CAPÍTULO 7

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Narra sanji.

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Ya era de mañana, me encontraba en la cocina, ya tenía listas dos tazas de chocolate caliente con unas cuantas rebanadas de pan para cuando llegarán robin-chan y el cabeza de musgo y estaba preparando el desayuno para todos tarareando una canción de amor.

Me encontraba muy feliz mientras me acordaba de lo que pasó ayer en la madrugada.

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Esa madrugada, después del beso.

Después de que luffy me dijera que si quería intentar tener algo conmigo no hablamos mucho sólo nos quedamos sentados uno al lado de otro haciendo pequeños comentarios triviales de vez en cuando hasta que decidimos que lo mejor sería volver a dentro, así que nos dirigimos a la habitación de chicos.

Una vez ahí entramos sin hacer mucho ruido para no molestar a los otros y nos acercamos a la litera que luffy y yo compartíamos.

Estaba por acostarme cuando me di cuenta de que luffy de guía parado al lado mío viendo con la mirada perdida.

- ¿Pasa algo luffy? - susurre colocando una mano en su hombro haciendo que se sobresaltara un poco.

Luffy: No, no. Es sólo que... - dijo acechando la cabeza. Jamás creí que llegaría el día en el que vería a luffy nervioso y sin palabras.

- Mira... - susurre acercándome más a él - si no te sientes cómod... - me beso. Fue solo un pico pero, me pareció buena forma de hacer que me callara.

Después de eso subió a toda velocidad a la parte de arriba de la litera tapándose por completo con la sábana, como un niño tratando de esconderse después de hacer una travesura.

No pude evitar reír un poco mientras negaba con la cabeza ¿en qué me había metido? Me acosté soltando un suspiro y por fin después de las noches de insomnio pude dormir.

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El presente.

Sonreí perdido en mis pensamientos comenzando a entonar la canción en voz baja en lugar de sólo tararear, creo que hasta podría comenzar a bailar.

Zoro: ¡mira eso robin! Ahora sí que perdió la cabeza.

Robin: Jujuju - me di vuelta para ver al marimo con una sonrisa burlona y a robin-chan tratando de cubrir su risa con la mano de pie cerca de la puerta.

Qué vergüenza...

Qué vergüenza

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- No... yo... bueno... ¡mejor agradece que estoy de muy buen humor como para pelear contigo marimo! - Dije mirándolo mal - ten, robin-chan debes estar cansada - le dije dándole el chocolate caliente y un poco de pan.

EL PRÍNCIPE Y EL REY (SanjixLuffy)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora