación fingida, —La chica Hyuga parece tenerle miedo— Señaló a Hinata con una burlona sonrisa.
—Yo... yo no le tengo miedo— Dijo Hinata llevándose las manos al pecho mientras recordaba lo bien que durmió en los brazos de ese hombre, aunque sólo durmieron, para Hinata fue algo extrañamente especial.
Naruto fue hasta Hinata y la abrazo por la espalda, —Mi amor esta bien que le tengas miedo ya que ese maldito te secuestro, pero recuerda que yo te protegeré de ser necesario hasta con mi vida— beso su cabeza, Obito hizo una cara de molestia al ver a Naruto con Hinata, misma que no pasó desapercibida para Tsunade y Kakashi.
—¿Cúando partiremos?— Preguntó el peliplateado tratando de romper la tensión generada por la actitud de Obito.
—Hoy por la noche los quiero en marcha—
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