ᴅᴏs

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[martina's pov]

—te digo en serio, fran. me da vergüenza. —le dije a mi mejor amigo.

llevaba un rato intentando que accediera a conococer a sus amigas.

—aunque no parezca, soy re tímida.

—¿tímida?  marti, me viste en españa tomando mate y me pediste uno y después me preguntaste si quería ser tu amigo. —él soltó una risa y yo hice lo mismo.

—ya se, pero no es lo mismo.

—es exactamente lo mismo. dale, te juro que te van a caer re bien. —insistió. —ademas necesitas conocer gente nueva. tenía razón, ya habían pasado un par se semanas de mi llegada a argentina, y no había tenido la oportunidad de hacer amigos.

—bueno, está bien. —accedí y lo vi dar un salto de emoción. 

—ya les estoy mandado un mensaje para que vengan.  —comentó sacando el teléfono de su bolsillo. —estoy seguro de que te van a amar. y vos a ella.

—obvio, si a mi todos me aman. —comenté en forma de broma y fran solo rodó los ojos para luego soltar una risa y siguió tecleando el mensaje en su teléfono. —ahora vienen. —me dijo.

—¿quienes? —preguntó su hermana llegando hasta nosotros. —ah, hola. —me saludó mostrándome una sonrisa.

—hola. —salude viéndola como tomaba una botella de agua de la heladera.

la observé unos minutos más hasta que escuché la voz de franco sonar un poco más alta de lo normal.

—¿q-qué pasa? —le pregunté.

—te estoy hablando hace una hora, ¿podrías prestarme atención?

—si, si. perdón, estoy... en una. decime.

—que si preferís que nos quedemos acá o vayamos a algún lado.

—quedémonos acá. —comenté todavía observando a lourdes, la cual estaba subiendo la escalera, para irse, supongo, a su cuarto. franco rió. —¿qué es tan gracioso?

—que te gusta mi hermana. —continuó riendo.

—¿qué? ¡sh!—lo callé. —no.

—¿no?

—apenas la conozco, ¿cómo podria gustarme? —dije.

—bueno, por lo menos, ¿te parece linda? —me preguntó y asentí sintiendo como mi cara se ponía de color rojo. fran rió. —basta pelotudo, cortala.

—perdón. —siguió riendo mientras se ponía de pie e iba hasta la puerta. —¡las chicas están acá! —lo oí decir a lo lejos.

mis nervios comenzaron cuando escuché el ruido de la puerta al abrirse y un par de emocionadas voces, que desconocía.

—vengan, les voy a presentar a alguien. —escuché que dijo, su voz se sentia cada vez más cercana hasta que las vi. —ella es martina.

—¿tu novia? —preguntó una de ellas acercándose a mi para saludarme con un beso en la mejilla.

—no, no. —respondí mientras imitaba su acción.

ᴍᴀʀᴛɪɴᴀ | ᴍᴀʀᴛᴜʟɪDonde viven las historias. Descúbrelo ahora