ooii, azul
El sonido del metal de la charola chocar con la mesa no era el ruido más agradable que podía escuchar, pero —ignorando la sensación de irritación que le provocaba— simplemente se enfocó en mirar fijamente la comida.
No se miraba desagradable, pero no le provocaban ganas de comerla, o al menos no en ese momento.
El menú de esa semana no le gustaba.
— Makoto-san, tienes que comer.— musitó la mujer de cabello castaño, mirando la expresión fría en el rostro de la niña.
Narumiya era una niña quisquillosa cuando llegaba la hora de comer, como cualquier otro infante.
A Makoto no le gustaba el coliflor, pero en lugar de hacer un berrinche ruidoso y agresivo, se reusaba a comer en silencio, revolvía la comida, fingiendo que realmente comería —pero realmente lo hacía para que no la pudiesen dar a otra persona— y luego la dejaba a un lado, antes de devolverse a la mesa del fondo de la habitación.
— No tengo hambre, gracias por preocuparse, Narumi-san.— confesó la pequeña de 9 años.
Viendo con resignación a la pequeña, le dejó una manzana, y al ver que la niña de ojos de hielo iba a reprochar, se levantó y se dirigió a la puerta.
— Al menos puedes comerla cuando tengas hambre.— pidió con tono terco, ocultando la preocupación que sentía en el fondo.
Makoto no comía desde hace dos días, y no estaba segura si debía llamar a Matsumoto en caso de ser una fuga de la maldición de Isaya.
Narumiya miró con detenimiento la fruta, una manzana verde brillante, desprendía un olor dulce y apetitoso, pero realmente no se sentía con ánimos de probar bocado alguno.
Y sabía quién era la culpable.
"No la comerás."
— ¿Por qué?
"¿Qué si te quieren matar? No dejaré que te pase eso."
— Exagera demasiado, Isaya-san.
"¿Y tú qué sabes?"
— También se contradice muy frecuentemente.— murmuró, la mujer soltó un bufido indignado ante el insulto.
"Esto ya no es divertido. Desde que esa mocosa de plasma estelar dejó de venir te comportas más aburrida..." murmuró haciendo un puchero, cruzándose de brazos en un gesto infantil.
Ignorando sus quejas, y los recuerdos intrusivos que su comentario provocó, la niña agarró la fruta, caminando hacia el fondo de la habitación, donde la esperaban hileras de libros en los estantes de las paredes.
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Usuario ━━━━ Jujustu Kaisen
Randomusuario ⁚⁚⁚⁚ ━━ En el mundo de la hechicería existen figuras más poderosas que otras, Narumiya Makoto era parte de las dos personas más poderosas de todo el mundo. Su vida nunca fue muy entretenida y tuvo que vivir rodeada de un muro que la sep...