Capítulo 2

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—¿Qué?

Solo fué eso, una pregunta, pero mi corazón corre tan rápido como un tren bala. Ese tono con el que lo dijo, como una amenaza, como si no pudiera creerlo.

—Es que...

—Bakugo no seas malo, además él es solo un omega —el pelirrojo voltea a verme y trago en seco —. ¿Cierto?

Me molesta que por solo ser un omega piense que soy débil... Si, tal vez lo sea en ésta circunstancia, pero no porque soy un omega.

—Ehh, si, lo soy —bravo Izuku, bravo.

¿Por qué acepté esto?

—Pero, ¿De verdad quieres mi numero?

—Si, por eso vine hasta acá —le ofrezco el trozo de papel y el lápiz con mis temblorosas manos.

El tal Bakugo chasquea la lengua y se me acerca, tomándome por completo desprevenido.

—¿Estás ciego o qué mierda? — ¿Ah?

Al darme cuenta de lo cerca que está de invadir mi espacio personal doy un paso atrás.

—¿Por qué la pregunta?

Solo quiero que me den el número y listo. No es tan difícil.

—No le hagas caso a mi amigo —el pelirrojo lo alejó de mi al darse cuenta de mis nervios.

Gracias, ahora apúrate por favor.

—¿Podrías decirme tu nombre? —Kaminari me lo va a pedir luego de todas formas.

Mejor llevar la información completa.

—Me llamo Kirishima Eijiro — dicho eso me entregó ambas cosas. Puedo respirar con un poco más de normalidad —. Es un placer conocerte

Sonrío en respuesta, y es que por primera vez me encuentro con un chico tan encantador. Con eso no quiero decir que también me gusta, pero solo se siente bien saber que no todos son iguales.

Lo más probable es que dentro de treinta minutos vuelva a pensar que todos son iguales, pero por ahora disfruto la idea.

—Ya me voy —si, vuelve el Izuku que huye sin decir nada.

Pero no me despedí del otro chico.

Me volteo de nuevo pero al ver una expresión tan amenazadora en su rostro decido solo seguir caminando y evitarlo.

Nota mental, si me lo encuentro en la calle por obra del destino ni siquiera debo mirarlo.

Al ya llegar con mis queridos amigos le doy el papel a Kaminari el cual empieza a dar saltos de alegría y chillidos de chica adolescente.

—Sabía que lo harías, Midoriya —él solo me abraza por un momento.

—Es mentira, empezó a decir que morirías en cualquier momento  —Uraraka se acerca y toma mi hombro —. Lo lograste, estoy tan orgullosa de tí.

Sonrío, y tardo varios segundos en asentir con la cabeza.

Lo logré, parece tan simple, pero lo hice.

—¿Y cómo se llama? ¿Se lo preguntaste? — ella le vuelve a mirar mal por arruina el momento.

—Si Kaminari, se llama Eijiro.

—Hasta su nombre es lindo —el rubio solo suelta un largo suspiro y pega el numero telefónico a su pecho.

Me alegra verlo feliz.

                                ———

Pov:Bakugo.

—¿Viste esa mierda?

Miedo A Los Alfas  -Finalizada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora