Capítulo 12: El cine.

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Los días pasaron, el semestre ya había terminado. El proyecto de física fue todo un éxito, fue el mejor de todo el grupo por lo que fui elegida para ir a la feria de ciencias y la profesora me exentó del examen. Por todo esto me siento muy agradecida con Edward, ya que me dio consejos para realizar mejor el proyecto.

En las demás materias igualmente me fue muy bien. No esperaba que fuera así, pues antes de entrar a la preparatoria había estado sin estudiar por un largo tiempo, pero lo logré, no saqué menos de 9 en las materias.

Y respecto al Profesor Edward. Gracias a que ya no trabajaba en el café, ya no lo veía tan seguido como antes, sólo en las clases. De vez en cuando hablábamos por Facebook y nos compartíamos memes o canciones, pues nos dimos cuenta que teníamos gustos musicales similares.

Mis sentimientos hacia él no habían cambiado, incluso podría decir que habían aumentado, pero tenía decidido no hacer nada al respecto. Sé que con el paso del tiempo estos se irán, además en este nuevo semestre sólo me daba una materia, Computación II, así que eso me hacía más fácil olvidar mis sentimientos y claro, también ayuda no verlo todos los días en el café.

Extraño trabajar en el café. Era cansado, pero me divertía y disfrutaba mucho del ambiente. Henry y yo éramos buenos amigos, nos gustaba molestar a Aaron, teníamos gustos musicales similares y platicábamos mucho, hasta que de un día para otro comenzó a portarse muy raro, indiferente y hasta frío conmigo. Eso me dolió mucho, pero no podía hacer nada mas que resignarme.

En fin, era sábado, por lo que tenía el día libre. Los chicos y yo teníamos planeado ir al cine y luego tal vez a comer algo. El lunes es mi cumpleaños, así que será como una celebración adelantada.

Después de darme un buen baño, me vestí con algo muy simple pero a la vez lindo: Una blusa blanca con pequeñas flores rosas, que dejaba mis hombros descubiertos, unos jeans azules y mis clásicos converse negros.

Decidí dejar mi cabello suelto en esta ocasión, así que sólo coloqué un poco de crema para peinar para evitar que se esponje y puse una liga en mi muñeca a modo de pulsera por si luego necesitaba amarrarlo.

Joey dijo que pasaría a recojerme, así que lo esperé mientras tenía una pequeña platica con mi mamá.

Unos minutos más tarde, oí golpes en la puerta, lo que significaba que alguien había llegado y supuse que era Joey, así que me despedí de mamá y tomé mis cosas, para luego abrir la puerta y salir.

Joey se veía muy bien, demasiado, diría yo. Llevaba puesta una playera blanca y,  sobre ella una camisa completamente negra, la cual iba abierta. Usaba también unos jeans del mismo color de la camisa y unos tennis blancos. Su cabello estaba un tanto despeinado, lo que le daba un toque despreocupado y atractivo... Muy atractivo.

—¡Hey, Pulguita!— Habló Joseph, sacándome de mis pensamientos— Sé que soy una tremenda obra de arte y no puedes dejar de verme, pero te pregunté si ya estabas lista.

Sentí un leve calor subir a mis mejillas, pero decidí fingir que no pasó.

Bufé— Obra de arte la que hicieron mis papás, amigo— Giré los ojos— Y sí, estoy lista. Ya podemos irnos.

—Perfecto, entonces vámonos —Dijo Joseph— Por cierto, esa blusa te queda muy bien— sonrió y guiñó un ojo.

Salimos y subimos al auto de Joey. Bueno, en realidad es de su papá, pero se lo prestó para que no tuviéramos que andar en bus todo el día. Me cae bien su papá. Es un buen hombre.

Íbamos camino a casa de Frida, pues nos mandó un mensaje diciendo si podíamos pasar por ella. Kat tenía que hacer algo antes de la función, por lo que nos dijo que ella llegaba allá después, pero aún a tiempo.

Sólo es el profesor... ¿no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora