•gringacio•
Un criminal conocido en los bajos mundos. Un oficial del CNP amado por su buen trabajo.
Se conocen de la forma más casual y una historia nace por medio de ambos.
Tuvieron que pasar años sufriendo por el otro,desde una separación forzad...
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El tiempo pasaba para todos ellos. Para algunos el tiempo iba lento y lo sufrían y para otros,a veces pasaba lento pero cuando pensaban en aquello,se daban cuenta que en realidad todo había pasado muy rápido.
Justamente Horacio le planteaba eso último a Gustabo mientras estaban en el patio de la casa que ambos tenían.
H:¿Piénsalo okey? Hace casi un año y medio que no vemos a los chicos
G:ya...es raro
H:no se que es peor,que no cambiamos nada en ese año y medio o que el supuesto día que nos veríamos parece nunca llegar
G:no te desesperes,ya nos llegará un mensaje cuando menos lo esperes
H:creo que si...ya casi es hora de irnos a trabajar
G:vamos,que la última vez me echaron la bronca a mí porque yo conducía
Ambos chicos subieron a su Audi que ahora era color negro,sus luces led habían sido retiradas y les habían polarizado los vidrios.
Aquellos dos eran unos completamente diferentes en esa ciudad. La pinta de un Horacio dulce,mimoso y todo eso que te producía Horacio cuando lo veías,había desaparecido. El brillo en sus ojos ya no estaba,a veces accidentalmente se ponía frío,cortante y nadie lo había escuchado reír,era una persona seria que imponía respeto a cualquiera que lo viera. Gustaba de pasear con su cresta en tono blanco y un delineado perfecto en sus ojos,siendo la envidia de toda la comisaría, tanto por las mujeres por lograr aquel perfecto pulso,como por los hombres,ya que con ese aspecto "femenino",lograba dar miedo igual. Sus tatuajes se habían duplicado y se había perforado las orejas múltiples veces,teniendo en aquella zona,varios aretes.
Gustabo no quedaba atrás, él siempre dió miedo y con su sola presencia ya te obligaba a respetarlo. Él y Horacio parecían uno solo,eran igual de fríos,igual de mandones,les gustaban las cosas bien hechas y cualquiera de la comisaría que estuviera trabajando antes de la llegada de ellos podía asegurar que con aquellos dos llegó "la época de oro" para el cuerpo policial,ya que era un éxito tras otro.
Muchos,muchísimos,habían intentado ganar el corazón de ambos oficiales,pero todo era en vano,eran rechazados sin remordimiento o sin intento alguno de NO sonar agresivo.
Gustabo utilizaba su frase de "soy asexual, tú y tus sentimientos me los pasó por el culo,vete a trabajar anda" Y Horacio no se separaba mucho de aquello "ya me gusta alguien más,además,no quiero tu amor,ve a trabajar de una vez".
Solo dos personas habían sido las elegidas por Horacio para sentir nuevamente ese cariño que no sentía hace año y algo más. Aquellos dos eran Ford y Collins. Ellos creían que tenían un triángulo amoroso,pero Horacio solo los utilizaba cuando necesitaba sentir el calor de un cuerpo ajeno o unos labios sobre los suyos,solo para recordar aquel tacto,aunque no se acercaba ni un poco al que Gringo le daba cuando aún estaban juntos.