Capítulo 20

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Pov: Izuku.

Entonces... ¿¡Le hice eso a Kacchan!? Espera... ¿¡Nos acostamos!?

Uraraka siempre me dijo que tengo que ser cuidadoso cuando me llega el celo, ya que algo así podría pasar... Pero ahora que recuerdo fuí yo quien pidió que viniera para que estuviera conmigo... Y también fuí yo el que le digo que se acostara conmigo.... Y yo fuí quien terminó primero y se quedó dormido dejándolo a él con un problema por resolver.

Y aun así él me limpió y me colocó de nuevo su camisa y el bóxer... Igualmente no creo poder ver su cara, es tan vergonzoso

—Oye Deku, ¿Ya estás despierto? —al escuchar como abre la puerta salgo de mis pensamientos y me cubro por completo con la sabana para que no me vea.

Y también fué mi primera vez.

Lo hice con Kacchan... Por primera vez, tengo veinte años y nunca lo había hecho.

—¿No? —respondo mientras agarro firmemente la tela, como si mi vida dependiera de eso.

Ya la regué cierto?

—Que pena... Quería darte otro suéter —y antes de que pudiera salir de la habitación, salgo de mi refugio y salto hacia él, abrazando su espalda desnuda para no caer.

Vergüenza tras vergüenza.

—¿En serio? —pregunto en un susurro, mientras sujeto más fuerte para no resbalar —. ¿En donde está?

—Mierda —logro escuchar como murmura para si mismo.

Me separo un poco y apoyo mi cabeza a un lado de su cuello, aspirando así su fuerte aroma, el cual hace un rato estaba mezclado con el mio junto con algunas otras cosas más.

Los recuerdos vienen a mí como fragmentos de rompecabezas.

—¿No hay suéter? —vuelvo a preguntar aún en la misma postura —. ¿Me mentiste?

Él solo chasquea la lengua para empezar a caminar bajando las escaleras y llegando a la sala, en donde me deja acostado en el sofá más grande para luego quedarse en frente de mi

Se ve muy bien desde aquí

—Como sé que no te vas a quedar acostado en tu cama vas a quedarte aquí —asiento ante cada una de sus palabras esperando a que termine.

Al hacerlo levanto la mano como si estuviera en clase, ganándome una leve risa de su parte.

—¿Y mi suéter? —ya no me da vergüenza verlo a los ojos, el celo me sigue dando un poco de valentía por así decirlo... Lindos ojos por cierto —. ¿Mentiste?

—Yo no miento, pronto lo tendrás en tus manos —y tras decir eso se va hacia la cocina.

—¿Qué vas a hacer? —espera, ¿En donde está mi teléfono?... ¿Lo tendrá aún Uraraka?

—Comida, oara que no tengas el estómago vacío —al escuchar esa milagrosa palabra me levanto, apoyándome en el respaldar del sofá para verlo mejor.

Él por su parte camina por toda la cocina buscando ingredientes, pero hay algo que me da un  poco de gracia y es el hecho de que lo imaginé teniendo un delantal... No le quedaría mal... Creo que yo tenía uno por ahí guardado.

—¿Y qué vas a hacer?

—Te gusta el Katsudon, ¿O no? —recordó que le pedí ese mismo plato el otro día.

De verdad lo hizo.

—Me encanta el Katsudon —le respondo enérgico mientras doy una sonrisa haciendo que volteara a verme.

Miedo A Los Alfas  -Finalizada-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora