✨16

292 33 2
                                    

Los días pasaron y aquella noche, aquellas palabras, aquel mágico beso, no fue partícipe de ninguna conversación.

De hecho el diálogo y el día a día de los jovenes, se había vuelto bastante incómodo para todos, tanto para ellos y también para Sulji que no entendía la repentina tensión entre ellos.

El pelirubio ya había comenzado a ir a la escuela, al inicio no fue nada cómodo, estaba solo y sentía las miradas y los murmuros de todos sobre él, solo por ser el chico nuevo.
Eso fue cambiando al hacerse cercano de un chico algo gruñón, pero muy amable y tierno y de una chica super cariñosa y llena de energía, sus nombres son Yoongi y Dahyun.

En los recesos, siempre caminaban por los pasillos y se iban a sentar en el patio central, eran muy tranquilos y agradables sus días en la escuela, sin embargo no todo puede ser color de rosa.

Aquella mañana, el peligris no había asistido a la escuela y la pelirubia tenía reunión con el equipo de voleibol, por lo que el pelirubio se encontraba solo merodeando por los pasillos, sintiendose algo extraño, sin sus amigos.

Sin embargo, a pesar de estar solo, no quiso quedarse en el salón o ir a sentar en el patio central nada más, asique decidió ir a lugares de la escuela que no había visitado aún.
Llegó al patio trasero de la escuela, donde unos metros más al fondo se encontraban las canchas de futbol y a la izquierda habían bancas.

Camino un poco más, cerrando los ojos por un instante y disfrutando del agradable clima de ese día, pero al abrir nuevamente los ojos deseó no haberlo hecho.

Allí estaba, a tan solo unos metros se encontraba la persona que hacía latir a su corazón tan rápido como era posible, pero que en esta ocasión su corazón no reaccionó igual, sino al contrario, se oprimió al ver a el castaño besando a una chica, debajo de un árbol.

Sin poder, ni querer seguir viendo aquella escena, desvió la mirada sintiéndose extrañamente dolido y se giró rápidamente queriendo irse de ahí.

- ¡Ay! ¡Oye aniñado, ten cuidado! - la chillona voz de una chica le reclamó, cuando sus cuerpos chocaron y una bebida calló sobre ellos.

- A-am yo - miró hacia atrás esperando que el castaño no hubiese escuchado los gritos de la chica.

Y chocó con aquellos ojos con una mezcla de sorpresa, confusión y preocupación y su corazón no hizo más que oprimirse nuevamente, al ver que aun abrazaba a aquella chica que anteriormente besaba. Cuando sintió sus ojos cristalizarse, se volteó nuevamente.

- Lo siento. - dijo en un tono apenas audible, para posteriormente salir corriendo y dirigirse a los baños.

¿Por qué estaba haciendo esto? ¿Por qué se comportaba de esa manera? ¿Desde cuando había comenzado a llorar?
Preguntas como esas eran las que rondaban en la cabeza de Taehyung, mientras se encontraba encerrado en un cubículo del baño.

Repentinamente su llanto había sido silenciado, ya que había escuchado a alguien entrar en aquel baño.
Dió un pequeño respingo cuando unos nudillos golpearon su puerta, ya que lo había tonado desprevenido.

- Tae ¿Estas ahí? - preguntó una voz conocida desde el otro lado de la puerta.

Se generó un breve silencio, el pelirubio quería estar solo, pero de alguna manera sentía la necesidad de hablarle.

- ¿Que quieres? - formuló con su voz saliendo algo ronca, debido al anterior llanto.

- Abre, por favor.

Las dudas iban y venían, pero terminó por decidir en abrir la puerta lentamente dejandolo al descubierto.

El castaño no entendía la razón, pero ver al pelirubio sentado en el piso del cubículo, con los ojos hinchados y sus mejillas coloradas, hizo que un sentimiento de culpabilidad lo recorriera por completo.

El pelirubio al sentir la mirada del castaño, como lo analizaba de pies a cabeza, se sintió cohibido y no hizo más que abrazar sus piernas contra su pecho y esconder su rostro en ellas, sintiéndose patético.

El castaño no habló, no lo necesitó, solo se acercó y se sentó junto al pelirubio.
Pasó una mano por la espalda de el contrario y lo atrajo hacia él.

- Soy un tonto, lo siento. - murmuró el pelirubio en un tono apenas audible.

- ¿Que dices? No eres un tonto ¿Por qué dices eso? - cuestionó acariciando su cintura levemente.

- Realmente me dolió... - hizo una pequeña pausa - ¿Por qué me dolió verte besar con otra persona? - susurró, con lágrimas acumulándose en sus ojos y aferrandose a la remera del castaño.

El contrario se había tensado, no sabía que responder, eso le había tomado por sorpresa, él pensó que el pelirubio estaba así por el choque con la chica, no se esperaba eso.

- ¡Eh! - susurró de manera animada para llamar la atención del pelirubio.

El mismo no había dirigido la mirada al castaño, asique con la mano libre Jungkook tomó su mentón e hizo que lo mirara.

- No te tienes que sentir mal, esas chicas no significan nada para mi. - dijo a la vez que inconcientemente sus rostros se iban acercando. - Tu eres mi amigo tae, que te quiero. - dijo esto último susurrando a tan solo unos centímetros de sus labios.

Taehyung por inercia bajó su mirada hacia los labios ajenos y se relamió los suyos y el castaño terminó con aquella distancia que los separaba.

Aquello no era un beso desesperado, era un beso suave, uno que transmitía muchas cosas, tan delicado como el aroma de un jazmín.

La posición era un poco incómoda para ambos, asique el pelirubio se posicionó ahorcajadas del castaño y el contrario posicionó sus manos en los muslos del mismo.
El castaño decidió dar un leve apretón en los muslos del pelirubio mientras seguian besandose, lo que ocasionó un leve gemido del contrario.

Se separaron un poco e iban a volver a besarse pero el ruido de la campana, les hizo salir de su mundo e ir nuevamente a sus clases sin dirigirse la palabra y con las mejillas coloradas.

----

Muchas gracias por leer.
★Como siempre espero que hayan disfrutado y acepto todo tipo de crítica constructiva★

UNA PETICIÓN - [[TAEKOOK - KOOKTAE]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora