Capítulo 3, Es tonto.

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-Sí, soy yo, dime- se me atropellaban las palabras.

-Me preguntaba si quieres venir a ver mi piso esta tarde, mmm como a las 6.

-Sí, sería genial..-dije, pero me interrumpió.

-Puedo pasar a buscarte si quieres-dijo, cosa que me sorprendió, ya que no es muy usual que alguien sea tan amable con una desconocida, quizás me equivocaba y es un chico muy amable, pero no voy a anteponer las cosas.

-No te preocupes, estoy bien, tengo coche, así que dame tu dirección y nos veremos allí a las 6, gracias de todas maneras.

No sé porque tenía que ser tan fría con este chico, pero si algo he aprendido en este tiempo es a no fiarme de nadie, espero que no se piense que soy una de esas que se pasan los días leyendo y metida en su casa estudiando.

-Vale Claire- juraría que podría estar sonriendo- Mi dirección es la 240 de High Street piso 3A, nos vemos a las 6.

Y colgó.

No llamé más veces a Mery, supuse que estaba demasiado ocupada decidiendo si el sofá debería ir debajo de la ventana o no, o si deberían comprar una de esas horribles estanterías de Ikea para poner cosas absurdas.

Decido llamar a Deny, Jess, y Luci mis otros mejores amigos, ellos alquilaron un apartamento el año pasado a la misma vez que yo con Mery y John, son unos chicos bastante raros, ya que se pasan las horas estudiando para la universidad. Deny y Jess son hermanos, pero son como polos opuestos, Deny es rubio, alto, con ojos verdes y de complexión fuerte, lo que viene siendo un bombón de chico, que atrae todas las miradas de las chicas en la universidad, el novio que toda madre quiere para su hija, ya que además sus calificaciones son perfectas. Jess es moreno, con ojos azules, no tan alto como su hermano, pero tambien fuerte y muy guapo, el mejor amigo que una chica podría tener y a la vez su competencia, ya que él es gay, lo adoro y no podría pedir más.

Lucy es una chica muy tímida, que sólo está preocupada por la universidad, por eso a veces tenemos que arrancarla de casa para que salga a tomar el aire.

Llamo a Jess y quedamos en que me recogerán de mi casa a las 2 para ir a comer algo, y luego me dejarán en casa para ir al apartamento de Logan.

Me meto en la ducha a toda prisa y me pongo mi otoñal ropa, pitillos, botitas, chaleco y pañuelo.

A las dos en punto están mis amigos en el coche. Mientras nos dirigimos al centro comercial les cuento que he llamado a este chico y he quedado para ver su piso y Jess y Lucy se emocionan cuales adolescentes salvajes. No entiendo porqué ya que podría ser un chico muy feo, o raro, o con novia, o con treinta años.

Entramos en Mcdonals, que es el único sitio que nos podemos permitir..

Nos sentamos en una mesa para cuatro cuando ya tenemos los pedidos.

-Chicos, si os digo la verdad estoy nerviosa- confieso.

-Yo iría con la idea de que es un gordo con granos y adicto a videojuegos, así luego no te llevas una gran desilusión-dice Jess para calmarme y todos reímos.

-O podría ser un asesino en serie que elige víctimas al azar para hacerlas sufrir y luego las matan a sangre fría- dice Lucy, y todos callamos y la observamos, no entendemos como esta chica puede ser tan rara y pesimista.

-O puede ser un chico normal, que tiene que compartir gastos con alguien.-saltó Deny. Menos mal que alguien tiene un poco de cordura en el grupo, aunque no puedo negar que también he pensado cosas raras del chico, pero nunca al nivel de Lucy, que chica!

La comida continúa con tonterías de todo tipo y hablando sobre que haremos este fin de semana. Quieren ir a una fiesta que organiza alguien de la universidad, un tal Peter, que seguramente será un pijo con una casa mas grande que un estadio de fútbol.

A las 4 y media ya me están dejando en la puerta de mi casa.

Cuando entro mis padres no están en casa, cosa que agradezco.

Subo a mi habitación, hago la cama ya que la dejé deshecha esta mañana antes de salir, reviso mi bolso y llevo lo necesario, móvil, cartera, llaves, pañuelitos, alguna que otra barra de labios, una compresa por si la emergencia y algunas cosas más sin sentido que una chica siempre lleva en el bolso y no sabe por qué.

Decido no cambiarme de ropa, no voy a una cita, ni a una entrevista de trabajo, pero si me maquillo un poco y me repaso el pelo con la plancha, sea guapo el chico o no, tengo que dar buena impresión.

A las 6 menos cuarto estoy cogiendo el bolso y saliendo de "mi casa".

Menos mal que esta ciudad no es muy grande, y a las seis menos 5 estoy aparcando frente a un bloque de pisos no muy altos que están en una avenida bastante ancha, parece el típico bloque donde solo se aloja gente joven. En la esquina hay una pequeña heladería de esas que son todas rosas y blancas.

Entro al bloque de pisos y subo al ascensor hasta el tercero.

Al salir del ascensor hay dos puertas, y me dirijo a la que tiene una letra "A" mayúscula arriba del marco de la puerta, mis nervios van aumentando conforme voy acercándome a llamar al timbre, una vez que lo hago espero... 30 segundos, 1 minuto, y nadie abre. Ya decía yo que este chico era tonto.

Cuando me doy la vuelta para irme y doy unos cuantos pasos hacia el ascensor, escucho que se abre la puerta, y entonces me quedo con la boca abierta.

¡Demasiado para mi!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora