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¿Qué eran todas estas nuevas sensaciones? ¿Porqué de repente se sentía así de extraño? ¿Será que le está dando muchas vueltas al asunto?
Infinitas preguntas y dudas surgían en la cabeza de aquel joven de cabellera castaña y aún no encontraba respuestas.

Ya dos semanas habían pasado desde que el castaño llevó a Taehyung a su casa y hoy después de tanto pensarlo, decidieron armarse de valor y dirigirse a la o mejor dicho al infierno de casa del recién nombrado e ir a buscar sus pertenecias.

Para Jungkook el camino a la casa del contrario no fue uno muy largo, ya que iban en auto y la música ayudaba a hacer que el tiempo pasara más rápido.

Por el contrario, Taehyung se encontraba muy nervioso y con mucho miedo por ver a sus padres después de tanto tiempo y no saber que le iba a esperar, el camino se hacía realmente interminable para él.
No quería llegar a ese lugar que le traía tantos malos recuerdos y le ponía los pelos de punta desolo pensarlo, pero a la vez deseaba ir para tomar sus cosas y no ver nunca más a esas personas. ¿Eso era mucho pedir?

- Tae... - pasó su mano por en frente del rostro del nombrado para llamar su atención. - ya llegamos ¿Estás bien?

El pelirrubio estaba tan nervioso, que las palabras no le salían, no salía ni un mínimo sonido de su boca.
Desvió la mirada cargada de miedo e inseguridades y miró hacia a aquellos ojos, que le hacían sentir seguro, que le hacían saber que no estaba solo.

El contrario no necesitó palabras, no necesitó gestos, ni nada parecido, podía entender lo aterrado que estaría Taehyung y sin esperar un segundo más, se acercó a el pelirubio y posó una mano en la mejilla del mismo, uniendo sus frentes por unos segundos.

- Todo va a estar bien, mientras estes conmigo nadie va a lastimarte. No lo olvides. - le dijo en un susurro a la vez que acariciaba su mejilla.

Se alejó lentamente del pelirubio y le indicó que respirara despacio antes de bajar del auto.

Una vez ya frente a la puerta de aquella casa, las lágrimas amenazaban con salir, mientras se agalopaban en sus ojos, pero no lo permitió y luego de una profunda bocanada de aire, golpeó la puerta contendiendo la respiración porun momento.

Un sonoro paso de saliva se escuchó, cuando se pudieron identificar un par de pasos acercarse a la puerta. El pelirubio sintió que podría caerse en cualquier momento, de no ser por la mano que sintió sujetando la suya, ayudándole así a mantenerse firme, seguro su cuerpo se habría desplomado de los nervios.

Cuando la puerta se abrió, el pelirubio sintió que todo el valor que tenía hace unos momentos atrás, se había esfumado, su cuerpo entero había comenzado a temblar y se sentía tan débil y asustado que no podía controlarlo, Jungkook al notarlo le dió un leve apretón a su agarre y comenzó a hacer leves caricias con su dedo pulgar, para calmarlo.

- Oh, mira a quién tenemos aquí ¿Te acordaste que tenías casa? ¿Dónde mierda es que estabas? ¿Te piensas que te mandas solo maldito marica? - le dijo en un tono elevado aquel hombre, con el desprecio impregnado en sus ojos.

El hombre desvió la mirada hacia Jungkook y luego observadas sus manos que se  encontraban unidas y rió sarcasticamente.

- ¿Asique andabas de putita? ¿Por eso no venías? ¿Al menos te pagaron bien? - habló con una sonrisa burlona en el rostro.

- No, basta - se escuchó débilmente decir al pelirubio, quien hacía lo posible por que su voz no le temblara.

- ¿Basta? - arqueó una ceja.

Y de un segundo a otro Taehyung se encontraba en el piso sosteniendo su mejilla y con lágrimas en los ojos.

- ¡Tu no me dices cuando parar, maldita rata inmunda!

- No le vuelvas a tocar un pelo. - dijo el castaño que hasta ahora no había intervenido, realmente enojado.

- ¿Y tu quien te crees que eres? ¿Crees que por follartelo, tienes derecho sobre él?

- Vinimos a buscar sus pertenecias. - dijo con seriedad, ignorando el comentario de aquel maloliente hombre. - pasaremos a recoger las cosas y nos iremos. ¿O prefieres que la policía lo haga?

El hombre se acercó peligrosamente al castaño y lo miró con despreció.

- Sacan todas sus mierdas de mi casa y no vuelven a aparecer por aqui. No quiero que se me pegue su asquerosidad, putos maricones. - se alejó de el castaño, miró al pelirubio aún en el piso y antes de irse lanzó un escupitajo en el rostro del mismo.

Jungkook pasó su lengua por el interior de sus mejillas y suspiró para posteriormente acercarse al pelirubio, le limpió el rostro con las mangas de su buzo y lo abrazó, como si su vida dependiera de ello.

- Lo siento... Prometo protegerte mejor.

Unos bajos sollozos se escucharon y los brazos del pelirubio se aferraron a los hombros del castaño.

- Gracias Jungkookie, te quiero. - dijo susurrando lo último, como una caricia al alma para el contrario.

- También te quiero Tae.

Se mantuvieron así un par de minutos y luego decidieron entrar a aquella casa y buscar las pertenencias, para irse lo más rápido posible.

Una vez ya todas las cosas estaban en el auto, el pelirubio dirigió una última mirada a la casa en la que tanto sufrimiento vivió y con una lágrima recorriendo su mejilla, subió al auto y se fueron de aquel lugar.

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Actualización un poco corta, pero que espero que les guste.

• Ahora que por fin terminé mis parciales en el liceo, tengo más tiempo para escribir, asique actualizaré mucho más seguido. •

UNA PETICIÓN - [[TAEKOOK - KOOKTAE]]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora