Solo los roedores escapan al bosque.

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Hecho ocurrido en algún momento del siglo XVII.



Corro por el bosque, la poca luz visible es de la luna, mi respiración es tan agitada que siento que se me saldrá el corazón, voy con las manos levantando mi vestido para apresurarme más y si no fuera tan largo tal vez me daría menos temor tropezarme, algunas ramas de los arboles me golpean a veces (o mejor dicho yo las golpeo a ellas), llevo ya unos minutos corriendo pero me da miedo parar a descansar siquiera unos segundos ¿si el me alcanza? –Te matara- el me mataría, -podría tomarte si quiere, los hombres de noche solo quieren una cosa. – lo único conveniente es que se me el camino de vuelta a casa ya que no es la primera vez que paso por este sendero de noche, solo que la principal diferencia claro es que, ahora alguien me persigue y las otras veces no. Algunos animales, especialmente pájaros se asustan cuando sienten mi presencia y varios salen volando de las ramas de los arboles hasta perderse en el cielo –para colmo despertaste o no dejas dormir a media fauna silvestre o peor, los estas espantando, que buena persona eres. – ¿Ellos se sentirán tan asustados como yo en este momento? ¿Entenderán lo que me pasa? ¿Sabrán que él me está persiguiendo? ¿Saldrán volando asustados por mi presencia o por la de él? Dicen que los animales sienten las verdaderas razones que tienen las personas, ya sean buenas o malas, quizás si escapan de él, igual que yo.

Nunca había corrido tanto en mi vida ni tampoco había sentido tanto miedo antes, aunque pensándolo si no me mata él, lo hará mi corazón o mis pulmones. Giro rápidamente sin detenerme –mala idea – tropiezo con una de las tantas raíces de los árboles que al ser tan grandes pareciera que ni en la tierra hay sufriente espacio para ellas. Mi vestido se ensucia con la tierra y hojas secas del suelo, por el golpe me duele el cuerpo, específicamente el lado izquierdo ya que caí sobre el sin tiempo para lograr cubrirme con las manos, inconscientemente suelto un quejido –por todas las brujas, por favor que no me haya escuchado – estay cansada, más que cansada –levántate, te alcanzara – gateando me trato de apoyar en el árbol –aunque fue el mismo que me hizo caer antes – y me trato de esconder –si me levanto es más fácilmente que me vea. – como deje de correr, los animales ya no escapan, todo volvió al silencio normal, uno que debería tener un bosque de noche, excepto por los bous, lechuzas, grillos y mi respiración claro, que por más que trato me cuesta mucho controlarla ya que mi pecho sube y baja de forma muy rápida, tal vez si mi corazón estuviera más acostumbrado se tranquilizaría más rápido pero claro, no todos los días te persigue alguien.

La luna se ve hermosa –siempre es hermosa. – si no estuviera acá escondida, estaría en mi casa mirándola por la ventana mientras como algo –galletas o pasteles probablemente. –aunque después me daría frio –odio el frio. – he iría hacer fuego o me dirigiría a calentar agua –de verdad odio el frío. – Ahora que me detuve y deje de correr, mi cuerpo se enfrió –siento frio. – respiro y veo el vapor perderse en el aire por lo helado de la noche, pensaba en quedarme aquí el tiempo que sea necesario pero ya no, si sigo por más horas aquí me congelare, bueno no, eso es mucho, pero me dará frio –mucho frio. – y realmente no tolero el frio. Para una persona como yo el frio nunca es tomado de buena forma.

–El es peligroso, él está enojado, el –escucho el sonido que hace una hoja seca cuando se rompe a causa de una pisada y se perfectamente lo que significa, el me encontró. Tengo cuatro opciones; tratar de hacer que me perdone –él no perdona – volver a correr y tener la suerte que no pueda alcanzarme o quedarme aquí y esperar que se vaya para otro lado o tener la suerte que solo sea un animal que la piso sin querer.

- Normalmente no me molesta que las brujitas jueguen tarde en el bosque, pero si crees que me iré tan fácilmente sin que me pagues, significa que ellas no te explicaron bien el trato. –su voz sonaba con eco por la soledad del lugar, además que hasta los animales que más sonidos hacen como los grillos, se callaron, ellos tienen tanto miedo como yo. –se en donde estas, si tratas de volver a escapar tu deuda será mayor, no te alcance antes solo porque no quise y tu deberías saberlo, ahora demuestra lo mujer que eres y ven aquí, pocas veces veo brujas tan cobardes, especialmente con todo lo que está pasando... ¡Deberías agradecer que te ayude! –La forma en la que grito me hizo sentir más temor que antes, incluso algunos pájaros volaron lejos. –tus amigas están muriendo, los creyentes las están matando, ¡Tú me llamaste, tú lo querías! –mientras gritaba sentía como dejaba de poder respirar, me lleve las dos manos al cuello como acto de reflejo – ¡No trates de ocultarte como una niña asustada si la que me busco primero fuiste tú! –siento como si me empujaran fuera de mi escondite y arrastraran frente a él, todavía no podía respirar, pero cuando él baja lentamente su mano, vuelvo hacerlo. El hombre estaba contra luz, por lo que no podía verle el rostro, pero el obviamente podía verme a mí. –normalmente las brujas no huyen cuando hay que pagar ya que saben que todo será peor... dame una buena razón para no... para no creer que me estás haciendo perder tiempo en vano.

La vida de las casas de hogwartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora