Capítulo X

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Maratón 3/4

Venia saliendo del baño cuando veo a mi hermana hablando con las chicas, sonrío y me acerco un poco más a la mesa, pero inmediatamente mi sonrisa se esfuma al observar que los ojos de todas las presentes están cristalizados por las lágrimas y a algunas le rodaban por sus mejillas
–…ella no recuerda que estuvimos aquí, ni siquiera que este es su verdadero lugar de origen, para ella es y siempre  será española y nosotros su familia biológica, no tiene ni idea de que es adoptada en realidad – dijo mi hermana dejándome helada
– ¿Qué? – pregunte acercándome lentamente a la mesa, ellas se giraron y pude ver la cara de terror de mi hermana
– Val lo mejor será que te sientes, déjame explicarte – dijo mi hermana en español
– Explicarme, ¿explicarme qué?, como llevan seis años ocultándome la verdad o como prefieres contarle a prácticamente desconocidas para ti que a mí, se suponía que nos teníamos confianza, que nos contábamos todo – dije tratando de hablar lo más bajo posible y en mis se podía sentir esa mezcla de dolor y rabia.
– creo que lo mejor es que paguemos la cuenta, vayamos a otro lugar y discutamos esto con más calma – dijo Iz con voz autoritaria, como si quisiera controlar la situación – mientras llamo a Jace – le dijo esta vez a Clary.
– ¿Jace?- pregunté – ¿Qué tiene que ver él en esto?
– Lo mejor será calmarnos, ¿sí?, hablemos de esto en otro lugar – dijo Ámber y o me sentí más perdida que nunca
– Yo no quiero hablar ahora – negué renuente
– Vanessa – dijo Clarys y mi mundo se paró por un momento llevando mi mente a aquel sueño, entonces algo encajo en tan confuso sueño, una de las tantas piezas del puzle que me quedan por encajar, la mujer e mi sueño aquella que me llamo en ese enorme jardín era Clary
– ¿Cómo? – dije mirándola
– Tía – dijo Ámber y sé que con esa simple palabra formulo toda una pregunta porque pude observar como Clary asentía con la cabeza.
– Jace nos espera en Takis – dijo Izzy llegando nuevamente hasta nosotras
Pedimos la cuenta y salimos, mi cabeza estaba hecho todo un desastre y ahora más que nunca quisiera reclamarle a mis padres por haberme tenido engañada todo este tiempo, pero también tengo un montón de preguntas en mi cabeza, tantas que ya ni siquiera sabía quién era.
Estábamos llegando a Takis cuando paramos en un callejón que daba a un lugar que a simple vista parecía una vieja iglesia abandonada pero como la de España al mirar con más detención tenía la forma de un castillo medieval.
– Bueno Ámber y yo ya nos vamos – dijo Izzy
– Mamáaa – lloriqueó Ámber
– Ámber, esto es cosa de tus tíos, privado – dijo su madre y se acercó a Clarys para darle un abrazo – sabes que aunque no esté allí estaré apoyándote ¿sí? Te quiero parabatai
– yo también te quiero parabatai
Parabatai, esa palabra se quedó conmigo mientras veía como madre e hija caminaban rumbo al instituto, entonces caí en cuenta que hacía varios días tenía una pregunta en mente que no me atrevía a formular
– Parabatai – dije atrayendo su atención – ¿Eso tiene algo que ver con sus tatuajes?
– Algo así – respondió y me dio una media sonrisa
– ¿Tatuajes? – pregunto mi hermana confusa pero Clary ignoro su pregunta ya que seguía concentrada en mi
– ¿Desde cuándo los ves?
– Desde la exposición en la que participaste.
– No te preocupes todas tus dudas serán resuelta.
Llegamos a Takis y Jace nos esperaba afuera, en cuanto nos vio se acercó a nosotras
– ¿Es? – preguntó a su esposa y ella asintió.
Luego pasó lo inesperado, antes siquiera de pestañar el me estrechaba entre sus brazos.
– ¿Por qué no entramos? está haciendo frío – sugirió mu hermana  
Entramos y la chica que reconocí como Maia de la vez pasada que vinimos ya nos tenía una mesa separada y nos dio una cálida saludo.
– Me imagino que tienes muchas dudas ¿no? – pregunto Jace y yo asentí – pues puedes hacerlas y nosotros estamos dispuestos a aclararte todas tus dudas.
– ¿Por qué Clary me llamo Vanessa?
