Ella llegaba en su moto cuando Chase se preparaba en la entrada de la torre. Desde atrás en la sala los demás cachorros soltaban risitas y lanzaban besos al aire, a lo que el pastor los callaba avergonzado y nervioso. Pensó que no debió contarles de su cita con Ella en primer lugar.
"¡Hola Chase!" Saludó alegre dando un salto de su vehículo.
"E-Eh, hola", se avergonzó Chase. "Ya... ¿ya nos vamos?"
"¡Sí! Tengo un lugar súper, duper, archi, mega especial para enseñarte!"
Esa actitud fue lo que primero le atrajo de ella. Una sonrisa y una cascada de palabras que reflejaban esa actitud ansiosa y adorable que la caracterizaba, muy al contrario de su gemelo, Tuck, el cual estaba con los otros también molestando al par a punto de partir. Dicho eso, Chase sabía que había mucho más detrás de ello.
Chase no estaba acostumbrado a ir de pasajero en una moto lineal. Parecía relajante que alguien más condujese. Por la ruta que estaban tomando, intuía que lo estaban llevando hacia el bosque cerca a la montaña de Jake. Un trato con Everest debió haber resultado en un buen lugar para acampar o algo. Decidió no hacer más conjeturas en su cabeza para que sea realmente una sorpresa, la cual su acompañante había preparado especialmente para él.
Era curioso que fuera Ella la que preparara sus citas, considerando que Chase era el que normalmente tomaba la iniciativa en el equipo. Todos le increparon que dejara que su noviazgo hiciera que "le pusieran la correa". La abrumadora personalidad de Ella parecía algo que todos aceptaban como la que se impondría por sobre el antes serio y profesional Chase, lo que le valió una serie de bromas constantes los últimos días. La verdad era algo diferente.
Pasó un rato en el que salieron de la ciudad y se adentraron en la naturaleza. El pasto húmedo se quebraba bajo sus patas y sentía frío. Ella se deslizaba como una sombra pálida en la penumbra de los árboles, guiados hacia un sendero iluminado por luciérnagas alrededor de un lago que se revelaba al acercarse. Se sentaron en frente el uno al lado del otro. Chase sabía lo que venía.
"¿T-Te gusta?"
"Sí. Lo adoro." Él respondió.
"¿E-Estás seguro? A-Aún podemos ir a la ciudad, a un restaurante, o le digo a Everest que nos deje la cabaña, lo que mejor te-"
La cascada de palabras de siempre salía por borbotones de inseguridad, algo que no muchos habían visto. La felicidad que le salía natural parecía disiparse mientras menos gente había alrededor. En un ambiente privado, tal vez ni siquiera se asomaría a hacerlo por el increíble esfuerzo que hace por esconder su ansiedad salvo por su hermano Tuck... y ahora, Chase.
Su fraseo terminó en seco con un choque de labios suave y gentil por parte del pastor. Ayudaba tener alguien más en quien confiar además de su hermano, y tener un novio parecía darle algo más de confianza.
"Sí que sabes cómo detenerme." Se rió.
"Adiviné que funcionaría."
Chase estaba más que encantado de ayudar.
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Bolsa de Galletas
Fiksi PenggemarHistorias cortas que se me ocurran sobre PAW Patrol.