🌑 CRAVING 🌑 «Yoonmin» FINALIZADA

V - 🌔 - Único elfo

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Tiene frío, está temblando, el dolor en todo el cuerpo le indica que sigue con vida y no sabe cómo sentirse al respecto. ¿Debería agradecer estarlo? Arruga sus ojos y una mueca de dolor se adueña de sus gestos. No quiere abrir sus ojos, sigue muy cansado. Su boca está seca y conserva un sabor agradable pese a ir despertando.

Se estira y detecta el colchón blando y cómodo bajo su espalda, abre los ojos con extrañez. Su alrededor lo sorprende, parece ser una cabaña o choza, la cama en la que está es grande, pero sus pies llegan hasta el borde, esta cubierto con un edredón grueso y calentito, echa un vistazo bajo éste y nota que está vestido con un sencillo traje de tela de algodón amplio que le permite moverse con facilidad.

Ojalá pudiera moverse.

A su costado hay un sofá con un par de cobijas en él, un banquito y enfrente hay una estantería que sirve para dividir la estancia, a lo lejos puede ver algunas cajas de madera. Al parecer está en un sitio muy rural.

No ve a nadie, pero sabe que alguien está viéndolo.

Cierra los ojos de nuevo y espera que quien sea que esté, lo termine de matar. Todos dicen que la plata es dañina para los de su especie, desearía que fuera así.

Logra escuchar unas lentas y cuidadosas pisadas sobre el piso de madera.

—¿Estás despierto? —le pregunta un vocecita que Yoongi la atribuye a un niño.

Yoongi suspira y traga saliva, incluso esos pequeños actos le duelen. Las pisadas se acercan al enfermo y recibe otro llamado.

—Te vi —le dice con un tono de voz temeroso—. Si piensas hacerme daño, tengo a Taehyung y él es bueno con los golpes... a veces —alza el tono y se envalentona aunque siga sonando un poco tembloroso.

Qué bonita voz, definitivamente es de mi gusto.

Yoongi abre los ojos y busca al emisor de esa pintoresca y aguda voz. Cuando lo ve no puede estar más que sorprendido.

¿Es un humano?

—¡¡Yah!!, ¡tus ojos tienen un brillo rojo! —grita asustado y corre hacia el fondo de la vivienda, se escuchan cacerolas caer y regresa con lo que Yoongi identifica como un cucharón de madera—. Identifícate —ordena usando el utensilio como si fuera un arma, es un gesto decidido y a la vez lleno de miedo.

¿Es un gnomo?

—Eh... Min Yoongi —contesta con la voz ronca y tallándose los ojos. Su espalda duele tanto que se obliga a reposarla contra el respaldo de la cama.

—¡Buah!... —vocifera asustado—. Eres un vampiro.

—Sí.

—Ah.

—Ajá.

—Buenos días, yo soy Park Jimin, estás en el bosque que se encuentra aislado en la ciudad —explica lo evidente—. ¿Recuerdas lo que pasó, Min Yoongi? —baja el cucharón y lo deja en el lugar más cercano.

¿Es un hada?

—Yo... Tuve un accidente en el coche... —Yoongi piensa seriamente en decirle la verdad, pero opta por esconderla. Se siente avergonzado después de sus actos.

—Oh... pues, llevas aquí una semana —suelta una pequeña risilla nerviosa—. ¿Cómo te sientes, Min Yoongi?

El vampiro siente un cosquilleo en su piel al escuchar su nombre salir de los esponjosos labios de ese, presumiblemente, mágico ser.

—Me duele todo —simplifica todo a unas cortas palabras. No puede evitar echar un vistazo hacia Jimin, es un chico con cabello dorado y ondulado, con piel tostada y de apariencia delicada. Su vestimenta es beige y son una camisa amplia y unos pantalones capri holgados. Sin embargo lo que más le llama la atención es la altura de Jimin.