La vida de las casas de hogwarts

Gatito asustado

Después de tanto tiempo he vuelto, si soy sincera, no pensaba en regresar, aquí ahora me parece tan distante, como si la conexión que tenía con este lugar ya no existiese. Pero no me culpen, todo cambio, este lugar cambio, parecía que hasta el día y la noche cambiaron, igual que yo. Pero no es que lo odie o rechace, tal vez simplemente perdí la conexión. No puedo evitar comparar con lo que era antes, todo era más vivo, más lindo, más cercano. Obviamente hablo de este lugar y no de mí, pero explicando mejor, era distinto, muy distinto. Después de años de ni siquiera aparecer cerca de la casa, he vuelto, no porque quiera, es solamente para ver los a ellos, pero es tan difícil.

Entro por el patio delantero y camino hacia la puerta, -esto es tan difícil- y dejo de avanzar, -no puedo llegar y "hola, hace meses que no los veo, ¿Qué hacen?"- logro escuchar risas a lo dejos, - seguramente ellos estén dentro, tal vez ellos si siguen juntos, tal vez nunca se separaron, tal vez siguen tan unidos como antes, tal vez están mejor sin mí, tal vez no me necesitan, tal vez nunca me necesitaron realmente, tal vez...- oigo que las risas se acercan, al parecer demasiado, miro detrás de mí y veo que se acercan, al parecer recién llegaron, al igual que yo, pero no me han visto, por mi suerte no me han visto, corro por el jardín hasta perderme -hace unos años atrás ni soñando me habría perdido, pero ahora es tan distinto, que pareciera que realmente me he perdido. Esta era una propiedad gigantesca, la casa nos la heredaron, pero no es importante, lo que es significativo, es que ya no es lo mismo, y el jardín es una prueba de ello, antes realmente estaba vivo, habían tantas flores e arboles como los que uno pudiese imaginar, ahora también los hay, solo que no lucen igual y no solamente porque están notablemente más secos, sino porque hasta ellos lucen menos cercanos a mí, antes venir aquí era un escape, era para jugar o solamente para estar sola por unos ratos, ya que ellos, mis dulces compañeros, les encantaba estar conmigo exactamente en los momentos que necesitaba o solamente quería estudiar, leer, o solo no necesitaba precisamente compañía, no por tristeza, ya que nunca sentí ese tipo de soledad, pero al parecer ellos no lo entendían del todo. (O tal vez dentro de ellos de verdad pensaban que me sentía sola) aunque nunca lo entenderé realmente, ¿Por qué algunas personas necesitaran tanto a otras? Somos seres sociales, lo sé, pero las veinticuatro horas al día, ¿enserio? Nunca pude pasar tanto tiempo con el resto de personas, tal vez eso fue lo que me impulso en irme, realmente no quería, al inicio sentía un vacío tan grande, pero mientras más lejos pasaba de aquí, más lo olvidaba. Antes los arboles eran un escape y un escondite, especialmente cuando jugábamos, todo era tan grande que envés de asustar, fascinaba, ahora parece tan vacío, tan triste, o tal vez están bien así, como yo, aunque lo que los diferencia es que están más secos, y se nota que no los han podado y a las flores y el pasto tampoco, antes lo máximo que crecía el césped era hasta mis tobillos ahora me llega poco más abajo de la rodilla. Este lugar no solo es distinto, y con poca vida, también está olvidado por mí y por ellos, todos lo olvidamos al parecer, todos lo estamos dejando morir...-

- Al parecer cierta señorita quiere volver a jugar a las escondidas.

Gryffindor la sorprendió y giro el cuerpo exaltada, Ravenclaw no se esperaba verlo, por lo menos no ahí, dentro de la casa probablemente, y se preguntó por cuanto tiempo la lleva observando, aunque si fuera otro persona se preocuparía por su seguridad, al estar sola con un hombre y que no haya nadie cerca, pero el nerviosismo que siente al estar frente a él es distinto.

- Disculpe señorita pero se saluda a las personas, por buena educación, simplemente digo. –Ravenclaw suspiro disimuladamente, y recordó lo molestoso que él era.

- ¿Sabes que también podrías a ver saludado tú? ¿cierto?

- Mmm podría sí, pero así no funciona, mira te explico, tú dices algo y luego yo, si yo digo dos frases juntas pero que no tienen relación tipo, "broma" y "oh buenas tardes, mucho gusto", se crea desorden en la conversación, ya sabes hay que tener los diálogos ordenados, osino después no nos entenderán.