– Porque ese es tu verdadero nombre. – respondió él
– Ok, hay una pregunta que me carcome la existencia desde hace tiempo ya. ¿Qué significan sus tatuajes y por qué mi hermano no los ve? – al parecer mi pregunta tenía algún chiste porque el soltó una breve risa
– Pues veras… tú, eres especial, y no son tatuajes, son runas.
– ¿Ustedes conocieron a mis padres?, los biológicos
–  No solamente los conocimos, somos tus padres – siguió el respondiendo mis preguntas
– O sea, que ustedes me abandonaron
– no, si tú eras y todavía sigues siendo nuestra princesa o nuestro pequeño ángel. – Dijo esta vez clarys, o mi madre, ya no sé cómo llamarla – solo que escuchaste el final de la conversación pero a ti te arrebataron de nuestro lado –trato de explicar lo más rápido posible luego miro a mi hermana y volvió a centrar su mirada en mí – por venganza
– ¿Venganza?, ¿Quién querría vengarse?
–  Tú lo conoces muy bien – dijo ella
– Él hombre de mis pesadillas – ellos asintieron – Pero… ¿Por qué?
– Por algo que pasó hace mucho tiempo – dijo e hizo una pausa – ese hombre que aparece en tus pesadillas tengo la desdicha de decir que es mi hermano.
–  ¿Tu hermano? Pero parecía un…
– Demonio, lo sé. Mira, recuerdas que hace un momento te dije que eras especial, porque tu sangre es especial, nuestra pequeña ángel – y esa frase hizo mi cerebro estallar
¿Tengo sangre de ángel? Me pregunté mientras ellos apretaron mi mano dando me apoyo, luego mire sus ojos y pude ver que destellaban como estrellas y en sus labios se dibujan una enorme sonrisa
– Si, tienes sangre de ángel y nephilim, como nosotros – dijeron como si me hubiesen leído la mente.
– ¿Cómo?
– Me imagino que tu visión regresó, por lo que puedes ver las runas, y todas esas cosas extrañas que seguro que viste, y es porque eres una Cazadora de Sombra, como nosotros, como tu tía Iz e incluso como Ámber.
– ¿Cazadores de Sombra?
–Si – dijo mi ¿padre? – Matamos a los demonios y protegemos a los mundanos – miro a mi hermana y agregó – como ella
– Aja y los demonios existen. – dijo mi hermana con ironía hablando por primera vez desde que llegamos
– Si existen, también los subterráneos – dijo y cuando iba a abrir mi boca para preguntar lo qué eran, el prosiguió – todas las leyendas  son ciertas. Los brujos, hadas… –  se detuvo a esperar que yo digiriera toda la información
– No te detengas ahí – continuó diciendo mi hermana con ironía – supongo que también hay, digamos: ¿Vampiros, hombres lobos, zombies?
– Desde luego que los hay – le informó Jace – aunque los zombies los encuentras en su mayoría más al sur, donde están los sacerdotes del voudum.
– ¿Qué hay de las momias? ¿Sólo las encuentras en Egipto?
– Nadie cree en las momias – dijo esta vez Clary riendo, quizás por haber recordado algo
– ¿Nadie cree? – pregunte yo esta vez
– Por supuesto que no, ni siquiera tú – dijo y sonrió – recuerdo que una vez no querías dormir y tu madre recordó que las mamás mundanas, digamos que asustaban a los niños, con leyendas urbanas como el Coco, para que se durmieran, así que te dijo que si no dormías las momias te llevarían, tú te reíste y le dijiste que…
– Era más probable que lilith logre entrar en Alacante a que una momia existiera – continué cuando un breve recuerdo de ese momento afloró en mi mente.
– Exacto. Lo recuerdas
– Algo así, solo llego el recuerdo.
– Espera, si ustedes dicen que zombies se encuentran al sur y las momias no existen. ¿Dónde se encuentran los brujos, vampiros y hombres lobos? – pregunto mi hermana algo interesada en el tema
– En todas partes – dijo Maia llegando a la mesa
– O sea que tú eres… - habló mi hermana y ella mostro como sus ojos se tornaban de un hermoso verde esmeralda y las palabras solas salieron de mis labios
– Loba
– Exacto, sigues siendo igual de inteligente que cuando eras una niña.
– Ahora la pregunta que nos trajo hasta aquí – me gire a mi hermana y luego mire a mis padres, todavía se me hace raro decirlo - ¿Cómo llegué a la familia si Jonathan me aparto de su lado?
