Capítulo 10: Confesiones.

8 2 1
                                    

Las chicas comenzaron a decir nombres  de nuestros conocidos. Yo sólo reía de todos ellos.

—¿Es Brad Adams?— Dijo Katie

—¡No! Iugh— Hice una mueca

—¡¿O tal vez Joey?! —Gritó sorprendida Frida

—¿Qué? ¡No! Él y yo sólo somos amigos, es como mi hermano— Me dieron escalofríos de sólo pensar en una relación con Joey.

—Pues entonces me rindo— Dijo Katie levantando las manos.

—Yo también. —Se le unió Frida— Te hemos dicho los nombres de todos los chicos de la escuela y nada. Por lo menos danos una pista.

Respiré profundo— Ok. Como les había dicho, es alguien mayor que yo y ustedes lo conocen. Creo que con eso les dijo todo.

—¿Qué tan mayor es, Emma?— comenzó a cuestionar Katie— No me digas que es un...

—¡Oh por Dios! ¡Es un profesor!— Terminó por ella Frida— ¿Verdad que sí?

Bajé la mirada y asentí. No tenía caso seguir mintiendo a mis amigas. Sentí vergüenza, pero más que eso, sentí miedo de lo que podían pensar o decir de mí, sin embargo esperé sus respuestas ante mi confesión.

—Wow, me dejaste sin palabras.— Dijo Katie— Sólo me queda una pregunta por hacer: ¿Qué profesor es?

—Lo mismo me pregunto yo, Emma. Solo espero que no sea el profesor de Literatura, Él es muy viejo para ti— Argumentó Frida haciendo una mueca.

En ese momento yo no sabía que hacer. Lo único que me quedaba era confesar.

Vamos, Emma. Tú puedes.

Después de un largo suspiro y de hacer prometer a las chicas que no dirían nada de esto a nadie, comencé a hablar:

—Es el profesor Edward Nielsen— Me miraron sorprendidas.

—Bueno, por lo menos es alguien joven— Respondió Frida— Y siendo sincera, no está tan mal, eh.

—Ahora entiendo por qué te ponías tan rara cuando íbamos a tener clase de computación con él —Razonó Katie— ¿Y cómo pasó? Cuenta, cuenta.

Fue entonces cuando comencé a contarles todo: desde el primer día que lo ví y nos encontramos en la cafetería, Cuando estaba lloviendo y se ofreció a llevarme al trabajo, hasta la vez que me defendió de Brad. Todo, absolutamente todo lo que hizo que me enamorara de él se los conté a mis amigas.

—Esto es increíble —Dijo Katie con un brillo en sus ojos— El profesor parece tan serio con nosotros, pero contigo es diferente, como si fuera otra persona.

—Y, por lo que nos dices, creo que también le gustas —Canturreo Frida— sería muy lindo si así fuera.

—Pero no es así —Dije con tristeza— Estoy segura de que sólo es amable conmigo porque soy su alumna, por eso ya me resigné a que no va a pasar nada entre nosotros, es imposible.

—Puede que sea difícil, muy difícil, de hecho, pero no es imposible. —Me animó Katie— Sólo ten paciencia.

—Muchas gracias, Chicas. Las amo con toda mi alma— Respondí mientras al abrazaba a las dos al mismo tiempo— pero no vinimos aquí a sufrir mis penas, vinimos para divertirnos un buen rato y relajarnos, así que mejor sigamos con la pijamada.

Ellas me apoyaron y continuamos con nuestras cosas. Nos colocamos unas mascarillas en la cara con las cuales nos veíamos ridículas, pero aún así nos tomamos selfies. Vimos más películas y  jugamos unos juegos de mesa.

Sólo es el profesor... ¿no?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora