🌑 CRAVING 🌑 «Yoonmin» FINALIZADA

I - Nueve desmayos - 🌑🌒🌓🌔🌕🌖🌗🌘🌑

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Ese es el tercer chico que besa en la fiesta.

Es un beso apasionado, cargado de ansias y caricias eróticas que bailan bajo la camiseta de su compañero ocasional. Están aislados, en el balcón donde sopla el viento nocturno, alejados del bullicio y el olor a alcohol.

Yoongi está feliz, no solamente por estar disfrutando con ese hombre, sino porque le sigue el ritmo y no parece querer desprenderse de él. Sí, todo va perfecto, aguanta un poco más...

Quizá 'tres' es su número de la suerte. Quizá...

Yoongi siente el cuerpo del otro dejar de actuar, en pocos segundos ese chico moreno y de mentón bonito se encuentra inconsciente sobre su torso. Lo sostiene con fuerza por la cintura y camina hacia el único sillón de la pequeña estancia. Lo recuesta con melancolía y le observa un minuto completo.

Otra vez sucedió.

Suspira entristecido y nota una pesadez en su pecho, toma su chaqueta y se cubre, de pronto siente bastante frío. Ese chico que ahora tiene la respiración calma y los ojos dormidos, realmente es caliente.

—Puta mierda —habla enfurruñado y decide irse, no sin antes enviar una fugaz mirada a su acompañante efímero.

Yoongi camina un poco atolondrado entre todos los seres danzantes, llega a la puerta de salida y se va de ese sitio antes que descubran que los tres chicos que besó ahora están inconscientes. Teme que las personas lleguen a relacionar su presencia con esos hechos.

Sube a su automóvil y se dirige hacia su hogar. Maneja rápido y sumido en sus pensamientos.

Está harto del mismo resultado. De jueves a domingo se la lleva en fiestas, eventos grandes, bares y demás sitios donde se conglomeraran adultos jóvenes como él. Casi siempre en lugares locales y nocturnos. Su objetivo: encontrar un chico que aguantara sus besos.

La historia es complicada, pero intentará explicarla. Cuando se lo explicaron de niño se asustó y lloró horas en su habitación. Él quería ser normal. Su madre le explicó cariñosamente que para seguir viviendo tenía que consumir sangre, Yoongi se horrorizó al escucharla. Su madre lo acurrucó junto a ella y le contó que ellos, al igual que muchos otros más, son diferentes.

No un "diferente" especial o excepcional. Es un "diferente" que le impide ser feliz. Golpea el volante de su auto y frena intempestivamente al ver el semáforo en rojo y los carros de su izquierda pasar. Respira audible, casi tiene un accidente.

Sus colmillos amenazan con salir al sentirse en una situación de peligro.

—Mierda, maneja lento, hijo de puta —se reprende y calma su pulso acelerado.

Llega a su casa después de manejar mucho más calmado después del susto. Antes de poner la llave en el cerrojo, le abren la puerta y sabe que está en problemas.

—¿Min Yoongi, qué carajo pasó? —habla Jin, su hermano mayor—. Sentí el pulso acelerado hace casi media hora, qué pasa. No me asustes el sueño.

—Perdón —entra a su casa y cierra la puerta tras de sí, intenta mantener la expresión seria al ver la pijama con dibujos de jirafas de su hermano—. Sólo aceleré de más y me asusté, nada relevante.

—Quita esa risilla o te corto las bolas —reprende y sigue a su hermano hasta la cocina—. Ya te dije que tienes que tener más cuidado a la hora de manejar -recibe un "hmm" en respuesta.

—Lo sé, lo sé...

—¿Conseguiste algo? —pregunta con delicadeza porque sabe que ese tema para su hermano es sensible.