– ¿Cómo sabes su nombre si ellos no lo han dicho su nombre – quiso saber mi hermana?
– No lo sé, solo me vienen pequeños recuerdos o frases a la mente que intento encajar para poder recuperar todos mis recuerdos.
– ¿Has soñado alguna vez con el “accidente”? – preguntó Clarys
– Si todavía recuerdo ese sueño, pero luego del golpe todo se vuelve negro.
– Bueno es que en ese tiempo estuviste en coma – trató de explicarme ella con el mayor tacto del mundo, temiendo a cual sería mi reacción.
Me contó como todo el mundo intentaba hacer lo más que podían para despertarme y como un día simplemente desaparecí, luego mi hermana me contó que dos hombres habían llegado conmigo en brazos hasta el centro de adopción donde trabajaba mi otra mamá y como las había acandilado a tal punto de que decidieran adoptarme y así llegar a su familia.
Me sentía mareada de tantas cosas que habían pasado hoy, creía que me desmayaría por toda la información que había consumido mi cerebro en una sola noche
– ¿Cómo descubrieron que yo era su hija? Digo físicamente no nos parecemos, excepto por mi pelo ojos que son iguales a los de Jace
– Cuando te vimos, sentimos una extraña conexión que al principio asociamos como las ganas que teníamos de volver a ver a nuestra hija, luego cuando hablamos contigo te nos pareciste tanto, por tu forma de expresar por esos gestos. Al principio cuando empezamos a buscarte sabíamos que no podíamos fijarnos mucho en el físico ya que lo más probable era que te hubiesen realizado un glamur para que no te encontráramos, luego Jonathan me lo confirmo cuando lo atrapamos. Además de a habernos dado cuenta que eso que tienes en tu tobillo es la runa que ha hecho que te veas como te ves ahora, estos últimos años.
– O sea que las runas nos dan algo así como… ¿poderes?
– Si, hay muchas y todas son diferente, de hecho cuando Iz me llamó entre a tu cuarto, que aún sigue intacto por cierto y quise traerte esto, quizás te ayude a recordar – saco una caja algo pequeña y me la entrego.
La abrí y estaba llena de fotos, en las que salía aquella chica pelirroja que a veces suelo ver en el espejo, y que ahora sé que quizás ese es mi verdadero aspecto físico, también habían algunos libros, en pen drive donde quizás haya videos y otra caja algo más chica que contenía mis verdaderas iniciales “VH” la saque y pase mi mano por ellas
– Vanessa Herondale – ellos asintieron
La abrí y mis ojos no podían creer lo que veían, había una varita con algunas runas dibujadas a relieve y mis iniciales l saque de la caja y clarys me dijo:
– Esta es una estella, es lo que utilizamos para dibujarnos las runas, además de activarla y desactivarla – la guarde y saque lo que parecía el cabo de un chichillo, el cual también tenía mis iniciales, al alzarlo la hoja de este salió sorprendiéndome, esta (la hoja) que irradiaba una hermosa luz blanquecina tenia también grabado varias runas – y este es tu cuchillo serafín – lo guarde y su hoja volvió a recogerse – te reconoce a ti como su dueña, es lo que utilizamos para matar a los demonios.
– O sea, que a una niña de solo seis años le regaláis un cuchillo, ¿En qué cabeza cabe eso? ¿Qué no se dan cuenta del peligro que eso implica? – exploto mi hermana
– Vanessa está entrenada para eso, de hecho era la mejor, aunque hacia muchas travesuras, incluso la apodaron el tornado  pelirrojo. – dijo Jace riendo – sé que ahora es peligroso que lo tenga ya que tiene mucho tiempo sin entrenar, por eso nosotros mientras este aquí y no haya recuperado sus recuerdos, vamos a estar con ella el mayor tiempo posible, entrenándola y recordándole todo lo que ella ya sabe desde que era una niña pequeña.
– Ahora mi amor – me dijo Clarys con un dulce tono de voz – lo mejor es que vayas a dormir, hoy han pasado muchas cosas tienes que descansar, mañana será otro día y te prometo que cada duda que tengas te las responderé y haré hasta lo imposible para que recuerdes todo – me dio un beso en la frente y un reconfortante abrazo – hasta mañana mi princesa
– Hasta mañana mamá.

Cazadores de Sombras El Reencuentro 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora